Conseguir que tu estilo evolucione con el paso del tiempo hasta llegar a un punto en el que sientas totalmente cómoda con todas las prendas que te pones no es algo que consiga todo el mundo. Silvia Zamora, también conocida como 'Lady Addict', lo ha hecho y por eso ahora siente que es capaz de dar tu toque personal hasta a los looks más básicos y clásicos. Incluso renuncia a algunas tendencias con las que, por mucho que se lleven, no se siente identificada. No suele planificar con mucha antelación y es capaz de preparar un estilismo perfecto para un evento con tan solo una hora y media de antelación.

Los imprescindibles de su armario son, en primer lugar, los vaqueros. No concibe un buen look sin unos pantalones tejanos y por eso creó su propia firma, Lia Jeans. Tampoco pueden faltar las camisetas blancas y los jerséis de color negro, por los que confiesa que siente obsesión. Pero sin duda la pieza más especial de todo su vestidor es un bolso de Valentino que compró por mucha ilusión en un cumpleaños.

Silvia Zamora Lady Addict vídeo vestidor
Elle

A la hora de ordenar su ropa reconoce que tiene un sistema muy personal en el que ella se aclara sin problema. Por colores y por prendas, separando las prendas de vestir de las camisetas, vaqueros o vestidos de fiesta. Los accesorios también tienen un hueco especial (aunque afirma que no suele recurrir a modelos muy llamativos) y mención a parte merecen sus zapatos que tienen una habitación para ellos solos en su lugar de trabajo. Ordenarlos por colores es algo que le facilita mucho la vida a la hora de elegir cuál es el más adecuado para cada 'outfit'.

Si tuviera que elegir tres looks para definir su personalidad lo tiene muy claro. El primero sería un vaquero más una camisa blanca o negra. El segundo un vestido corto negro de fiesta y por último, unos vaqueros tipo 'slouchy' (tan de moda ahora mismo) un abrigo camel y un par de zapatillas. Sin lugar a duda, el color que manda en su armario es el negro. Se encuentra muy favorecida y muy cómoda con él y si necesita ese algo más, con un toque de rojo en sus labios ya es suficiente.