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Canarias es una tierra para disfrutarla, vivirla, devorarla y también beberla. Por eso, son conocidas como las Islas Afortunadas, porque afortunado es el que vive allí, el que las descubre y el que enamorado de ellas regresa a una y otra vez. Hasta ahora, la gastronomía canaria era sinónimo de: papas arrugas con mojo, queso frito, morena (que sí, que también se come y está riquísima) o vieja. Ahora hay un nuevo producto que entra en juego, con el gofio de kilómetro cero como ingrediente principal: Puro Legado.
Hasta ahora, degustar este tipo de licor solo era posible en algunos bares y restaurantes de las islas, que lo elaboraban de manera casera y perecedera. Estaba prácticamente restringida para autóctonos y curiosos turistas que buscaban encontrar el sabor local. Desde hace unos meses meses, esto ha cambiado. Pero empecemos por el principio.
¿Qué es el gofio?
Es una harina de maíz típica de la cocina canaria. ‘Sació el hambre en época de escasez’, ya que, en la posguerra, jugó un papel importantísimo en la alimentación por su alto poder nutritivo. Su sabor amargo y seco no es digno de cualquier paladar. Sobre todo, si es la primera vez que lo pruebas.
Puro Legado: una crema con historia
Te preguntarás cómo una bebida tan popular entre los canarios no había estado antes en el mercado para el consumidor general. Pues bien, esta misma pregunta se la hicieron un grupo de jóvenes cocteleros conejeros que, tras años sirviendo el producto y testando con sus clientes, apostaron porque tuviese repercusión comercial. David Hidalgo, uno de sus fundadores nos cuenta que: “su objetivo era recoger la historia y la cultura canaria en un sabor que estuviese al alcance de todos, poniendo en valor la agricultura en Lanzarote, que en los últimos años se está viendo devaluada”.
Con materia prima de kilómetro cero, procedente de 'La Molina de José María Gil' (un molino artesanal del siglo XIX que forma parte del patrimonio histórico de la isla), David nos habla sobre cómo “ver crecer este proyecto, ha sido muy gratificante. Comprobar que un canario que probaba la crema se emocionaba al hacerlo, no tiene precio”.
Yo, personalmente, que no soy una fiel amante del gofio y que sufría cuando mi madre lo incluía en el desayuno, reconozco que me encantó esta bebida al primer sorbo. Sin querer, como canaria viviendo en Madrid, en todo este tiempo, lo he convertido en un básico de mi maleta (junto con los tuppers) porque quiero que mis amigos lo prueben aunque no estén en mi pequeño paraíso.
Cómo tomar la crema Puro Legado
Su consumo está pensado para alegrar las sobremesas y acompañar a los postres.
Si es la primera vez que lo tomas, te invito a hacer lo siguiente:
-Coge una copa y sírvete la crema Puro Legado. Degústala. Una vez probada, échale a la copa una piedra de hielo y deja que se enfríe. Vuélvela a probar. La experiencia es completamente diferente. Ahora solo tienes que disfrutarla y acompañarla de buena conversación o convertirla en tu momento gourmet.
Si no es tu primera vez, disfrútala con una piedra de hielo acompañando al café o cambia la leche por la crema. El resultado es un café completamente nuevo en textura y en el paladar, distinto pero muy agradable.
