El estado psicológico es clave en la superación de cualquier enfermedad, más aún si hablamos de cáncer. "La actitud frente a la enfermedad es decisiva. Es lógico pasar por diferentes estados de ánimo: la sorpresa ante la sospecha, el shock con el diagnóstico, los miedos ante la operación y/o el tratamiento", dice Inma Blanquer, directora del centro de Assari, que ofrece servicios coadyuvantes de apoyo durante y después del tratamiento de cáncer, y quien habla desde la propia experiencia, ya que vivió en primera persona un cáncer de mamá. Como Inma recalca, "es vital la convicción de la curación, sentir que cada fase del tratamiento es un paso hacia delante, que es un proceso con una duración limitada, unos meses complicados tras los que se vuelve a una vida absolutamente normal". Para ella, "vivir con el mayor optimismo posible es la mejor medicina, vivir día a día, pasito a pasito con ánimo y una sonrisa".

"En un paciente con cáncer es muy importante tener una buena salud emocional porque, aunque no hay evidencia científica de que mejora la enfermedad, sí hay relevancia en la adaptación a los cambios, a la resiliencia (capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas)", dice Curro Millán, vicepresidente de la Asociación Española de Fisioterapia Oncológica. Según este experto, un buen estado emocional también ayuda a afrontar el tratamiento y recalca la importancia del autocuidado, de tener una actitud activa respecto a las decisiones que afectan a la salud, lo que también evitará el aislamiento social y ayudará a gestionar mejor el estrés propio de la situación.

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Mímate y déjate mimar

"Mi terapia psicológica fue el ejercicio, cuidar la alimentación, practicar meditación, recibir acupuntura para subir las defensas, premiarme con algún masaje suave, mimarme y dejarme mimar, sentirme muy querida por todos los mensajes cariñosos y de ánimo que recibí", nos cuenta Inma. "También entretenerme con actividades de ocio, trabajar aunque a un ritmo más suave y regalarme días de descanso. Me dieron un consejo que agradecí mucho y es que, después de desayunar, me concediese un rato leyendo prensa o haciendo alguna actividad tranquila en lugar de lanzarme a toda mecha a por el día. Magnífico consejo, es como convertir en sábado cualquier día entre semana".

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Apoyo psicológico y meditación

La terapia psicológica siempre es un gran apoyo en cualquier tratamiento oncológico, ya que "te ayudará a expresar tus miedos, a gestionar las situaciones con optimismo y tranquilidad y a aprender pautas de comportamiento que ayuden a resolver inquietudes de una manera positiva", apunta Blanquer.

Meditación. Esta técnica milenaria, fácil de practicar incluso por tu cuenta, puede ayudarte mucho a gestionar el estrés y las emociones negativas propias del proceso. "La meditación me proporcionó serenidad, conciencia y me ayudó a relativizar los miedos", cuenta Blanquer. Desde la AEFO recomiendan también los talleres de mindfulness y la participación en grupos de apoyo. Psst. En la plataforma Aomm.tv puedes encontrar clases de meditación y mindfullnes guiadas que puedes seguir fácilmente desde cualquier sitio.

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Nutrición y belleza

"Cuidar el aspecto físico es fundamental, mas que nunca. Ponte guapa y te sentirás mejor. El autocuidado es un regalo muy preciado y beneficioso", dice Inma. Como nos cuenta Blanquer, para ella fue fundamental el cuidado de la alimentación, la práctica del ejercicio físico, la meditación y el cuidado de la piel. "Llevar una nutrición saludable a base de productos frescos, verdura, fruta, proteína poco magra, evitando procesados, azucares y harinas refinadas me hizo sentirme muy bien, era una manera de ser respetuosa conmigo misma y tomar la decisión de proporcionar a mi cuerpo la mejor 'gasolina', cuenta la directora de Assari.

Tratamientos recomendados. Desde Assari, durante el tratamiento de cáncer únicamente aconsejan tratamientos hidratantes y nutritivos con productos específicos y testados en procedimientos oncológicos. "Desaconsejamos cualquier tipo de tratamiento agresivo, exfoliaciones, peelings o productos complejos que puedan dar reacciones alérgicas, y prohibido cualquier tratamiento con aparatología de ondas", apunta Blanquer. "Un tratamiento importantísimo en el caso de extirpación de ganglios en el cáncer de mama es el drenaje linfático para el tratamiento y prevención de linfedema; nuestras fisios han recibido formación del método LEDUC, especializado en oncología", añade. Psst. En Assari tratan las cicatrices por intervenciones quirúrgicas con fisioterapeutas para prevenir las adherencias y mejorar el aspecto físico.

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Por qué es tan importante hacer ejercicio

"Fui muy constante con el ejercicio físico, sé que me ayudó muchísimo tanto a nivel corporal como en el estado de ánimo; mi entrenadora fue mi psicóloga, mi coach", cuenta Inma. "Para mi sorpresa, en mi primera visita el oncólogo me dijo que era casi más importante como factor preventivo el ejercicio físico que la quimio; en el corto plazo me señaló la importancia del ejercicio (sobre todo aeróbico) para sudar y así expulsar la toxicidad de la quimio; en el medio plazo, porque ayuda a controlar el peso, fortalecer sistema óseo y musculatura, y a regular el funcionamiento de los órganos internos", dice. Como recalca Blanquer, el hábito de hacer ejercicio físico es un seguro de vida. "El sobrepeso es un 'alimento' para las células cancerígenas", añade.

Ejercicio recomendado. Blanquer recomienda ejercicio aeróbico suave y controlado y entrenamiento personal adaptado a cada caso concreto con profesionales que tengan experiencia con pacientes oncológicos. "Cada caso es diferente y por eso creo que es mejor el entrenamiento personal que las clases colectivas. El tipo de ejercicio y la intensidad dependen de si ha habido cirugía o en qué momento del tratamiento se encuentre el paciente o cuánto tiempo lleve en el proceso", apunta. Psst. Desde Assari recomiendan especialmente la marcha nórdica "porque es una actividad adaptable a las condiciones del paciente, de fase aeróbica 2, al aire libre -lo cual es muy positivo a nivel anímico- y en la que mueves el 90% de tu musculatura, tanto el tren superior como el inferior".

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Fisioterapia oncológica

Como señalan desde Assari y la Asociación Española de Fisioterapia Oncológica, la fisioterapia es un parte muy importante en el tratamiento de los pacientes oncológicos. "Esta disciplina tiene atención pre y post tratamiento, por lo que ayuda al paciente a prepararse físicamente", subraya Millán. "En aquellos pacientes que no realizaron el pre-tratamiento y tienen secuelas, la fisioterapia oncológica puede conseguir la mayor calidad de vida posible reduciendo las secuelas", añade.

Como explica Millán, la fisioterapia oncológica tiene una especialidad dedicada a la prevención y tratamiento de las secuelas producidas en todo el proceso oncológico, desde la cirugía hasta la quimio, radioterapia y hormonoterapia, sea cual sea el estado de la enfermedad. Esta disciplina puede tratar desde el cáncer de cuello, mama, piel, colon o útero al hematológico e infantil.