Para saber que realmente padecemos una depresión, hemos de fijarnos no solo en sus síntomas psicológicos sino también en los físicos. Diferentes estudios alertan de que la depresión afectará al 40% de los españoles en algún momento de su vida, pero que solo la mitad de ellos serán correctamente diagnosticados y tratados.

¿Por qué no acudimos a los profesionales? Según la doctora Marisa Navarro, terapeuta y autora de los libros 'La medicina emocional' y 'El efecto tarta', "vivimos en una sociedad tremendamente competitiva, en la que no nos permitimos ser vulnerables, y en la que las enfermedades mentales no están aceptadas. Incluso se sigue mirando con recelo a aquellos que acuden el psicólogo o al psiquiatra".

Muchos pensamos que es una parte 'normal' de nuestra vida, estar triste o pasar por una etapa de bajón. Además, según explica esta experta, la forma en la que hemos sido adecuados afecta a que sean sobre todo los hombres los que lo ven de esta manera.

Pero, antes de acudir al experto, veamos: ¿sospechas que ese bajón por el que estás pasando puede ser algo más? Muchas depresiones comienzan con el sufrimiento de un cuadro de tristeza, ansiedad o estrés, provocada por alguna circunstancia determinada o, simplemente porque en la vida lo normal es pasar por diferentes estados en nuestro plano emocional, y al no atenderlos acaban sufriendo una depresión o problemas psiquiátricos graves.

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"Los problemas de salud mental y psicológica han de ser atendidos –de manera oportuna y como cualquier enfermedad– lo antes posible porque, además de complicarse, se expanden como una mancha de aceite, y generan otras afecciones para la salud en general, como problemas digestivos, dermatológicos, cardíacos..." explica Navarro.

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos hace una ligera distinción en su definición de depresión: "se puede describir como el hecho de sentirse triste, melancólico, infeliz, abatido o derrumbado. La mayoría de nosotros se siente de esta manera de vez en cuando durante períodos cortos", señala, pero apunta que "la depresión clínica implica que todos estos sentimientos interfieran en tu vida durante un período de algunas semanas o más".

Síntomas de la depresión

Según Mental America Health, los síntomas a los que hay que estar alerta son los siguientes:

  • Persistente estado de ánimo triste, pleno de ansiedad o 'sin sentido'.
  • Insatisfacción y desinterés por actividades que antes disfrutaba, incluyendo el sexo.
  • Inquietud, irritabilidad.
  • Síntomas físicos persistentes que no responden a tratamiento, tal como dolor crónico o trastornos digestivos.
  • Dificultad para concentrarse en el trabajo o el ámbito escolar, o dificultad para recordar cosas o tomar decisiones.
  • Fatiga o pérdida de energía.
  • Sentimientos de culpa, desesperanza o inutilidad.
  • Pensamientos de suicidio o muerte.
  • Movimientos muy lentos o muy rápidos.
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Las actividades diarias normales también cambian cuando se está deprimido. Puedes:

  • Tener problemas para dormir o dormir más de lo normal.
  • Movilizarse más lentamente o parecer "asustadizo" o agitado.
  • Sentirse mucho menos hambriento que antes o incluso bajar de peso.
  • Volverse menos activo o dejar de hacer actividades habituales.

Si se padecen cinco o más de estos síntomas, es conveniente acudir al médico de cabecera para comentarlo y determinar la posibilidad de estar sufriendo una depresión.

Los tipos de depresión

Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la depresión más común se denomina depresión mayor, y es aquella en el que los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria por semanas, o períodos más largos de tiempo. Por otro lado, el trastorno depresivo persistente es un estado de ánimo depresivo que dura 2 años en el que el paciente puede tener momentos de depresión mayor junto con épocas en las que los síntomas son menos graves.

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Pero hay otras formas de depresión, como la posparto, con síntomas de la depresión mayor; el trastorno disfórico premenstrual (TDP) o síntomas depresivos que ocurren una semana antes de la menstruación y desaparecen justo después de menstruar; el trastorno afectivo estacional (TAE), que ocurre con mayor frecuencia durante las estaciones de otoño e invierno, muy probablemente debido a la falta de luz solar; la depresión mayor con características psicóticas, que se da cuando una persona padece de depresión con una falta de contacto con la realidad (psicosis) y, finalmente, el trastorno bipolar sucede cuando la depresión se alterna con manía (conocido previamente como maniacodepresión).

Nunca automedicarse

Navarro señala que, en cualquier caso, lo que nunca se debe hacer es automedicarse o intentar buscar fármacos online que puedan ayudar a combatir esa situación: "Los medicamentos siempre han de ser recetados por un profesional, pero esto es algo que, aunque muy lógico, no siempre se hace", afirma. España es líder en Europa en el uso de ansiolíticos como el Orfidal y el Trankimazín, que se consumen en nuestros días hasta cinco veces más que hace un cuarto de siglo.

¿Qué podemos hacer para prevenir estados de ánimo negativos? Según Navarro, "hacer ejercicio, comer adecuadamente, relacionarnos con personas que nos sienten bien y alejarnos de las tóxicas, hacer actividades al aire libre, aprender a relativizar las cosas, y siempre solicitar ayuda cuando se necesite" deben ser guías de nuestra actitud.