¿Qué es una familia tóxica? ¿Cuáles son las consecuencias de vivir en este tipo de entorno? Lo hablamos con el psicólogo Juvenal Ornelas de Mundopsicologos.com, que nos explica cuáles son las señales más comunes para identificar a una familia tóxica y nos sugiere algunos métodos para neutralizar sus efectos.

Volviendo a la primera pregunta, como dice Ornelas, “para responder a esta consulta debemos dejar claro primero el concepto de identidad familiar”. Como aclara este psicólogo, cada uno de los miembros del grupo familiar tiene su carácter, personalidad y forma de ser y dentro del núcleo familiar representa un rol en el grupo. “En las familias tóxicas lo que sucede es que no se respeta el carácter propio de los miembros. Se crean erróneamente dentro de la familia envidias, celos que no tienen base real, pero que hacen que la relación en sí misma tenga tintes tóxicos”, explica Juvenal Ornelas.

familia tóxica
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Señales más comunes para identificar a una familia tóxica

“Las señales más comunes es que entre los miembros no se entienden -unos pueden tener un carácter más victimista (suelen ser los padres) y otros más salvadores (los hijos)- y la relación nunca tiene un carácter de respeto e igualdad de sus miembros”, dice Ornelas. Como explica, “es como si la relación tuviera que tener un porqué o una solución, en vez de verla como una relación libre y de respeto entre los miembros”. En este contexto, “que uno de los miembros piense diferente hace que se sienta aislado del resto y, con ello, comienza a sentir que su familia no le quiere o no le comprende, y para ser aceptado cambia y entra en una dinámica destructiva consigo mismo”, dice Ornelas.

El primer paso es identificar si realmente estamos en una relación familiar tóxica. En tal caso, se tienen que producir algunos de los factores que señala el experto de Mundopsicologos.com:

  1. Conflictos constantes. Falta de respeto o incluso violencia y abuso físico o verbal. Puede ser entre los padres, entre hermanos, padres/hijos.
  2. Críticas muy duras y continuas. Si en una familia las críticas no son constructivas, es probable que sean la señal de relaciones tóxicas.
  3. Problemas o falta de comunicación. Cuando las personas tienden a poner distancia en las relaciones, son muy autosuficientes y, lamentablemente, carentes de vínculo afectivo.
  4. Manipulación y exceso de control. Tendencia a controlar aspectos de la vida personal y profesional de los demás del entorno familiar.
  5. Manipulación emocional. Es otro tipo de manipulación, que utiliza el chantaje emocional y el engaño.
  6. Confusión de roles familiares. Los padres y los hijos se intercambian los roles, con consecuencias peligrosas en la salud mental, especialmente de los hijos, que tienen que marcar límites a sus progenitores o actuar como si fueran la pareja de la madre o del padre.
  7. Distanciamiento emocional. Son familias en las que no falta nada, pero la relación emocional es fría. Faltan abrazos, besos, palabras cariñosas, escucha. Esto tiene consecuencias en la psique de todos.
  8. Expectativas poco realistas. Padres que intentan alcanzar sus objetivos personales a través de sus hijos, o familias que se caracterizan por un exceso de disciplina.
  9. Abuso de drogas o alcohol. Las personas con algún tipo de adicción pueden llevar una conducta peligrosa con los demás miembros de la familia.
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Consecuencias de vivir en una familia tóxica

Entre las consecuencias más comunes de vivir en una familia tóxica, Ornelas menciona:

  • Baja autoestima
  • Sentimientos de soledad
  • Sentimientos de inutilidad o de culpa que suelen convertirse en algo crónico
  • Relaciones de pareja problemáticas
  • Problemas psicológicos

“Las consecuencias de la familia tóxica es que se regenera en los hijos con sus hijos, que se pasa a utilizar la manipulación entre los miembros de generación en generación, creando un hábito de conducta propio de ese entorno familiar”, dice el psicólogo. “Los miembros por separado siempre se sienten mal, no se respetan, no se escuchan, y siempre existe la queja como argumento en las reuniones de grupo, y con ello, el patrón se completa con discusiones entre los miembros por la no defensa de la idea global”. Ornelas nos pone un ejemplo: “Una madre tiene una discusión con una tía y le solicita apoyo a sus hijos en esa cruzada y uno de los miembros se niega a seguirla porque no comprende esa discusión que se puede solucionar entre la madre y la tía. Queda por ello señalado como impostor y se le aísla. Este es un típico comportamiento tóxico, donde no se respeta a los miembros”.

¿Viviendo en una familia tóxica, acabas convirtiéndote en una persona tóxica? “Por la definición de una familia tóxica, siempre alguno o buena parte de ellos, son personas con perfil tóxico, por envidias, recelos, etc. no se puede ser parte de algo sin estar dentro de algo”, apunta Juvenal Ornelas.

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Cómo neutralizar a una familia o un familiar tóxico

“El primer paso para neutralizar una familia tóxica es, como siempre, darse cuenta de ello”, recalca el psicólogo. “El hecho de vivir en una familia tóxica es un obstáculo al bienestar psicológico y emocional, por esto hay que resolverlo cuanto antes, con aceptación y tomando las distancias pertinentes”.

¿Qué hacer si nuestra familia es tóxica? Como dice Ornelas, “el método más seguro y rápido siempre es aislarse tanto temporal como presencialmente del grupo”. Según este experto, “debemos dejar de alimentar ese comportamiento que nos daña dentro de la familia, darte un espacio donde para que se puedan crear vínculos de respeto es importante”. Como añade, “no se va a convencer a un tóxico que deje de serlo, todos los esfuerzos que se hagan serán en vano, siendo más eficiente el alejamiento del miembro que quiere ser ‘sano’, del núcleo del problema”, concluye el psicólogo Juvenal Ornelas.