Estamos familiarizados con cómo el estrés puede afectar negativamente nuestro estado de ánimo, nuestro descanso o a nuestra buena o mala cara. Sin embargo, rara vez asociamos esta sensación de pesadez e hinchazón en el cuerpo con períodos de ansiedad.

La directora de formación de Vagheggi España, Ana Sacristán Palos, advierte que el estrés tiene un impacto en todo nuestro organismo y, en muchas ocasiones, incluso puede contribuir al desarrollo de celulitis y retención de líquidos, lo cual puede parecer exagerado, pero es una realidad.

No somos conscientes de hasta qué punto el estrés afecta nuestro cuerpo y piel

Entonces, ¿qué significa exactamente "celulitis emocional"? Aunque es cierto que la grasa corporal y el peso pueden influir en la aparición de celulitis, estos no son los únicos factores responsables.

Según Ana Sacristán Palos, no somos conscientes de hasta qué punto el estrés afecta nuestro cuerpo y piel. ¿Por qué sucede esto? La experta lo explica así: “cuando nos encontramos en una situación que nos provoca nervios excesivos, este reacciona produciendo mayores cantidades de cortisol, cuyas altas concentraciones reducen la lipólisis y originan la acumulación de grasas, además de causar retención de líquidos”.

Si bien el cortisol puede ser útil como una defensa del cuerpo ante amenazas o preocupaciones, el problema surge cuando esta hormona está activada constantemente, lo que crea un estado de alerta y promueve la aparición de celulitis debido a la inflamación que produce.

Además, el estrés también puede complicar el tratamiento de estas condiciones estéticas. El funcionamiento del organismo y los sistemas que intervienen en los procesos inflamatorios se ven afectados por el estrés, lo que puede explicar por qué no obtenemos resultados satisfactorios en la piel incluso al usar productos o tratamientos específicos mientras estamos bajo estrés.

El consultor de bioneuroemoción, Jesús Casla, explica en el blog de Pure Niche Lab, que “la aparición de la celulitis responde también a situaciones y conflictos de cólera acumulada y de autocastigo”. Alude a la forma en que nos observamos, observamos nuestra vida y la observamos con ansiedad. Esta forma de mirar, recoge resentimiento y emociones reprimidas que si lo transformamos a lo que nos sucede fisiológicamente, se convierte en edemas y congestión linfática.

De esta conexión “piel-cerebro” también habla el Dr. Nicholas Perricone, defendiendo que “las células madre que originan nuestra piel, derivan del mismo grupo de células que en un principio, se dividieron para dar origen a las células del sistema nervioso, endocrino e inmunológico”.

De ahí la importancia de enfocar el problema de la celulitis desde un enfoque holístico y no sólo físico. De cuidar la apariencia de la piel, pero también nuestras emociones. Un motivo más para mimarte.