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Aunque el amor debería celebrarse todo el año, el día de San Valentín es tan bueno como cualquier otro para sorprender a tu pareja con algo especial. Olvídate de las flores, los bombones y las tarjetas cursis, innova, ponte creativa e invita a tu media naranja a vivir una experiencia enoturística que los dos podáis disfrutar. Porque de eso se trata, ¿no?
Unir destino con vino, no puede maridar mejor si lo que quieres es crear experiencias y recuerdos que vayan mucho más allá de lo meramente material. Entras en el mundo de los sueños, las sensaciones, los recuerdos, los latidos... Estas ideas que te proponemos te invitan a soñar y a disfrutar brindando con una buena copa de en la mano. Estos son los destinos más ideales de España y Portugal.
Villa Magalean Hotel & Spa (Hondarribia)
Hondarribia es uno de los pueblos pesqueros más tranquilos y pintorescos de la costa cantábrica. Y justo allí, en el privilegiado emplazamiento de la desembocadura del río Bidasoa, arropado por el monte Jaizkibel y cerca de los Pirineos, se encuentra Villa Magalean Hotel & Spa, un hotel boutique de 4* con una propuesta inmejorable para descubrir Euskadi en el plato y en la copa.
Villa Magalean es el sueño hecho realidad de la familia Miqueu Brousse. El lugar ideal para disfrutar de un turismo sostenible y de proximidad, lujoso y responsable al mismo tiempo, a partir de ocho maravillosas habitaciones, el spa Henriette y el restaurante Mahasti. Caroline y Didier, empresarios franceses enamorados de Hondarribia, amantes de las cosas bien hechas, de los objetos hechos a mano, del arte y la decoración, apasionados de la buena mesa, la gastronomía fina y el mundo del vino, consiguieron conjugar todas estas pasiones para dar forma a este coqueto remanso de paz que abrió sus puertas en 2017 para acoger a todos aquellos que busquen descansar, disfrutar de la naturaleza y el ecoturismo de montaña y costa, o deleitarse con la gastronomía local. Porque en Magalean es posible descubrir la cocina vasca de autor y de Km 0 en manos del joven Markel Ramiro (primera promoción del Basque Culinary Center), junto a una carta de vinos difícil de igualar.
Magalean proviene de “magal”, que en euskera significa regazo, amparo, el verdadero propósito de sus propietarios; mientras que Mahasti quiere decir planta de vid, un avance de lo que nos espera en la sala. Elegante y discreto, cálido y acogedor como el resto del hotel, este restaurante cuenta con una bodega seleccionada minuciosamente por Didier Miqueu, propietario y también productor y comerciante de Burdeos, quien ha elegido grandes vinos propios y de sus amigos para elaborar una sorprendente carta de vinos que propone un viaje desde el producto de la tierra hasta los pagos clasificados de las grandes regiones francesas. Nerea Goñi, desde su vinoteca de San Sebastián, ha sido la cómplice ideal proponiendo una selección original de vinos españoles, a veces poco conocidos, pero que cuentan grandes historias.
Ventozelo Hotel & Quinta (Alto Douro)
Ventozelo no es un hotel al uso. Es una finca donde la hospitalidad se contagia nada más atravesar sus puertas. Un alojamiento rural y enoturístico cuyo objetivo es recibir a los huéspedes a la antigua usanza, en una verdadera granja en funcionamiento, respetando la autenticidad y las tradiciones locales y sirviendo como punto de partida para descubrir la región. Una quinta en la que descansar, disfrutar de la asombrosa belleza del paisaje y descubrir los diferentes espacios que han sido restaurados conservando las raíces sencillas que caracterizan las explotaciones agrarias de la zona. El lugar idóneo para disfrutar del vino, la naturaleza, la historia y los sabores del Douro.
Situada en el corazón de la región vinícola del Alto Douro, en el municipio de São João da Pesqueira, entre Pinhão y Ervedosa do Douro, Quinta de Ventozelo es una de las fincas más antiguas del Duero a su paso por Portugal; con 400 hectáreas, 200 de las cuales se dedican a la vid. 500 años de saber hacer abalan a Ventozelo mientras se adentra en un nuevo capítulo de su historia centrado en la agricultura y la producción de vino, con la vista puesta en el enoturismo y la hostelería. Aunque uno de los factores que hace que este lugar sea tan especial es el paisaje: la hacienda se eleva hasta una altura de 600 metros y se abre en la ladera del río como un anfiteatro. Por eso, para llegar, lo mejor es subirse a uno de los viejos trenes que salen a diario desde Oporto y que ofrecen un pintoresco recorrido por la ribera del Douro.
Una vez allí, nos esperan 29 habitaciones distribuidas en siete edificios diferentes, muchos de los cuales son antiguas estructuras agrícolas que ahora cumplen una nueva función (como los Balões, dos tanques de almacenamiento de vino convertidos en suites dobles con habitación, salón y un porche abierto al entorno), el restaurante Cantina do Ventozelo, que se encuentra exactamente en el lugar donde antaño almorzaban los trabajadores de la finca y que exploran la auténtica cocina regional del Douro y Trás-os-Montes, una sala de catas y un centro de visitantes desde el cual se organizan rutas de senderismo, cruceros fluviales y todo tipo de actividades relacionadas con la naturaleza y la vida rural. Sin olvidar la que ya está considerada como “la piscina más hermosa del Douro”.
Hotel Bodega Tío Pepe (Jerez de la Frontera)
Este acogedor hotel boutique inaugurado hace apenas tres años está levantado sobre las casas que hace 150 años habitaron los trabajadores de la finca de Tío Pepe, una de las bodegas más representativas de Jerez de la Frontera. En pleno casco histórico de la ciudad y, literalmente, integrado en el conjunto monumental del siglo XIX que conforman las bodegas de González Byass, frente al Alcázar y la Catedral de Jerez, el Hotel Bodega Tío Pepe aúna historia, cultura y enología como ningún otro alojamiento.
Es una suerte de oasis cuya azotea cuenta con una pequeña piscina que ofrece una vista única de la catedral, desconocida incluso para los jerezanos. 27 habitaciones decoradas con gusto minimalista, en busca de la calma y la desconexión, un patio a los pies de la calle Ciegos, el emparrado más bonito de Jerez, donde los desayunos evocan la quietud de otros tiempos, y una terraza íntima y tranquila en la que descansar tras un día de enoturismo por el Marco de Jerez. Aunque el primer Sherry Hotel del mundo también dispone de zona fitness, gimnasio, servicio masajes y vinoterapia para los que quieran más.
Una inmersión total en el universo de los vinos de Jerez acercándonos a su historia y su cultura milenaria a través de una experiencia 360 que ofrece, además, recorridos personalizados por la bodega, catas singulares, paseos por el viñedo, visitas al Archivo Histórico y al botellero antiguo y que finaliza, cómo no, con la propuesta gastronómica del nuevo Restaurante Pedro Nolasco.
Azores Wine Company (Isla de Pico, Azores)
Fundada en 2014 por António Maçanita, Filipe Rocha e Insula Vinus, la historia de Azores Wine Company es la de tres personas profundamente conectadas con las Azores, concretamente con la isla de Pico, que se cruzan al final de la primera década del siglo XXI en torno a una pasión a la que dedican gran parte de su vida: los vinos y la gastronomía de este singular paraje volcánico.
El enoturismo es, para esta bodega con alojamiento, una experiencia que nos invita a saborear la tierra y el mar, a sentir los placeres de las cosas buenas y sencillas de la vida. Un homenaje a la historia y a los héroes que dieron forma a los impresionantes currais, cercados de roca volcánica levantados hace siglos para proteger las viñas y que dibujan el paisaje de viñedos de esta isla portuguesa (una de las 14 regiones vitivinícolas clasificadas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad) haciendo posible lo imposible.
En Pico se dice que no hay bodegas, sino adegas. Tradicionalmente, las adegas son lugares donde los amigos se reúnen para elaborar vino y disfrutar de grandes momentos alrededor de la mesa sin prisas y sin preocupaciones porque suele haber hay una cama en la que dormir. Y así es la adega de Azores Wine Company, un lugar donde degustar vinos, vivir una experiencia gastronómica sin igual en el primer y único restaurante gastronómico de la zona y dormir en la comodidad de unas increíbles habitaciones construidas entre los currais, bajo la tutela del volcán que da nombre a la isla y con vistas a un océano infinito.
Abadía Retuerta Le Domaine (Valladolid)
Es difícil explicar en un par de párrafos todo lo que se puede ver, hacer y sentir en Abadía Retuerta Le Domaine, ya que el lujo experiencial entorno al vino cobra su máxima expresión en este rincón próximo a Sardón de Duero (Valladolid). Un hotel 5* con 27 habitaciones dobles y 3 suites (ocho de ellas ubicadas en el edificio de las antiguas caballerizas) y una bodega que bien podría ser un museo. Todo ello ubicado en un monasterio del siglo XII fundado por la Orden Premonstratense en España, y que mantiene y multiplica la magia del complejo.
Se trata del primer hotel de España con servicio completo de mayordomía y un centro de wellness & spa con la innovadora figura del Spa Sommelier, en cuya completa carta de experiencias enoturísticas incluye actividades a medida en plena naturaleza, como recorrer en todoterreno los lugares más singulares de la finca, rodeada de encinas centenarias y viñedos históricos, paseos a caballo, recorridos en bicicletas eléctricas e incluso vuelos en helicóptero. Por no hablar de las visitas a la bodega, con su espectacular sala de barricas, las catas de sus vinos de pago o los talleres de cocina con el chef Marc Segarra.
Porque Abadía Retuerta Le Domaine es, sobre todo, un destino foodie. Segarra firma todos y cada uno de los espacios gastronómicos del establecimiento, empezando por Refectorio, con 1* Michelin, situado en el espacio en el que tradicionalmente comían los monjes, bajo la atenta mirada de un fresco de 1670, cuya filosofía se articula en tres menús que reflejan una propuesta próxima al entorno y que se abastecen, en gran medida, de productores locales y un huerto propio a orillas Duero. El vino, por su parte, inspira, vertebra y ensalza el discurso gastronómico de todos los espacios culinarios de Le Domaine: Vinoteca, para un almuerzo o una cena relajada e informal; el Pool Bar, ideal para un picoteo ligero o un cóctel; y Calicata, una terraza con vistas al pinar y a los viñedos, cuya apetecible y dinámica carta rescata los sabores de Castilla y León con un guiño cómplice al recetario tradicional.
WoW Porto (Oporto)
Ubicado en Vila Nova de Gaia, en el corazón de las antiguas bodegas de Vinho do Porto, Wow (World of Wine) es el nuevo distrito gastrocultural de la ciudad. Un espacio que equivale a unos 7 campos de fútbol, pensado para dar proyección internacional al patrimonio, la gastronomía y, sobre todo, los vinos portugueses, que se ha impuesto como el primer gran proyecto de interés turístico lanzado en Portugal tras la pandemia.
Pero, no es un parque temático del vino, es un distrito cultural abierto y en armonía con la magia de la ciudad, que recopila la historia y las emociones que se esconden detrás del vino de Oporto, el ritual en torno a esta bebida centenaria y a la buena mesa portuguesa, y que va mucho más allá, sumergiendo al visitante en el patrimonio cultural del país, revelándole los secretos de algunas de las principales industrias de la región, como la textil y o la del cacao.
Una excusa para pasar un día más en la bella ciudad portuguesa, porque este es el tiempo mínimo que necesitaremos si queremos ver y degustar todas y cada una de las sorprendentes propuestas de WoW: 7 museos dedicados al vino, al corcho, a la historia de las copas, al chocolate (fábrica al estilo Willy Wonka incluida), al vino rosado y hasta a la moda, 12 restaurantes para todos los paladares (cocina tradicional, vegetariano, gourmet) , tiendas, una escuela de vino, y un sinfín de actividades y exposiciones con el oporto como protagonista durante todo el año. Para celebrar San Valentín, la oferta se amplía con cenas románticas, catas a ciegas de chocolate y visitas especiales al Pink Palace para brindar con cócteles de oporto rosado, música en directo y menús especiales en todos los restaurantes, para que las únicas mariposas en el estómago sean las de la pasión y no las de hambre.
