"Vivimos pendientes de nuestras relaciones con los demás, pero pocas veces nos paramos a pensar cómo nos estamos tratando a nosotras mismas", dice Ainoa Espejo, fundadora de Ai hop Coaching. "La única persona con la que vas a vivir 24 horas al día, desde que naciste hasta que mueras, vas a ser tú misma. El resto de personas entrarán y saldrán de tu vida en algún momento. Algunas te acompañarán brevemente y otras durante más tiempo. Pero tú y sólo tú estarás contigo siempre", subraya.

Como dice este coach, por muy lejos que te vayas, por muchas cosas que hagas para mantenerte distraída, no puedes huir de ti misma. ¡Así que ya es hora de que empieces a responsabilizarte de tu relación más importante y seas tu mejor amiga! ¿Cómo conseguirlo?

"Piensa cómo has llegado a ser tan amiga de tus amigos", sugiere Espejo. "Seguramente, pasando tiempo con ellos, ¿verdad? Escuchándoles, dando comprensión y apoyo. Apuesto a que les aceptas tal y como son, con sus cosas buenas y malas. Les deseas lo mejor del mundo y estás ahí cuando te necesitan, ¿es así? Pues lo mismo, pero contigo misma", dice la coach. Estos son los diez pasos que nos propone para conseguirlo:

1. Para empezar a ser tu principal aliada, es importante que seas agradecida con tu cuerpo. Date cuenta de que gracias a él, estás aquí y ahora. Puedes moverte, hacer cosas que te ayuden a alcanzar tus metas y a ser más feliz. Estás respirando y corre sangre por tus venas sin que tú hagas apenas nada ¡Eres un milagro de la naturaleza! Una máquina perfecta y maravillosa que no se merece sufrir por esos cánones autoimpuestos que nos alejan de la felicidad. Aunque puede que tu cuerpo no sea exactamente como a ti te gustaría, es la herramienta que te permite estar aquí, sentir, disfrutar y ser feliz ¡Tienes muchísima suerte!

2. Trátate bien y cuídate mucho (por dentro y por fuera). Duerme las horas que necesitas. Come los alimentos que te hacen bien, que te llenan de energía y de salud. Deja atrás los hábitos que te hacen daño y te sabotean. Haz el ejercicio que mantiene tu cuerpo fuerte y resistente. Y, sobre todo, cuida tus pensamientos, los mensajes que te mandas, las decisiones que tomas, los hábitos que adquieres y las personas de las que te rodeas.

3. Trata de ser tan amable contigo misma como lo eres con los demás (o incluso más todavía). Procura tener un buen diálogo interior. Cuida las palabras que te envías, porque formarán tu realidad. Si te vas mandando mensajes auto-saboteadores, diciéndote que no puedes hacer algo, que eres torpe, que se te da mal, que eres incapaz o insuficiente…. ¡ten seguro que así va a terminar siendo! Así que póntelo fácil y deja de ponerte la zancadilla.

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4. Deja de criticar a los demás.... y sobre todo a ti misma. Date cuenta de que los juicios que emites, son en verdad críticas que tienes sobre ti. Las cosas que no te perdonas a ti misma, son las que eres incapaz de perdonar a los demás. Tu crítico interno es esa vocecilla que siempre te está diciendo por lo bajini todas las cosas que haces mal. Que te hace creer que no vales nada. Te quita confianza en ti misma y energía para lograr lo que te propones. Te llena de miedos y de inseguridades.

5. Vigila a tu perfeccionista interior; es otro tirano parecido al crítico, pero para éste nunca nada es suficiente. Es exigente e insaciable. Siempre puedes hacer más y mejor. Por lo tanto, el mensaje que te envía es que no eres perfecta, que no vales, no eres suficiente... ¡Qué injusto! Te propongo un sencillo ejercicio: Durante esta semana, estate muy pendiente de lo que te dices por dentro. Cuando te pilles mandándote un mensaje duro a ti misma, dilo en alto. ¿Qué tal te suena? ¿Serías tan dura con una amiga, le dirías las cosas así tal cual te lo acabas de decir a ti? ¿Y si esas palabras no fueran tuyas y te las dijera un desconocido, otra persona… qué tal te sentarían? ¿Te ayudan a algo?

6. Respétate a ti misma. Sé asertiva, marca sanos límites con los demás. No dejes que te pisoteen ni abusen de ti. Date cuenta que, cada vez que haces cosas que no te gustan (o que incluso te hacen daño) sólo por contentar a los demás, te vuelves a mandar el mensaje de "mi opinión no vale, soy menos importante que los demás".

7. Priorízate. No se trata de volverte egocéntrica ni egoísta. Se trata de quererte bien, de forma equilibrada y sana. De tratarte como lo más importante de tu vida (que en el fondo, es lo que eres). Así que date gustos, disfruta, mímate un poco cada día. Haz cosas que te hagan sentir bien, que te acerquen a la felicidad y sean buenas para ti.

8. Escúchate. Tu intuición te habla. Es una voz muy bajita, que procede de tu subconsciente y que guarda una gran sabiduría. El problema es que sólo te dice qué hacer, no por qué. Y como tendemos a buscar una explicación a todo, pasamos de estos susurros y hacemos lo que creemos más lógico. Pero esas corazonadas saben qué es lo mejor para ti, no las subestimes. Escúchate y hazte caso, en el fondo ya sabes tus respuestas.

9. Vuelve al pasado sólo para aprender de tus errores. Y salta al futuro sólo para estar prevenida y evitar que te pille el "toro". Procura tener tus pensamientos centrados en el aquí y el ahora. El presente es lo único que existe, y lo único con lo que puedes hacer algo. Cuando tu mente se va a otro tiempo, te llenas de miedos, angustia, tristeza y emociones paralizantes.

10. Invierte tiempo en ti. En escucharte, en conocerte bien, en darte cuenta de lo que necesitas y de lo que no necesitas. Pasa tiempo a solas contigo misma. Descubre lo que te gusta y lo que no te gusta. Obsérvate en los buenos y en los malos momentos. Aprende a aceptarte tal y como eres. Sin juzgarte. Sin compararte. Sin hacerte daño. Perdónate y empieza a brillar de verdad. ¡Porque te lo mereces!

Conviértelo en un hábito

Como dice Espejo, "no es fácil transformar la relación con una misma, porque son muchos años y estamos acostumbradas a ir por la vida 'en off'. Influye mucho nuestra educación, la cultura, cómo nos han tratado los demás, etc.". "Pero ten en cuenta que quererte bien es un hábito, una decisión diaria. Puedes empezar ahora mismo, y si te mantienes enfocada en tu objetivo, transformarás tu vida para siempre", apunta.

Para esta coach, la autoestima es un jardín que debemos regar cada día para que no se marchite. "Puede que al principio cueste, pero con la práctica llegarás a automatizarlo hasta que te resulte natural tratarte bien".

Pero si llevas demasiado tiempo siendo tu peor enemiga y por más que lo intentas no consigues cambiar esa relación tóxica que tienes contigo misma, la experta te anima a contactar con un buen profesional especializado. "Todo lo que inviertas en tu propio bienestar (tiempo, esfuerzo, dinero) serán los recursos que más inteligentemente habrás invertido en tu vida. Porque a la larga ganarás en equilibrio interno, crecimiento, tranquilidad y felicidad", concluye.