No decimos nada nuevo si os contamos que nos encanta descubrir, aprender, explorar. Y de todas las aventuras que hemos emprendido últimamente, nuestro espíritu curioso ha quedado seducido por el hecho de que en #Inspira2 un grupo de lo más selecto nos haya regalado su intimidad creativa.
Esfuerzo, pasión, imaginación y talento. Maribel Verdú, Iván Ferreiro, Najwa Nimri, Palomo Spain... atesoran estás virtudes a raudales, pero ¿qué pasa cuando los invitamos amablemente a abandonar su zona de confort pata lanzarse a otros territorios creativos?
Maribel, Iván y Najwa han demostrado que, ayudándose, pueden trasladar su inspiración a caminos que nunca antes habían transitado y lograr resultados sorprendentes.
¿Pero qué pasará ahora con Palomo? Él ya ayudó a Najwa en un bloqueo creativo. ¿Conseguirá ella hacer lo mismo? No te pierdas el nuevo capítulo con la odisea de la explosiva amistad entre la actriz y el diseñador.
¿Algo que nos encante de esta acción? El cambio de papeles, de roles y explorar cómo se multiplican las posibilidades de creación. Por eso, al tren que nos ha puesto KIA para descubrir lo desconocido y lo hermoso nos teníamos que subir sí o sí. Sin ambages. Sobre todo, cuando es Najwa esta vez la que va a sacar a Palomo del embrollo en el que le hemos metido. ¿Conseguirá Palomo superarse?
El atrevimiento que ha caracterizado a Palomo en sus diseños ha dado un salto para buscar algo que "yo sienta". Y es ahí donde ha aparecido la necesidad de salir de sí, de gritar "¡AHHHH!" y de escuchar una voz amiga, la de Najwa, que le ayude diciéndole que hay que empezar "por desnudarse y quitarse importancia". Y a partir de ahí Palomo ha empezado a emerger, como siempre, y sacar algo "desde dentro para crear algo totalmente nuevo". Aquí abajo tienes el resultado de sacarle el mejor partido a su talento que va "desde la oscuridad hacia la luz".
La pregunta fundamental es sencilla: ¿De dónde saca uno la inspiración? Por más que brillen nuestros creadores, a veces, tienen que enfrentarse al vacío para encontrarla, bucear en los recovecos de su ser.
"En mí hay dos personas, el folklore y el glamour", cuenta Palomo. Esas dos partes son las que quiere unir para extraer lo mejor de sí mismo. Que lo ha conseguido salta a la vista. Para muestra, un botón.
La sabiduría que envuelve a una persona tan polifacética como Najwa no sólo se resume en dar respuestas, sino en formular las preguntas que hay que responder. Como un maestro que indica los posibles caminos y que no obliga a elegir ninguno. O mejor, hace que su alumno se lance a caminar porque no hay camino. Con la mirada puesta en los ojos de Palomo le ha dicho: "Quítate todo lo que te identifica (...). En situaciones de vergüenza ajena es donde no molas nada, y ahí encuentras oro".
¿Cuál es la finalidad? Adentrarse en lo desconocido para encontrar lo nuevo. Dejarse llevar, porque sin rumbo cerrado también se llega a buen puerto. Una vez que Palomo ha entrado en el papel, ha sabido "ponerse feo", "estar triste", "enfadarse" y "desprenderse de todo para ser otra cosa que no seas tú en un reflejo". Ha conseguido estar a tope. ¡Y bien que disfrutamos a Palomo de actor!
Palomo, al final, encontró lo que no sabía que buscaba; lo que era la inspiración. "Mirar más hacia dentro que hacia afuera. Normalmente, siempre es al contrario porque necesito alimentarme con imágenes y con cosas. En este proceso hemos aprendido lo contrario, he tenido que mirar dentro de mí mismo, ver quién soy, saber en qué momento de mi vida me encuentro y saber dónde tengo que ir".
Ya te hemos dicho que Palomo y Najwa, Najwa y Palomo, son una combinación explosiva. Juntos han sido capaces de enriquecerse y superarse. Un aprendizaje que ha acabado en la colección "más personal" de Palomo. "Me he desnudado al completo".
Y, por qué no decirlo, nos hemos emocionado un poquito cuando él ha admitido que "no habría sido posible" sin Najwa. Han conectado y han sabido ser los apoyos que necesitaban para espolear ese rincón solitario de la mente donde se esconden tesoros creativos. Los límites se superan mejor cuando alguien te acompaña.
