Ayer se inauguró la 70 edición del Festival de Cine de Cannes. La alfombra roja más famosa de la Costa Azul volvió a reunir a un gran número de estrellas que luchaban entre ellas por hacerse con el título a la más elegante.

Todas menos una porque Bella Hadid va a Cannes con un objetivo muy distinto: dejar al mundo estupefacto con sus vestidos de aberturas infinitas que dejan ver su ropa interior.

En esta edición la modelo posó con un vestido de seda en rosa palo firmado por Alexander Vauthier. La dificultad para posar con semejante modelito se hizo evidente en algunas imágenes.

Bella Hadidpinterest
Getty Images
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Pero la menor de las hermanas Hadid ya es reincidente. En la edición del año anterior volvió a acaparar todos los flashes al elegir un vestido rojo del mismo diseñador con el que vivió una idéntica e incomoda situación.

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¿Estamos ante una tradición para la modelo? ¿Volverá a hacerlo en la edición de 2018?