Sara Puhto, una instagrammer de 20 años que promueve la nueva corriente de moda en Instagram tras el hashtag #bodypositive es una de las que mejor abandera la tendencia. De hecho, es de las pocas que muestra la verdad tras esta red social que cada vez resulta más ilusoria y menos real.

Mientras que las instagrammers de fitness nos muestran glúteos perfectos, piernas estilizadas, abdominales cincelados y brazos dibujados con regla y compás, Sara se ha encargado de enseñar lo que hay detrás de cada foto: el ángulo, la posición del cuerpo, la forma de posar… Un simple gesto cambia por completo una imagen. Y esa imagen es hoy clave en el efecto que provoca en miles de seguidores hambrientos de cuerpos perfectos.

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Hemos olvidado una cosa: nadie es perfecto. Ningún cuerpo lo es. Todo el mundo se sienta, todo el mundo camina y se para con los brazos en jarra, todo el mundo tiene un día malo, todo el mundo bebe agua y se da algún capricho. Instagram se ha olvidado de ello pero Sara no. Y así lo vemos con sus fotos.

Una simple pose lateral que muestra una pierna estilizada en vez de una posición natural. Algo tan tonto como sentarse con la espalda recta o ligeramente relajada para mostrar el abdomen más o menos plano o un sencillo ejercicio de un segundo (lo justo para disparar la foto) para fortificar el gluteo y creerse Kim Kardashian (ojo, que también lo hace) cuando en la vida real, nos faltan caminatas para que eso sea real.

Sara sabe que hemos perdido el juicio y lo recuerda en cada una de sus fotos. Un collage tras otro que acerca la realidad a ese mundo de unicornios y glúteos perfectos que es Instagram.

(GIPHY)