Estamos convencidos de que la inspiración no es un deseo que cumple un genio que los grandes artistas tienen escondido en alguna trastienda, sino que procede de un arduo trabajo, tenaz a veces, un talento incontestable y la audacia de quienes se lanzan a viajar por la aventura de lo nuevo. Sobre esto ya tenemos claras unas cuantas cosas, gracias a #Inspira2. Y sabemos que cada artista tiene una forma única de encontrar una frase, un diseño, un personaje...

Las grandes estrellas siempre tienen algo de atrevimiento, porque la forma de romper horizontes ha de tener un elemento de valentía. Es entonces cuando algo que anclaba al genio se destruye para crear y nace lo nuevo. Si bien es cierto que esa valentía parece un proceso algo ambiguo y difícil. ¡Por eso vienen a contárnoslo!

jabois
Pablo Sarabia

Pasar de las palabras a los fogones no parece tarea fácil. La tensión, la precisión y los tiempos no son nada parecidos a los de otros procesos. Por ejemplo, la literatura. Ya hemos visto diseñadores actuando y chefs narradores, entre varios más. Un conjunto de sorpresas y mezclas que nos han fascinado. Pero, así, de un vistazo muy rápido en nuestros bancos de datos, no aparecen muchos escritores que se hayan metido a cocineros (con éxito).

Quizá esta vez demos con el primero. KIA unió a un grande de las letras y un grande de la cocina: Jabois y Guerrero. La última vez, Diego le pidió ayuda a Jabois para que le diera los trucos de la mirada del escritor. El resultado nos sorprendió. En esta ocasión, Jabois tiene que meterse en la piel del chef, y no para uno de sus personajes de novela. Él mismo, con los fuegos. Por suerte, Diego viene al rescate de Manuel.

diego guerrero y manuel jabois
Pablo Sarabia

Ahora es Diego quien lleva al límite a Manuel y le pone en el brete de no tener únicamente que moverse como hace el escritor, también tiene que limpiar, cortar, calentar, hervir, freír, probar... ¡Es que estas mezclas nos encantan! ¿Cómo te imaginas que le saldrán los platos a nuestro escritor? ¿Muy hecho o poco? No-te-lo-pierdas.

«Espera, espera, ¿vas a cocinar tú?»

A Diego le sorprende la iniciativa, pero Jabois se ha marcado el objetivo de hacer una comida «especial» a sus antiguos amigos del colegio. «Quiero contar una historia», dice el autor. Admite que «es una mala noticia» esta decisión, aunque nosotros no estamos tan seguros.

preview for Manuel Jabois se lanza al mundo de la cocina

«Como son colegas de siempre, no me leen mucho, o no me leen nada. Quiero contarles algo que les recuerde a mí o una historia mía», le comunica Manuel a Diego que, hecho ya a la idea de esta nueva aventura, responde: «Vente mañana a la cocina y nos ponemos en marcha. Esto lo sacas». Era la frase que necesitaba para confiar en este proyecto, «algo revolucionario, un menú».

«Llevamos siendo amigos más de treinta años y no les he hecho ni una salchicha». Cuando Diego Guerrero oye esto sabe qué tiene que hacer. En primer lugar, «plantearlo como un juego» y, después, «utilizar lo que se te da bien, contar historias». Trazado el plan, se encienden los fuegos. Pero Diego advierte, y con razón, que «cocinero no se es en un día».

«Hay que entender el producto, la tinta, la herramienta con la que vas a escribir». Un consejo básico y útil. Nosotros también lo hemos apuntado. A ese primer paso le han seguido los detalles de cómo cortar un bonito con el que nos ha entrado hambre.

«El cuchillo me va guiando, y es importante trabajar con máximo respeto nuestro producto», señala Diego. Más tarde, Manuel se anima a cortarlo con un acierto que ya no sorprende. Crack de las letras y, en poco tiempo, de la cocina, aunque la talla de su maestro también es un gran empujón.

jabois y diego guerrero
Pablo Sarabia
«Tengo ideas»

Este encuentro en la cocina de Diego le ha servido a Jabois para hacerse un esquema del menú que va a proponer. Ha aprendido en un encuentro muy estimulante con el que es ya nuestro cocinero favorito mientras el proceso del nacimiento de un chef está en marcha.

«Con esto ya te llevas una cuantas pistas. Sobre todo familiarízate con la cocina, con el medio», le comenta Diego. Mientras tanto, Jabois vuelve al ataque con más fuerza para cocinar un «reencuentro». Manuel confiesa: «He tenido la suerte de buscar la inspiración en un tío tan genial como Diego, pero lo realmente importante es que me he dado cuenta de que puedo conseguir lo que me proponga si trabajo, tengo las herramientas necesarias y la ayuda de alguien tan generoso como él». Además, añade que ya sabía que con Diego iba a conseguir lo que se proponía. «En el momento que tomé la decisión de llamarle, cuando di el primer paso, yo ya sentía que algo marchaba bastante bien; algo hizo click»

manuel jabois en un mercado
Pablo Sarabia
«Creo que lo tengo»

«Le he dado un sentido a todo», le comunica Manuel a Diego. La luz se ha encendido. Un chef ha despertado del mundo de las letras. «Un primero que tenga que ver con mi infancia, mejillones al vapor con un poco de limón, un poco de laurel y albariño». A ese plato sencillo y elegante le seguirá «un carpacccio de bacon marinado con un punto cítrico, salvaje. Y, después, un bocata de calamares con pan de cristal».

Esto último es la unión de puntos de la vida de Manuel Jabois. Él lo reconoce: «Un traspaso de poderes entre Galicia y Madrid para que entiendan que eso era lo que de vez en cuando comía cuando llegué aquí»

manuel jabois cocina
Pablo Sarabia

Lo mejor, como siempre, lo dejamos para el final. ¿Cómo cierra este menú Manuel Jabois? Con algo precioso. Un homenaje para su hijo, el postre que tomaba Manuel de pequeño: «pan con chocolate». Acaso sea porque la infancia es el parque en el que juegan los adultos.

«Inmejorable. Me flipa. Enhorabuena. Has hecho algo que es tuyo, que es lo más importante», reconoce Diego. Ha contribuido, con creces, en la formación de un nuevo ser, el cocinero-escritor.

manuel jabois habla por teléfono al lado de un kia
Pablo Sarabia

«Nadie quiere salir de su zona de confort. Yo tampoco, da miedo, pero a veces es necesario salir un ratito; aunque sea para volver más fresco y para crear, y para ser mejor persona. Y eso es mucho».

Tenemos que decir que esta reflexión de Manuel nos conmueve porque demuestra que tenemos que descubrir nuestros talentos, aquello que nos rodea, y romper las fronteras que nos frenan. Aunque sea a fuego lento.

plato de diego guerrero
Pablo Sarabia

Vía: Esquire ES