Primero pasó en su visita oficial a Israel. Y ahora ha vuelto a ocurrir en Roma. En su llegada al aeropuerto, Donald Trump le ha ofrecido su mano a su esposa Melania para descender las escaleras del avión y la primera dama le ha denegado el gesto. Y por supuesto, las cámaras estaban allí para captarlo.
¿Qué le pasa a Melania? ¿Estos gestos son fruto de la casualidad o lo de disimular los problemas conyugales en público no va con ella? Dicen que no hay dos sin tres, ¿para cuando la siguiente?
Pero su visita a la capital italiana nos ha dejado otra gran imagen: la de Ivanka, Melania y Donald junto al Papa Francisco con cara de pocos amigos.