Los 20 productos gourmet más caros y lujosos del mundo

Si un día vas al mercado y te encuentras el kilo de patata a 500 euretes, no lo dudes, son La Bonnotte. Se trata de una variedad que se cultiva en la isla francesa de Noirmoutier, en la costa atlántica, y se fertiliza a base de algas, lo que le aporta unos matices salados que le otorgan un sabor espectacular. La producción anual es muy pequeña, se venden sólo durante 10 días al año y esto provoca en gran parte su elevado precio.

La marca italiana L'Oro di Baco puede presumir de tener la botella de champán más cara del planeta. Bueno, seguramente la botella en general más cara del planeta. Cuesta lo mismo que algunas mansiones: 1,7 millones de euros, contiene láminas de oro de 24 quilates en su interior y está decorada con diamantes. Pertenece al chef italiano afincado en Ibiza Walter Martino, acostumbrado a dar de comer a multimillonarios. Al parecer, hace unos años después de una cena, el jeque Adbul Aziz le dio una propina de un millón de euros. Si no llegas a esos precios, también puedes optar por una botella de Goût de Diamants Champagne Brut, que se ha llegad a vender en 1,5 millones de dólares.

Dentro de las seis variedades de cerdo ibérico que existen, el 'manchado de Jabugo' es el marrano que produce los jamones más caros del planeta. Está en peligro de extinción (quedan menos de 100 ejemplares) y es la raza que pasta en la Dehesa Maladúa, donde se les cría de manera completamente ecológica para después hacer jamones cuyo precio medio es de 4.100 €. ¿Un par de curiosidades? No son de pata negra y su curación puede durar hasta los 6 años en bodega.

El café más caro del mundo es, casi literalmente, una caca. Se llama Kopi Luwak, se produce en Asia y se obtiene de las heces de la civeta, un mamífero de poco más de un metro, que se alimenta del fruto maduro de la planta. Las propiedades de los granos cambian debido a las enzimas del estómago del animal, añadiéndole sabor al café y eliminando parte de su amargor. ¿El precio? En torno a los 450 € el kilo. Una taza de café Kopi Luwak puede llegar a costar entre 80 y 100 euros al cambio en algunas de las cafeterías más exclusivas del mundo.

Ni de vaca, ni de oveja ni de cabra. El queso más caro del mundo es… de burra. Quizás por eso su precio es una burrada: 2.000 dólares el kilo. Se trata de una raza de los Balcanes, y se crían en una granja de Serbia. Se llama queso Pule y su elevado precio viene dado por la escasez de leche que producen las burras. Se necesitan al menos 25 litros de leche de burra para conseguir un kilo de Pule y cada litro tiene un precio de unos 40 euros. Solo se fabrican 90 kilos de este queso al año y su sabor, según dicen, es intenso y delicioso, además de ser un alimento muy nutritivo.

En Jaén se produce el oro líquido con más valor. Concretamente, es la empresa Espíritu Santo la que ha comercializado esta botella-escultura, diseñada por la artista holandesa Ángela Teunissen. Pesa 4 kilos, pero solo hay 250 ml de aceite en su interior. Y todo, por 325 euros. Como para que se te vaya la mano aliñando la ensalada. Además, en Castellón se elabora el aceite El Poaig con
una producción limitada de entre 5.000 y 8.000 botellas al año, y que ha llegado a venderse por 130 euros el medio litro.

Si nos olvidamos de algunas ediciones especiales, el helado más caro que se puede adquirir hoy en día es el llamado 'Diamante negro', que venden en la heladería Scoopi Café de Dubai. Cuesta 900 euros y está elaborado a base de vainilla de Madagascar, azafrán iraní, trufa negra italiana y oro comestible.

Si vas por Nueva York, en el hotel Baccarat Hotel ofrecen un helado muy especial llamado 'Bear Extraordinaire' por 1500 dólares. Creado por el renombrado pastelero Rosario Wakabayashi, en su interior, encontrarás vainas de vainilla importadas directamente de Madagascar, cuidadosamente combinadas con una cáscara de chocolate blanco pintada a mano con manteca de cacao coloreada. Además, incluye 3 gramos de trufa negra y un chocolate negro Manjari también importado de Madagascar, así como semillas de cacao Valrhona Gold, que agregan un sabor y textura únicos. También cuenta con una salsa de champán de hibisco con merengue cítrico, que complementa a la perfección los sabores del helado y del chocolate. Y para darle un toque aún más especial, está adornado con mariposas de fondant, así como oro y plata comestibles para añadir un toque de lujo.

Como no podía ser de otra manera, el más exclusivo viene de China y su proceso de preparación es casi un secreto nacional del país. Se denomina Tieguanyin y es un tipo de té Oolong o té azul. Por un precio en torno a los 3.000 dólares puedes conseguir un kilo, aunque lo amortizarás más que otras variedades, ya que una misma hoja se puede emplear siete veces hasta que pierde el sabor.

El 'Strottarga Bianco' no es sólo el caviar más caro del mundo. Directamente es el alimento más caro sobre la faz de la tierra. No viene de Irán sino de Austria, y lo producen los esturiones blancos alpinos, una especie en peligro de extinción que nada en las cristalinas aguas de los ríos de este país. Es una creación del piscicultor Walter Gruell, que primero deshidrata las huevas, después las ralla, las mezcla con oro de 22 quilates y, finalmente, te cobra el kilo a 101.200 euros.

En abril de 2022, el restaurante De Daltons en Voorthuizen, Países Bajos, presentó 'The Golden Boy', una hamburguesa de ensueño con un precio de 5.000 euros. Esta joya culinaria está elaborada con carne 100% Wagyu A5, caviar Beluga, cangrejo real, Paleta Ibérica, trufa blanca, queso cheddar inglés y una salsa barbacoa única hecha con café Kopi Luwak y whisky Scotch Macallan. Además, el pan de hamburguesa, hecho con masa de champán Dom Pérignon, se cubre con pan de oro y se ahúma brevemente con humo impregnado de whisky. Una experiencia gastronómica inigualable para los paladares más exigentes.

La carne de wagyu es una de las carnes más caras y exquisitas del mundo. Proviene de cuatro razas principales de vacas japonesas que tienen una grasa muy infiltrada en el músculo, lo que le da un aspecto marmoleado y un sabor tierno. El gobierno japonés regula estrictamente su producción y clasificación, y solo el wagyu A3 y A5 está certificado para la venta en Japón. El wagyu de alta calidad puede llegar a costar entre 100 y 300 euros el kilo.

En esta categoría resulta más complicado establecer un ganador, puesto que el chocolate se vende en formatos muy diferentes. Aún así, en relación con el peso, la trufa de Chocopologie de Knipschildt debe estar en el primer puesto del ranking chocolatero. Cada una cuesta 250 dólares, y se elaboran en la fábrica Fritz Knipschildt (Connecticut, EEUU), uno de los mejores maestros chocolateros del mundo. Está elaborada con un 70% de cacao Valrhona, aceite de trufa, una trufa francesa en el corazón y polvo de cacao. Los rumores dicen que que es el preferido de Oprah Winfrey.

En la provincia de Málaga, hay un pueblo llamado Algatocín que no llega a los mil habitantes. Este pueblo, situado en la bella Serranía de Ronda, tiene una panadería muy especial: Pan Piña. Su dueño, Juan Manuel Moreno, es el creador del pan más caro del mundo. Se trata de una hogaza de 400 gramos que valía 1.480 euros y que lleva oro y plata comestibles entre sus ingredientes. Este pan tan exclusivo ha viajado por todo el mundo y ha batido récords Guinness

La seta matsutake es la más cara del mundo porque es muy escasa y muy apreciada por su aroma y sabor. Esta seta crece en simbiosis con las raíces de ciertos árboles, sobre todo pinos, en bosques de Asia y Europa. Su recolección es difícil y depende de las condiciones climáticas. Además, tiene propiedades beneficiosas para la salud y ayuda a reforestar zonas con pocos nutrientes. Su precio puede superar los 2.000 euros el kilo.

No podíamos finalizar esta lista sin hablar del restaurante con el menú más caro del mundo. Está en Ibiza, con Paco Roncero al frente de los fogones, y cuesta 1.650 € el menú. Se llama Sublimotion y, más que un restaurante, es un espectáculo gastronómico en el más amplio sentido de la expresión. En él se fusiona la alta gastronomía y la tecnología más vanguardista, con una puesta en escena rompedora. Sólo dispone de una mesa para doce comensales, que tienen a su servicio un equipo de 25 profesionales y tres horas por delante para disfrutar de la gastronomía con los cinco sentidos.