¿El dinero es una fuente de estrés permanente para ti? ¿Te gustaría ganar más y no sabes cómo hacerlo? ¿Sientes que no mereces más de lo que tienes, que la abundancia es para otros? ¿Sientes que para ganar dinero tienes que esforzarte siempre mucho? Si te identificas con estas preguntas, entonces está claro que el dinero está limitando tu vida. Y de eso precisamente versó la charla “Desmontando el dinero” que Antonio Jorge Larruy, divulgador, escritor, experto en meditación y autoconocimiento, y fundador de Espacio Interior, dio en Barcelona el pasado 27 de febrero. Puedes seguirle también en Instagram en @antoniojorgelarruy

¿Te interesa el tema? ¿Crees que necesitas mejorar tu relación con el dinero? Entonces te encantará esta entrevista con Antonio Jorge Larruy acerca de este tema. Y si al terminar te quedas con ganas de saber más, algo que siempre nos ocurre cuando hablamos con Antonio Jorge, en su espacio online encontrarás un curso dedicado a este tema llamado Dinero, riqueza y abundancia.

Entrevista con Antonio Jorge Larruy

¿Por qué el dinero limita tanto nuestra vida?

Antonio Jorge Larruy: El dinero limita nuestra vida porque lo hemos considerado y lo seguimos considerando el becerro de oro, es decir, parece que el dinero es la causa de muchas coses. Y esto precisamente es lo que intento desmontar para que entendamos que el dinero no es causa de nada, sino todo lo contrario, es el efecto más terminal.

Mientras creamos que el dinero es lo que nos da la felicidad, seguridad, valor o importancia, el dinero comandará nuestras vidas. Es el famoso “tanto tienes, tanto vales”. Esto es, justamente, una creencia hipergeneralizada en la sociedad en la que vivimos hoy en día, por eso es el Dios de la Sociedad, porque nos han educado en esta idea y seguimos educando en esta creencia.

Pero ¿y si en vez de esta educación recibiéramos otra? Una nueva educación basada en “tanto eres, tanto vales” y no al revés. Esa es la verdad. Tu riqueza no nace del dinero que tienes en la cuenta, sino de tu talento, de tu riqueza interior. Apóyate ahí y el dinero no te limitará porque nuestra naturaleza es ilimitada y sentirse limitado y que nuestras vidas estén comandadas por lo que tenemos, es una auténtica aberración. Nos han educado en una gran mentira. Cuando algo viene de dentro, es voluntad y palabra de la vida. La propia vida es la fuente de la riqueza, no el dinero.

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"Tu riqueza no nace del dinero que tienes en la cuenta, sino de tu talento, de tu riqueza interior"

¿Por qué el dinero nos causa tantos miedos y temores?

A.J.L.: Sencillamente porque si proyectamos la seguridad en el dinero, pues claro, nuestra seguridad depende del dinero. Por ejemplo: “Uy, hoy tengo dinero, estoy feliz y me siento seguro”. ¿Seguro? Esta seguridad es una seguridad de chichinabo... He conocido personas de grandísimas fortunas y con un miedo pavoroso a perder lo que tienen, a que lo inviertan bien o mal, que viven instalados en el miedo. Por eso decir “si tienes dinero estás más seguro” es una creencia que es mentira. Porque además, el dinero es pura fluctuación.

¡Cuántas personas con inmensas fortunas no tienen ninguna seguridad interna! La seguridad es la que viven los seres vivos que no tienen nada y están seguros de sí mismos, confían en la vida. Y en los humanos pasa lo mismo, cuando ves a una persona segura no es por el dinero que tiene o deja de tener, es porque sabe que hay un poder en él. La auténtica seguridad viene de desarrollar ese poder.

Esto mismo pasa en un trabajo: cuando vas adquiriendo maestría y tienes confianza en ti mismo, te sientes seguro. Al principio dependes mucho del exterior, de lo que te dice la persona, el jefe, los compañeros o los colaboradores; dependes demasiado de fuera. Pero cuando vas adquiriendo una consciencia más profunda de ti mismo y de que tienes talento y capacidades suficientes, vas desarrollando esas capacidades y vas adquiriendo seguridad, la seguridad que está en el ser y no en el tener.

En definitiva, si proyecto la seguridad en el tener, seré un inseguro toda la vida y proyectaré la seguridad en terceras personas, que supuestamente me dan cobijo y seguridad, porque no he asumido mi propia seguridad, la de vivir desde mí, y entonces me apoyo en otros. Y si a esas personas les pasa algo, me siento como un niño perdido.

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"Si proyecto la seguridad en el tener, seré una persona insegura toda la vida"

Entonces, en la sociedad en la que vivimos somos lo que tenemos. ¿Qué triste no?

A.J.L.: Es que éste es el gran cisma, el pecado original. Es decir, en lugar de reconocer qué es lo que vemos en un niño (su luz, su brillo, su desnudez, su inocencia...), como en cualquier ser vivo, ponemos en cuestión su valor. Y el niño vale, aunque apenas no pueda balbucear una palabra.

El niño no tiene ninguna autonomía, pero qué valor, qué valía, qué luz. ¡Es prodigioso! Y su energía, su encanto, su gracia... Si nos educaran reconociendo el potencial que somos y constatando que “vales por lo que eres”, otro gallo cantaría. Lo que pasaría es que tendríamos una confianza extraordinaria en nosotros mismos, que esto es lo que les pasa a las personas que realmente funcionan, aquellas que tienen confianza en sí mismas, en su riqueza interior, en sus talentos, y no dependen de lo que tienen. Se sostienen en lo que son. Educar debiera ser esto y no la barbaridad que nos hacen.

La sociedad nos hace débiles, nos hace apoyarnos en lo que tenemos, en lo que conseguimos, en lo que adquirimos, en lugar de decirnos, “oye, ¡tú vales un potosí”!, que es la única, gran y maravillosa verdad.

Con esta educación social que recibimos ponemos el dinero, lamentablemente, por encima de todo. En este momento está funcionando así hasta que cambiemos esta mentalidad, porque con la mentalidad basada en el tener, el dinero es como el máximo garante del tener. Y, por lo tanto, las personas están proyectadas y condicionadas absolutamente por ello. Por eso es tan necesario desmontar la idea que tenemos acerca del dinero.

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"Con la educación social que recibimos ponemos el dinero, lamentablemente, por encima de todo"

¿Puede estar en nuestra infancia el origen de una relación carente o de miedo respecto al dinero?

A.J.L.: Por supuesto, el origen está en la infancia, por supuestísimo. Todos nosotros nacimos vírgenes y conectados a la vida. Pero la mente virgen del niño la construye la sociedad a su imagen y semejanza. Vivimos en una sociedad que básicamente descuida el Ser, ha olvidado el poder del Ser, no ve en profundidad las cosas, solo ve apariencias y se fundamenta no en ese poder de ser y en su verdad, sino en el tener, en el conseguir. Es un error pandémico y endémico. Es un virus que se nos va contagiando y nos provoca un estado de neurosis que es en el que se vive hoy en día. Y esto se origina en la infancia, claro. Desde niños no se nos potencia un crecimiento libre, lo que se nos señala es que hemos de ser de un modo, que el bien es ser así, es ser asá, es tener esto y tener aquello.

Pero en la infancia también se nos marca nuestra relación concreta con el dinero. Cuando somos pequeños se nos dice “uy, el dinero hay que tener el justo, el dinero no es bueno, el dinero hay que ganarlo como sea...”. O sea, se nos va lanzando una enorme cantidad de mensajes acerca de cómo el dinero debe funcionar en nuestras vida. Pensad que las actitudes son expresión de las ideas. Una cosa es lo que tú dices, pero lo que haces está expresando tus ideas inconscientes y profundas. Entonces, el comportamiento que tengo con el dinero es: que si lo gasto, que si lo ahorro, que si tengo, que si no tengo... todo eso viene marcado por unas ideas, que nos introyectaron cuando éramos niños.

"Vivimos en una sociedad que básicamente descuida el Ser, ha olvidado el poder del Ser"

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¿Puedes contarnos cómo es y cómo ha sido tu relación personal con el dinero?

Elle.es: Pues la verdad es que para mí el dinero no existe. Si te soy sincero, yo no le presto ninguna atención. No miro lo que tengo o no tengo. Yo me siento extraordinariamente rico y la gente cuando me ve piensa, este tío es rico, este tío debe ser de familia... Mi relación con el dinero es que he vivido siempre muy al día, absolutamente al día, lo cual me enorgullece y sigo viviendo así.

Pero me siento extraordinariamente rico porque sé de dónde viene la riqueza y estoy ahí, estoy abierto a esa abundancia de la vida. Sé que es la vida la que me da todo lo que necesito en cada momento. Sé que me da todo lo que necesito y sé lo que me pide. Y lo hago, por supuesto. Darlo todo. Yo vivo centrado en dar. Es lo único que me ocupa. Darlo todo. Y darlo todo en cada momento. En eso soy absolutamente entregado y ambicioso. Me doy por completo. Ahora mismo en esta entrevista quiero darlo todo. Y en cualquier momento, sea laboral o personal, en mi vida cotidiana... Sé que este dar me ha hecho rico. Y me hace cada vez más rico. Porque el dinero no me preocupa, ya vendrá. Sé, además, que cuando hay una cosa que viene dictada por la vida, se va a realizar.

Eso que llamamos azar es parte de la voluntad y de la inteligencia de la vida, aunque la mente humana no puede explicarlo y le da el nombre de azar. Pero el azar no existe. Todo es milimétrico y la ley que gobierna esa precisión milimétrica, que hace que las cosas vengan de una manera o de otra, es la ley del dar, del darse. En esta vida hemos venido a florecer, ésta es nuestra ley y nuestra única responsabilidad. Yo lo tengo muy claro.

A mí no me preocupan las consecuencias de mis actos. Lo que sí me importa es la calidad de mis actos. O sea, que cada acto represente mi alma. Para mí, es como un artista, yo, cada cosa quiero que refleje la totalidad y me entrego, sin pensar en el dinero. No me puedo ocupar del dinero, de lo que tengo, lo que no tengo... eso sería miserable. Me ocupo de darme hasta la extenuación cada día. Y cada noche me voy a dormir con la sensación de que lo he dado todo. ¡Qué gusto, qué bien! ¡Gracias! Vivo en el agradecimiento y en la gracia, como un niño. No hay otra opción. Y así vivo por fortuna.

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"En esta vida hemos venido a florecer, ésta es nuestra ley y nuestra única responsabilidad"

Combatir nuestras ideas respecto al dinero, ¿nos hará ganar más? ¿Al liberarnos de esa mala relación será más fácil ganarlo?

A.J.L.: Pues sí, fluirá, fluirá. El dinero no se gana, el dinero viene. Es decir, aquí la cuestión, y por eso te lo decía antes en mi posición personal, es que no te tengas que ocupar de asuntos menores. Estás para vivir a lo grande, no para ocuparte de la gestión administrativa. El dinero vendrá. Si tú te centras en él, pondrás obstáculos y dificultades. Cuanto más libre vivas de él, cuando vivas en una grandeza y una generosidad extraordinaria, el dinero te vendrá. Es decir, uno ha de estar en el dar y cuando se da, es tan generoso, tan amplio, que la devolución por parte de la vida es inmensa. De lo que tú plantas, recoges multiplicado. Pero siempre y cuando no plantes para recoger. Esto es lo que tienes que tener muy claro. Tú plantas por el gusto de crecer. Y luego eso dará frutos. Frutos inmensos. Y cuanto más das, más recibes. Es que dar y recibir conforman una unidad, una perfecta unidad. Tú céntrate en dar, que es tu labor. Porque has encarnado para dar toda esta riqueza y potencial que eres. Vives lo que das.

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"Cuanto más libre vivas del dinero, cuando vivas en la grandeza y la generosidad, el dinero vendrá"

Dices que la abundancia se encuentra en el Ser y que el dinero es sólo una expresión del mismo. ¿Mejorar nuestra relación con el dinero pasa entonces por mejorar la conexión con nosotros mismos? Esto tiene un matiz espiritual…

A.J.L.: Absolutamente sí. En cuanto al matiz espiritual, yo diría natural. Me gusta la palabra natural porque espiritual parece que lo sacamos hacia el territorio de lo sobrenatural. ¿No es volver a lo natural lo que hacen los seres vivos...? También un sabio, por supuesto, y también un niño. ¿Cuál es el fundamento de la riqueza? Es muy sencillo. Mírate. Tú dices, "¡ay!, mira cuánto dinero tengo". Sí, pero ¿este dinero de dónde viene? De todas las cosas que has hecho. Y estas cosas que has hecho, ¿gracias a qué las has hecho? A una energía, ¿no? ¿Y esta energía de dónde viene? Esta es la pregunta del millón, porque ahí está la fuente de la abundancia. Pues viene de un aspecto profundo interno que no es perceptible, llámalo espiritual o llámalo como quieras. Yo diría profundo, que no tienes en cuenta, que es donde está la fuente de la riqueza, es decir, la abundancia.

Dices, “qué idea más genial el que inventó no sé qué, fíjate qué fortuna”. Pero, ¿de dónde vino esta idea? ¿De dónde vino esta inspiración? Pues de un lugar profundo, de un lugar de conciencia, ahí lo tienes. Ahí está la fuente de toda idea, de todas las intuiciones. Esa es la abundancia, de ahí la riqueza.

Espiritual significa cultivar un encuentro profundo contigo mismo. El Ser no son palabras grandilocuentes. El ser es la fuente. No es un hecho. Todo lo que haces sale de una energía. ¿De dónde sale esta energía? Míralo y verás que esto te lleva a un territorio interno profundo. Y te das cuenta de que efectivamente esta energía late en ti. Ese es el poder de la vida. Ese eres tú. Ahí está la abundancia. Lo que ves y vives en profundidad luego te permite tener ideas, y que la energía que tienes te permite realizarlas. Y entonces eso deviene un producto. Y ese producto te da unos beneficios. Y eso se convierte en dinero, sí. ¿Pero de dónde viene el dinero? ¿Cuál es la fuente de riqueza? El dinero es el efecto terminal. El dinero viene de volver a lo espiritual, a lo natural. De mirar las cosas con inteligencia, verlas en lo profundo.

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"El dinero viene de volver a lo espiritual, a lo natural, de ver las cosas con profundidad"

Hay muchos gurús que dicen que el dinero es una energía que hay que mover, que ser generosos y gastarlo nos traerá más dinero. Esto no parece fácil cuando uno está en números rojos...

A.J.L.: A mí hacer referencia a los gurús no me gusta, es un esquema antiguo. Gurú, “el gran padre, maestro espiritual”... Nuestra sociedad se ha alejado de nuestras liturgias occidentales para abrazar las liturgias orientales. Para mí más que gurús es la sabiduría que dejan sus testimonios, sin mitificar. El dinero representa la energía. La energía que te doy, tú me la devuelves con tu energía y el símbolo de eso es un dinero. Es una función útil, inteligente. Siempre y cuando no nos confundamos y creamos que el dinero es real. El dinero no es real. Ahora el dinero ya ni siquiera es un papel con una numeración. El dinero es una representación de algo real. ¿Qué es lo real? La energía es lo único real. La energía que hace que hagas cosas y que la gente, con ese dinero, te las devuelva. Entonces, el dinero cuantifica la energía que mueves. Quien mueve mucha energía, pues lógicamente hace que mueva mucho dinero.

¿Y cuál es el centro de la riqueza? El recordatorio de la abundancia. Y la conexión profunda con uno mismo nos trae esto, darte cuenta de que eres pura abundancia. Y luego vivir con riqueza. Dar y dar y dar. Todo eso te hace, pues, que ya está. Es igual los números que tengas. Tú sigue dando, sigue dando, sigue dando. No te preocupes de los números. Eso es la riqueza.

El dinero vendrá. Buscarlo es la mejor manera de alejarte de él. Para encontrar, hay que encontrarse. Es decir, encuentra la riqueza, no la busques. El dinero te hará buscarla. El vivir a lo grande y con abundancia te hará encontrarla. Vive ahí y el dinero ya vendrá. Tú a lo tuyo. Lo tuyo es ser tú. Lo tuyo es dar lo mejor de ti mismo. Eso es lo tuyo. Cuando no das lo mejor de ti mismo, vives en la pobreza. Por mucho dinero que supuestamente recibas. Si no das lo mejor de ti mismo, estás en la miseria. Dar es ser rico. Esperar es pobreza.

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"La conexión profunda con uno mismo nos trae esto, darte cuenta de que eres pura abundancia"

En tu charla decías que no vas a enseñar a ganar más dinero sino a ganarle la batalla al dinero, a dejar de ser sus esclavos. ¿Puedes darnos algunos consejos para empezar a mejorar ya nuestra relación con el dinero?

A.J.L.: En la charla, efectivamente, hablé de cómo no vivir encerrado en la trampa del dinero, de qué es la abundancia, de dónde radica la riqueza y seguiré dando consejos para mejorar la relación con él (en las respuestas anteriores ya hemos hablado de ello). Pero para repasar y simplificar, aunque ya habréis entresacado unos cuantos tips en las preguntas anteriores, aquí os dejo un breve resumen: Recordar cada día y en cada momento el Ser abundante que eres. El Ser es el paradigma de abundancia. Estar centrado en dar y no en recibir. En dar en cada momento lo mejor de ti mismo

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