Sí, hay canales, bicis, flores y llueve bastante. Pero Ámsterdam es mucho más que eso. La capital de Holanda fue fundada como un pueblo de pescadores en torno al río Amstel, a finales del siglo XIII. Es una ciudad que alberga museos que son maravilla (algunos de ellos albergan los cuadros que hay que ver una vez en la vida), tiendas de antigüedades en las que encontrarás tesoros, mercados donde rebuscar hasta encontrar piezas increíbles y rincones de lo más coquetuelos que hacen las delicias de los 'instagramers'.

Ámsterdam es una ciudad que se reinventa constantemente, transformando monasterios en auditorios de música clásica, viejas terminales de tranvía en lugares aptos para el ocio y la gastronomía y edificios industriales en modernas y creativas empresas o incluso discotecas de las que invitan a una peregrinación.

Y toda esa nueva vida y esa variedad hacen que la capital de Holanda sea atractiva para amantes de la cultura, del 'shopping', de los viajes para disfrutar en familia o de los que sirven para degustar placeres gastronómicos. Sun duda, es uno de los lugares más bonitos de Europa para un viaje exprés en el que hoy queremos orientarte. Nuestro intenso recorrido atraviesa algunas de las mejores atracciones de la ciudad, desde museos a barrios con encanto o antiguas iglesias. Esta ruta de 48 horas por Ámsterdam es una primera aproximación a todas las fantasías de una ciudad sin límite.

Viernes tarde en Ámsterdam

16:00 Dicen los entendidos que una buena manera de acercarse a Ámsterdam es a través de sus flores y plantas, que componen uno de los paisajes más típicos de la ciudad. El cansancio del viaje nos anima a un plan tranquilo y nuestra propuesta es un paseo por Bloemenmarkt, el mercado de flores, que data de 1862. Entonces, los viveristas venían navegando por el Amstel hasta atracar sus barcos en esta zona; hoy las plataformas y embarcaciones están sujetas al canal Singel y no se nota apenas que flota.

Lo más típico para comprar son, claro, tulipanes –en temporada– y bulbos de tulipanes –todo el año–, pero también recuerdos como zuecos de colorines, imanes para la nevera, semillas de cualquier planta, etc. Un auténtico deleite para los sentidos, perfecto para iniciarse en lo que los oriundos llaman el 'gezellig', una cualidad holandesa que se puede traducir por 'acogedor', con una sensación de que el tiempo se detiene para disfrutarle al máximo.

Vista de un canal en Amsterdam elle.es
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17:00 Para seguir conociendo la ciudad, te proponemos aproximarse a ella con un crucero por los canales -los cruceros siempre son perfectos para unas vacaciones inolvidables-, probablemente la mejor manera de hacerse una idea de la intrincada red de canales de Ámsterdam. No es necesario que reserves uno de los más turísticos, pues con la tarjeta turística I amsterdam city card tienes un crucero gratuito disponible. Es una tarjeta que debes plantearte sacar, porque te ofrece con una tarifa plana (válida para 24, 48, 72, 96 o 120 horas) el acceso al transporte público, a 70 atracciones y museos de la ciudad, el acceso a este crucero...

19:00 En Ámsterdam hay que cenar pronto, y más si se quiere ir a un restaurante como De Struisvogel (Keizersgracht 312), a apenas 10 minutos caminando del mercado de flores. Se trata de un bruin café donde apuestan por la cocina francesa, con productos para una alimentación ecológica, sostenible y de temporada.

21:30 Caminando hacia el norte, dando un paseo, llegamos a uno de los cafés más románticos de Ámsterdam, abierto hasta las 2 de la madrugada los fines de semana, por si quieres aprovechar al máximo tu estancia en la ciudad. Es 't Smalle (Egelantiersgracht 12), que se inauguró en 1786 como una destilería de 'jenever' (ginebra holandesa) y que se restauró en los años 70 para convertirse en el encantador pub que es hoy. Si puedes y hace bueno, coge sitio en la terraza de piedra próxima al canal.

Sábado mañana en Ámsterdam

10:00 Dedícale tiempo a uno de los lugares más evocadores e imprescindibles de la ciudad: la casa museo de Anna Frank (Prinsengracht 263-267), de la que tienes que comprar la entrada (adultos, 14 euros) con antelación porque se agotan rápidamente (un 80% de los billetes se venden online; el resto se pone en taquilla a partir de las 9:00 pero es difícil conseguirla). La visita conseguirá emocionarte recordando las terribles torturas infligidas por los nazis en la Segunda Guerra Mundial; la parte más curiosa de la visita es la 'acterhuis', la casa trasera, un espacio oscuro y cerrado completamente donde los Frank permanecieron más de dos años en silencio para que no les descubrieran. Todos, excepto el padre, fueron mandados a campos de concentración. Su testimonio, recogido en su diario, se considera una de las biografías más apasionantes e interesantes de la historia.

Casa de Anna Frank Amsterdam elle.es
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Estatua de Anna Frank cerca de su casa de Ámsterdam.

11:30 A apenas unos metros de la casa de Anna Frank, no te pierdas la encantadora Westerkerk, la iglesia protestante más antigua de los Países Bajos, inaugurada en 1631 y que ha sido protagonista de varios momentos de la historia del país. Por ejemplo, el pintor Rembrandt está aquí enterrado, Anna Frank mencionaba en su diario las campanas de la iglesia como una de sus pocas conexiones con la realidad y la reina Beatriz se casó aquí en 1966. En verano se puede subir a la torre de su iglesia.

12:00 Avanzando por la Raadhuistraat, llegaremos al Palacio Real, visitable por dentro –en horario de 10 a 17 horas, pero conviene revisar antes los cierres periódicos en su web–. Es uno de los ejemplos más brillantes de arquitectura civil europea del siglo XVII, cuando se inauguró como ayuntamiento –no sería utilizado como palacio hasta el XIX–. Puedes disfrutar de sus mármoles, de su magnífica sala de mapas y de creaciones de artes decorativas como sus relojes, damasquinados, pinturas...

13:30 Es el momento de almorzar y te proponemos algo de comida holandesa, que no debes dejar pasar la oportunidad de probar en tu viaje. 't Zwaantje (algo así como 'el pequeño cisne', en la calle Berenstraat, 12) se abrió como un café en 1973 –de hecho, su interior se ha estancado en esa época– pero hoy ofrece comida típica del país con un toque francés. Hay opciones vegetarianas.

Sábado tarde en Ámsterdam

15:30 Volvemos hacia el centro de la ciudad para echarle un vistazo al Beginhof, uno de los lugares más bonitos de Ámsterdam, uno de sus patios más tranquilos. Está formado por un conjunto de casas fundado en 1346 para acoger a las beguinas, un grupo de mujeres religiosas no casadas, laicas, que vivían juntas en una comunidad cerrada. Se entra por un discreto rincón ubicado en la Begijnensteeg, una de las callejuelas que salen de la Kalverstraat y en el patio se puede observar, a la altura del número 34, la casa más antigua de la ciudad, de principios del siglo XVI y una de las dos que quedan con fachada de madera. Tampoco te pierdas la iglesia clandestina del patio que, desde fuera, parece una vivienda más.

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16:00 Justo al lado del Beginhof se encuentra uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad, la Plaza Spui, que originalmente era un cuerpo de agua que señalaba el límite de Ámsterdam, hasta que en 1882 se rellenó y se creó lo que vemos hoy. En los años 60 fue el lugar de reunión del grupo Anarquista Provo, que se citaban en torno a la estatua Het Lieverdje, que rinde homenaje a los jóvenes de la ciudad, pero hoy ya todos conocen Spui por su ambiente bohemio y por sus maravillosas librerías nuevas y clásicas llenas de vida: ahí se encuentra, por ejemplo, Selexzyz-Scheltema (la tienda de libros más grande de Ámsterdam). Los viernes hay mercado de libros de segunda mano y los domingos, de arte.

17:00 Paseamos hasta el Museo Casa Rembrandt (Jodenbreestraat, 4) a unos 20 minutos del Beginhof. Este espacio dedicado al pintor se encuentra en la vivienda en la que pasó sus años de más éxito, dirigiendo el estudio de pintura más importante de los Países Bajos... hasta que su estilo pasó de moda y cayó en bancarrota. Su estudio se conserva prácticamente intacto y vale la pena disfrutar de sus grabados y de la sala de impresión. La entrada es gratis con la 'I amsterdam City Card' y, si no, el precio de la entrada es de 14 euros.

18:30 Vamos ya a reponer fuerzas, y lo hacemos en el cercano Frenzi (Zwanenburgwal 232), un restaurante que te va a sorprender con su propuesta mediterránea. Y cuando decimos dieta mediterránea no nos equivocamos, porque uno de los fuertes de su carta son las tapas (ejem, ¿tapas en Ámsterdam? ¡sí!), como las setas portobello con Cabrales derretido o el queso manchego con compota de higos, pero deja sitio si puedes para una de sus especialidades: el bacalao fresco con costra de almendras.

20:30 Es el momento perfecto para adentrarnos (si has seguido nuestras instrucciones y no lo has hecho ya, estarás muerto de curiosidad), caminando hacia el norte, en el mítico Barrio Rojo (así llamado por sus luces rojas de neón), con sus estrechas calles, que datan del siglo XIV, y con sus peculiares e inclinados edificios. Es la zona más turística de la ciudad, conocida por sus establecimientos de prostitución –con escaparates, que no puedes fotografiar–, de los que hay más de 300 que generan unos 700 millones de euros al año. También en este barrio se hallan los famosos 'coffee shops', donde no se puede fumar ni se sirven bebidas alcohólicas, pero donde se vende marihuana en múltiples formas.

Amsterdam, barrio rojo elle.es
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Una de las múltiples callejuelas que forman el Barrio Rojo de Ámsterdam.

Domingo mañana en Ámsterdam

9:00 A pesar de la 'juerga' de anoche, hoy toca madrugar y desayunar fuerte para nuestro último día en Ámsterdam, que dedicaremos a varios de sus mejores museos. A las 9 de la mañana abren el Rijksmuseum, el espacio artístico más importante de la ciudad, que recoge obras de arte de más de ocho siglos y de pintores locales importantísimos como Rembrandt (aquí está su fantástica 'Ronda de noche'), Vermeer y Van Gogh. Para evitar colas, conviene estar antes de las 10 o bien llevar la Iamsterdam City Card, que tiene la entrada incluida sin tener que esperar turno. Otra opción es llevarla comprada de casa; adquiérela en la web del Rijksmuseum previamente por 20 euros (precio de adulto; los menores de 18 entran gratis).

11:00 A continuación, en la misma Plaza de los Museos, se encuentra el Museo Van Gogh, dedicada a uno de los más insignes pintores del país. Alberga la colección más grande del mundo de su obra y ofrece una interesantísima panorámica de su trayectoria como pintor, contando con lienzos de su época familiar hasta otras obras no tan conocidas. También exhibe obras de contemporáneos como Gauguin, Toulouse-Lautrec, Monet y Bernard. Por la enorme cantidad de visitantes, conviene reservar on line con un horario; también debes hacerlo si tienes la 'I amsterdam City Card'.

13:00 A diferencia de los dos anteriores, para entrar en el museo Stedelijk no tendrás que hacer cola, pero su visita vale sin duda la pena. Es un espacio que alberga la colección de Willem Sandberg –tipógrafo, diseñador gráfico y miembro de la resistencia holandesa–, la más importante de arte contemporáneo y diseño del país. Pablo Picasso, Matisse, Mondrian, Van Gogh, Rothko, Jeff Koons, Yves Klein, Lichtenstein, Yayoi Kusama... son algunos de los artistas cuya obra podrás admirar. Si tienes tarjeta I Amsterdam, entras gratis; el precio general de las entradas online es 20 euros.

Plaza de los Museos Amsterdam elle.es
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Domingo tarde en Ámsterdam

14:30 Ya vamos un poco tarde para comer, pero entramos en la recta final de nuestra estancia en Ámsterdam y no queremos dejar de proponerte otro de los planes típicos del lugar: saborear el 'broodje haring'. Por toda la ciudad verás los típicos 'haringhandels' (carros de arenques), así que acércate a uno de ellos y pide un 'broodje haring', un bocadillo de arenques con pepinillo y cebolla. Es una de las grandes especialidades holandesas. Con nuestro bocata podemos acercarnos a hacer picnic al Vondelpark, el parque público más importante de la ciudad, que hasta 1953 era un recinto privado exclusivo solo para los ricos.

16:00 Caminamos unos 20 minutos al norte para llegar a De Hallen, nuestro broche de oro a la visita de la ciudad. Es uno de los espacios culturales más ricos de la ciudad, donde se pueden ver exposiciones, se proyectan películas, hay actividades infantiles y hasta pequeños mercadillos temáticos de fin de semana. Son unos cobertizos de tranvía de ladrillo rojo erigidos en 1902 que, cuando fueron abandonados, se convirtieron en vivienda 'okupada' hasta que en 2014 se transformó en este enorme complejo.

Alojarse en Ámsterdam

Hemos encontrado, dentro de la diversidad de oferta de Booking.com (hoteles, apartamentos, iglús, casas en los árboles, etc), una buena propuesta, dos establecimientos con una excelente relación calidad/precio. Se trata de CoHo Apartment Suites, ubicado a 700 metros de la plaza Rembrandt y en un edificio del siglo XVII. Cuenta con dos suites modernas con zona de cocina, TV de pantalla plana y camas de lujo.

Cuándo ir a Ámsterdam

El tiempo de Ámsterdam es bastante cambiante, incluso en el transcurso de un mismo día. Tener un suéter, un chubasquero o fichar estos looks para vestir en un día de lluvia y llevar esas prendas en la recámara nunca estará de más. Si la climatología impredecible no es un condicionante para ti y te encantaría poder viajar en época de tulipanes, entonces los meses de primavera, entre marzo y mayo, son los idóneos. En caso de que procures días más largos y cálidos, recorrer la capital de Holanda en bicicleta, tiempo de terrazas y de festivales, haz las maletas en los meses de junio, julio o agosto.