- 19 restaurantes y gastrobares de moda en Alicante donde comer muy bien
- 11 restaurantes de Jávea que harán que quieras vivir en este paraíso durante todo el año
- 10 playas casi desconocidas de la Costa Blanca en las que todavía puedes plantar la sombrilla
Hay rutas que no por conocidas dejan de ser un regalo para los sentidos. Pensar en la Costa Blanca y en sus mesas es bañarse de Mediterráneo, de arroces (paella, a banda, negro, meloso, caldoso de bogavante), de mariscos como la gamba roja, la langosta o la gamba de Santa Pola o de la constelación de estrellas Michelin que se suceden en un camino que nos lleva a Altea, a Calpe, al propio Alicante o la rutilante Denia, sin dejar de lado a Villajoyosa y al despampanante Benidorm, ideales para disfrutar de estos 10 planes (de invierno) para redescubrir la Costa Blanca.
La costa alicantina se convierte en refugio de gourmets y foodies durante todo el año, esperando con los brazos abiertos por igual al testigo del verano como a las fugas otoñales, cargadas de luz, sabor y restaurantes que han sabido conjugar la tradición con la modernidad, adaptando sus menús e historias al siglo XXI para demostrar que, más que nunca, la Costa Blanca está muy de moda y cocina alicantina es la que lleva la voz cantante en un territorio que ya no entiende de estaciones para disfrutarlo a bocados y que va mucho más allá de ser un destino de sol, playa y luz (que también, y que nos encanta).
Arrocerías, chiringuitos, bares de tapas, terrazas, coctelerías, parrillas, menús degustación, restaurantes dentro de hoteles, paseos marítimos y calas perdidas donde comer muy bien son los imanes que atrapan a la terreta a propios y extraños. Para activar el modo vacaciones y tener unas cuantas referencias a mano o para darse un capricho con una escapada de ida y vuelta, Alicante no defrauda y su cocina toca todos los palos para demostrar que hay una vida más allá del arroz, del pescado y del marisco y que espera una huerta no tan conocida e incluso asadores que harán vibrar a los auténticos meatlovers.
Algunos nombres ya os sonarán como puede ser Moments, en Urbanova; o el de cocineros como el estelar Quique Dacosta, cuyos tentáculos gastronómicos han ido más allá de Dénia y ya entran también en Valencia con El Poblet o en Madrid con Deesa y la propuesta culinaria del Mandarin Oriental Ritz pero aún hay mucho más y nosotros os traemos los mejores lugares en los que comerse el litoral alicantino para que no tengáis que preocuparos más que de disfrutar, viajar y dejar los platos limpios.
Quique Dacosta (Dénia)
Por méritos propios es el gran nombre de la cocina alicantina y valenciana, aunque curiosamente es extremeño de nacimiento. Con sus tres estrellas Michelin, Quique Dacosta es el único restaurante de la Comunitat Valenciana que ostenta el máximo galardón de la guía francesa. Su cocina, mediterránea y creativa, es la punta de lanza de este restaurante donde solo se trabaja una opción de menú degustación (a 275€ en temporada baja y 295 en alta, con el maridaje no incluido), bautizado como Cocinar Belleza, y que recorre productos icónicos de la cocina valenciana y otros más desconocidos. Toda una experiencia para los sentidos que merece la pena descubrir al menos una vez en la vida.
Carrer Rascassa, 1, 03700 Dénia.
Bon Amb (Jávea)
Más terrenal, pero con dos estrellas Michelin, así es Bon Amb, otro de los 'caramelos' de la Costa Blanca y uno de los restaurantes con mejor calidad-precio si tenemos en cuenta lo que sirve y el precio al que lo hace. De la cocina se encarga Alberto Ferruz, un apasionado de la gastronomía levantina y también de la alta cocina francesa, a las cuales suele fusionar a menudo con un estilo propio y disfrutón, perfecto para los foodlovers que buscan oportunidades realmente diferentes. Todo un lujo asequible que, por si alguien quiere probar su estilo culinario pero no encuentra hueco en Bon Amb, puede hacerlo en Casa Pepa, con una propuesta más tradicional y accesible.
Carrer Benitachell, 100, Jávea.
L' Olleta (Altea)
L' Olleta sigue una fórmula similar a la de su hermano mayor El Cranc, aunque sumando un punto de innovación. En manos de la segunda generación y bajo la batuta del chef César Marquiegui desde principios de año, el amor por la materia prima sigue intacto. Desde su amplia terraza y rodeada de pinos podrás divisar la isla de la Olla –famosa por albergar un castillo de fuegos artificiales cada verano– mientras te recreas entre sepionets, tartar de atún o salmonetes fritos. Su arroz l' Olleta con rape, gambas y yema de erizo causa verdadero furor.
Partida la Olla, 25 (Villa Gadea).
Tel. 966 880 544
Audrey's (Calpe)
Otra estrella Michelin que no se puede salir del mapa cuando buscamos los mejores restaurantes de la Costa Blanca. Dirigido por Rafa Soler, un chef de la tierra —es oriundo de Moraira—, Audrey's, a pesar de su francesa apología, es todo un recital de cocina levantina y valenciana, poniendo sobre la mesa algunos de los mejores productos de la Costa Blanca, incluyendo las cigalas de Santa Pola, las gambas rojas de Dénia o diferentes variedades de arroces como el sendra. Todo ello para recopilar recetas de sus antepasados y evolucionarlas a un siglo XXI que cabe en cada uno de los rincones de este tranquilo restaurante en el que la Costa Blanca se saborea en su máxima expresión.
Av. Juan Carlos I, 48, Calpe.
Beat (Calpe)
José Manuel Miguel es también un nombre imprescindible en la nueva hornada de cocineros levantinos y la estrella Michelin que protege en Beat, en un tranquilo hotel de Calpe, bien merece incluirlo en los restaurantes donde comer bien en la Costa Blanca. Afrancesado, pero sin dejar de lado los sabores locales, elabora una cocina directa y técnica donde los ingredientes siempre son reconocibles en cualquiera de sus tres menús degustación. Uno de ellos, por cierto, es 100% vegetariano, así que es perfecto para no dejar a nadie sin comer si nos acercamos por aquí.
Partida Marisol Park, 1, Calpe.
Peix i Brases (Dénia)
Poca presentación necesita un restaurante donde el nombre ya nos deja claro que aquí el mando lo llevan los pescados (peix) y la parrilla (brases), para demostrar que la lonja y la huerta de la Costa Blanca son capaces de hacer auténticas maravillas cuando se las trata bien sobre las brasas. De aquí no deberíamos irnos sin probar platos como la Coca de “esgarrat” de verduras a la brasa, erizos de mar, "Can sala" y trufa (Melanosporum) o los Sepionets braseados con cebolla dulce, papada ibérica y cacau collaret, además de alguno de sus arroces o las gambas a la brasa. Hay además dos propuestas de menú degustación que tocan todos los palos y que son la excusa perfecta para dejarse caer unas cuantas veces durante el verano por este restaurante de la Costa Blanca para comer muy bien.
Plaça Benidorm, 0, Denia.
See the Sea (El Albir)
La terraza de See the Sea se ha coronado como el lugar idóneo para contemplar la bahía de El Albir, Altea y el imponente Peñón de Ifach en verano. Una postal de la que podremos disfrutar a cualquier hora del día, eligiendo amanecer con sus desayunos 'healthy' o saboreando un cóctel mientras se pone el sol. Mención especial para su carta, donde no falta ceviche, la pata de pulpo a la brasa con hummus, así como una selección de arroces de la zona y deliciosas hamburguesas. No encontrarás mejor plan después de recorrer el Camino del faro. Prometido.
Camí Vell del Far, 5, l'Alfàs del Pi, Alicante.
D-vora Gastrobar (Benidorm)
Uno de esos lugares siempre dispuestos a demostrar que Benidorm es mucho más que exceso de ruido y turismo al peso. En D-vora Gastrobar podremos saborear lo mejor del Mediterráneo con un punto de fusión, explorar su menú degustación o apostar por ‘hits’ como su huevo con setas y jamón ibérico y su arroz meloso de gamba roja y rape. La terraza de su restaurante no es excesivamente grande, pero hacerse con una mesa en ella es asegurarse un sitio en el mejor balcón frente al levante benidormense. Al caer la noche, recuerda ascender hasta su 'sky bar' en la azotea –solo en verano– y pasar revista a su carta de cócteles.
Plaça de Sant Jaume, 5, Benidorm.
In Bocca Al Lupo (Altea)
Quien haya visitado Altea alguna vez sabe de sobra que merece la pena sudar el esfuerzo y ascender hasta su casco histórico. Eso sí, en zapato plano. Aquí florecen las pizzerías desde que tenemos uso de razón, pero nos quedamos con nuestro último descubrimiento: In Bocca Al Lupo. Abrió a principios del verano de 2022 con la convicción de cuidar cada detalle, tanto en su decoración rústica por la que asoma la famosa cúpula de Altea, como en una carta que nos acerca lo mejor de la cocina italiana con toques de la zona –bendita pasta fresca con gamba roja–. Además, desde sus ventanales se aprecia la sierra de Bernia, esa cara B de la Costa Blanca que tanto nos enamora.
Carrer Major, 3, Altea.
El Cranc (la Olla, Altea)
Sin salir de Altea pero descendiendo hasta sus playas. Sabemos que su paseo marítimo es todo un clásico, pero no tiene nada que envidiarle a la zona de la Olla. ¿Un referente? El Cranc, un restaurante con aires de chiringuito en el que nada puede salir mal. Su carta es un homenaje a la zona, así que no olvides pedir el tradicional aspencat, la ensalada Alteana o su delicioso sepionet a la plancha antes de entregarte a la carta de arroces. Por algo llevan siendo un referente en la provincia desde hace casi 40 años.
Playa de la Olla, s/n, Altea.
La Bandideta (Jávea)
Si Cala Bandida era nuestro lugar de referencia en Jávea para disfrutar del atardecer, ahora llega su hermana pequeña para que podamos repetir misión a los pies de la Granadella, elegida en infinitas ocasiones como una de las calas más bonitas de España. Este ‘beach bar’ siempre #abiertoconelsol espera con los brazos abiertos y una carta en la que destacan sus ‘pizzetas' típicas de Jávea y su arroz con pulpo, alcachofas y brócoli. Aquí cambiamos el postureo por la tranquilidad de poder zambullirnos en un paisaje único a escasos metros. ¿Ni tan mal, verdad?
Av. del Tio Catala, 37, Jávea.
Terra (Jávea)
Si algo prolifera en Jávea son las terrazas. A clásicos como La siesta hay que sumar otros ‘beach clubs’ dispuestos a llevarse un trozo del pastel como La Bambula o The Beach House. Sin embargo, la última en robarnos el corazón no entiende de vistas al mar. Ni falta que hace. Terra Jávea es cocina mediterránea a la brasa con fusión asiática, gran bodega y mucho amor. Así definen una propuesta que se enmarca en una precioso jardín donde impera la sencillez y destaca una interminable piscina. Ojo, no pierdas de vista sus tapeos de tarde.
C. Salvador Dalí, 4, Jávea.
Hotel Montiboli (Villajoyosa)
Nos transportamos hasta uno de nuestros rincones favoritos de la Costa Blanca para disfrutar de las vertiginosas vistas que desprende el Hotel Montiboli. Su restaurante Emperador estrenó carta hace no mucho, aunque será en la tranquilidad de la terraza Alhambra donde experimentaremos una versión más informal, acompañada de la mejor panorámica de la bahía. ¿Lo que encontraremos? Platos típicos de la zona, como la pebrereta, y curiosas reinterpretaciones, como el ramen valenciano, que homenajea a los guisos marineros de la zona. Imprescindible descender hasta la Caleta y l’Esparrelló, las dos playas –sin masificar– que cuentan con acceso directo desde el hotel y al atardecer, prepárate para entregarte al ritmo que marque el DJ. Sin duda, un clásico sobre el acantilado que no pierde fuelle en Villajoyosa.
Partida Montíboli, s/n, Villajoyosa.
Ocean Muelle Levante (Alicante)
Desde hace unos meses, el complejo Muelle 12 cuenta con un nuevo huésped. La llegada del multi espacio Ocean Muelle Levante ha logrado que todos nuestros caprichos estivales estén al alcance de nuestra mano: copas y una gran selección de vinos en Open Sky, carne a la parrilla en Cabaña Grill, tapas de autor –y de la terreta– en El Pòsit, lo mejor de nuestra bahía en César Anca... Todo aderezado con amplias terrazas, música en directo, espectáculos en vivo o la sencilla posibilidad de relajarte en uno de sus sofás. Haznos caso, todo el mundo peregrinará hasta el muelle de Levante todos los veranos.
Muelle Levante, Alicante.
Moments Bar (Alicante)
Cambiamos el registro y nos vamos a uno de esos conceptos todoterreno que tanto abundan y tanto nos gustan en Alicante, igual que pasa con Bar Manero o con Nou Manolin. Bajo un estilo parecido nos seduce Moments, un restaurante en el corazón de Urbanova (muy cerquita del centro de Alicante) y con las impresionantes vistas de la playa a sus pies para desayunar, merendar, cenar, comer o hacer un brunch en cualquier día del año. No, no es una frase hecha, pues abren 364 días (la Navidad se la toman libre) y con sus cócteles, brasas al Josper y pescados del día son capaces de conquistar a cualquier paladar.
P.º Tomás Dura, s/n, 1ª, Urbanova, Alicante.
La Azotea de Orobianco (Calpe)
Como si de un sueño de una noche de verano se tratara, esta azotea donde la cocina italiana es la protagonista es uno de los mejores planes que nos esperan gastronómicamente hablando en la Costa Blanca. Si eres un fan declarado del mundo que las pastas, las pizzas o el tiramisú suponen, La Azotea de Orobianco es el tesoro que estabas buscando en el litoral alicantino para dejarte llevar en un verano eterno.
Partida Colina del Sol, 49A, Calpe.
La Perla de Jávea (Jávea)
Un restaurante familiar, en plena playa del Arenal, reconocido por la calidad de su cocina. En su carta destacan los arroces, los pescados y las carnes a la brasa, además de otros platos de origen mediterráneo elaborados a partir de producto fresco, local y de temporada. Te recomendamos los Tomates semiasados con ajoblanco y sardina ahumada, el Arroz con sepionets de La Lonja de Jávea, rape y alcachofas y el Lomo bajo de vaca madurado a la brasa.
Avenida de la Libertad, 2 Local 2 Playa del Arenal (Jávea)
Saltea (Altea)
Abrió sus puertas en 2012 y está especializado en cocina mediterránea, como no podía ser de otra manera. Productos locales de alta calidad procedentes de los mercados cercanos. En su carta, un delicioso Tataki de atún rojo, los inevitables y deliciosos arroces o una sorprendente ensalada de vieiras con jamón ibérico.
Puerto Deportivo Luis Campomanes (Altea)
Abiss (Calpe)
Recomendado por Guía Repsol, ubicado en el Gran Hotel Sol y Mar, entre dos parques naturales, el Peñón de Ifach y las Salinas en Calpe, ofrece la propuesta propuesta gastronómica del chef Lenin Busquet, que parte de los productos del mar que cada día les brindan los pescadores locales. La carta apuesta por platos donde el sabor es lo más relevante, jugando con las texturas y, desde luego, "mucho sentido común, pero con la necesaria chispa de genialidad que la alta cocina requiere para sorprender". ¿Por qué debes apostar? Por los emblemas del territorio como son los salazones, los crustáceos, moluscos y pescados y, por supuesto, los imprescindibles arroces y las verduras de la huerta alicantina.
Cuentan con una zona de gastrobarra con mesas altas y un elegante comedor, más formal, aunque todo con un ambiente muy cuidado y relajado que invita a disfrutar.
C/ Benidorm, 1. Calpe, Alicante
