Vamos a comenzar con un dato algo demoledor para quienes teletrabajan: uno de cada dos españoles reconoce haber tenido alguna vez una aventura con alguien del trabajo a lo largo de su vida laboral, y una encuesta sacada a la luz por Espejo Público señala que el 61% de los españoles estaría dispuesto a tener una relación sentimental con un compañero de trabajo. ¿Uno de los motivos? La fuerza de la familiaridad que responde a un sesgo psicológico llamado efecto de mera exposición, que es el responsable que al ver a alguien de forma repetida, se genere la atracción. Lo sentimos especialmente por quienes teletrabajen solos en casa teniendo además una pareja que trabaja por su parte en oficina, porque a este bombardeo de noticias incómodas hemos de sumarle los datos que proceden de las últimas encuestas realizadas por Gleeden, la plataforma de encuentros extraconyugales líder en Europa, pensada por y para mujeres.

Los datos señalan que el 70% de usuarios y usuarias de la plataforma se sienten o se han sentido atraídos, en alguna ocasión, por algún/a compañero/a de trabajo. De hecho, el 62% de sus usuarios y el 40% de sus usuarias confiesan haber dado un paso más y haber ligado y flirteado con ese compañero/a. ¿Y si la Navidad, además de blanca, es infiel?

"Los compañeros pueden ser cómplices de nuestras vidas. Si hay química sexual, el peligro aumenta"

Las cenas navideñas de empresa son el escenario perfecto para que la tensión sexual no resuelta se cocine mejor que un buen guiso de Navidad: complicidad, ambiente festivo y brindis de más hacen que Papá Noel se convierta esa noche en el Grinch del amor para los que tienen pareja. “Los compañeros de trabajo se convierten muchas veces en cómplices de nuestras vidas. Si además hay química sexual, el peligro aumenta. Todo ello junto con el alcohol, el ánimo festivo, la alegría y la "exaltación de la amistad" propia de fiestas recrea un cóctel explosivo que puede acabar en terminar con esa "tensión sexual no resuelta" y que se tiene a raya en el día a día”, explica Silvia Rubies, responsable de Comunicación de Gleeden España y Latinoamérica.

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Infidelidad en el trabajo

Lo que quiere reforzar por su parte la sexóloga Mariona Gabarra es que quienes al ver los datos existentes tengan miedo de que su pareja acuda a la cena de empresa, tienen un problemita que no es ni estacional ni puntual, sino que va más allá. “La desconfianza se trabaja desde fuera, porque no sólo desconfías ahí. No tiene nada que ver con ese evento concreto, sino que hablamos de una cosa más compleja. Si desconfías de tu pareja, no será sólo en el entorno laboral. Quizás tengas motivos, como un bagaje personal anterior de una situación o hayas experimentado situaciones determinadas que no han sido trabajadas. Las pautas, por ello, no se pueden dar respecto a ese momento concreto, sino que hay que acudir a terapia cuando no hay una relación de confianza o de equipo”, dice Gabarra, asesora de Gleeden, plataforma de citas extramatrimoniales.

"Más de la mitad de las aventuras entre compañeros de trabajo son pasto de rumores"

Los datos indican que las aventuras navideñas suelen ser fugaces, pues el 77,4% asegura no haber alargado la relación más allá de la cena de Navidad. Los motivos no son, lamentablemente, el arrepentimiento, sino el miedo a ser pillados/as y que pueda tener represalias laborales. 'Bad news' para los infieles de oficina: se calcula que más de la mitad de las aventuras entre compañeros de trabajo son pasto de rumores y acaban descubriéndose. Por eso, solo el 22% afirma haber continuado esa relación a lo largo de varios encuentros.

"Es bueno hablar y poner los puntos claros para que no afecte al trabajo"

De todos modos, en cualquier caso, Rubies cree que por lo general, no es buena idea acostarse con un compañero de trabajo, y mucho menos si hay parejas de por medio. “Todo dependerá de los sentimientos y expectativas que se tengan. Si simplemente ha sido "resolver la tensión sexual" y hay confianza entre los compañeros, se puede hablar, dejarlo como una anécdota y seguir adelante para que no se estropee la amistad o camaradería. Si por el contrario, hay expectativas o alguien tiene más sentimientos, ahí puede haber un problema y que esa "ocasión" se convierta en una aventura que se alargue en el tiempo. En estos casos, y en todos en general, es bueno hablar y poner los puntos claros para que no afecte al trabajo”, explica a ‘Elle’.

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Cenas de empresa

Gaborra también hace hincapié en la reina de las relaciones, de las infidelidades y de cualquier conflicto: la comunicación. “Desde el comienzo hay que hablar con ese compañero de trabajo de las circunstancias. Hay que ser claros y transparentes con lo que buscan del encuentro para poder gestionarlo y para evitar que haya rumores y bandos en el trabajo, logrando así que no se genere un ambiente incómodo en el mundo laboral. Si pasa, lo mejor es que no se entere la gente, pero hay que tener claras las versiones que se van a contar y hasta qué punto se va a contar lo que ha ocurrido. Solemos tener amistades en el trabajo, por lo que es posible que les contemos algo más, y eso es un peligro, porque es una de las maneras de que surja un rumor. Por eso tiene que haber un pacto para ver hasta qué punto se va a comentar lo que ha ocurrido”, dice la sexóloga.

Las campanadas de las infidelidades navideñas

Vamos a terminar con un bombardeo numérico, convirtiéndonos así en los niños de San Idelfonso de las infidelidades. Esperamos que no te toque la lotería precisamente en este aspecto… Especialmente si eres quien trabaja en casa y tiene pareja que trabaja fuera, claro. Según una encuesta puesta en marcha por Ashley Madison, la plataforma líder de citas para casados, el 46% de los encuestados prevé flirtear en la fiesta de navidad de la empresa y un 26% de los encuestados lleva varios meses con el ojo puesto en alguno de sus compañeros. Un 39% de los encuestados afirma que lo que les llevó a cometer una infidelidad en la fiesta de navidad fue la tensión sexual no resuelta con ese compañero durante todo el año, y el 70% de las infidelidades cometidas en la fiesta de navidad son con un compañero del mismo rango.

El 27% afirma haber acabado en la cama tras la cena de empresa

Por su parte, desde Gleeden nos hacen saber que el flirteo de las cenas de empresa se puede entender de muchas maneras. Para algunos se trata de un acercamiento más cariñoso de lo normal entre compañeros; para otros, unos inocentes besos… Sin embargo, el 27% afirma haber acabado en la cama. Ya sea con el/la jefe (el 13% ), con un/a compañero/a de equipo (el 50% ), con un compañero de otro departamento (el 29%) o hasta con el becario/a (el 8%).

"Queridas autónomas que teletrabajan y llaman 'cena de empresa' a cenar con Netflix: ánimo"

En cualquier caso, precaución con las cenas de empresa, porque más allá de las posibles aventuras, no hemos de olvidar que se enmarcan en el ámbito del trabajo, por lo que cualquier comentario desafortunado y cualquier movimiento de más puede afectar a tu trabajo. Y un mensajito para quienes como la que firma el texto, llamen “cena de trabajo” a cenar viendo Netflix: ánimo. Y si tenéis pareja, se va a su cena de empresa y habéis leído este texto… Á-N-I-M-O. Por cierto, ¿para cuándo un servicio de terapia en clave Netflix? Nos vendría bien.