Si te gusta la carne de textura más tierna y con una buena dosis de jugosidad y algo de grasa, y quieres descubrir la mejor forma de preparar unos muslos de pato, no puedes perderte nuestra receta de pato con salsa de manzana al vino. Puede que suena en principio un plato complicado de elaborar en casa, pero con nuestra receta, si sigues el detallado paso a paso que te explicamos, no tienes de qué preocuparte porque vas a dejar a un lado los miedo y vas a ver como triunfas en la mesa con una deliciosa receta que es tan diferente y sorprendente que tus comensales no van a saber ni qué decir.

En nuestra sección de Recetas Fáciles ya te hemos dado algunas ideas para que prepares diferentes recetas con pato en tu propia cocina. Por ejemplo, el icónico Magret de pato con una salsa de escándalo, la de Pato confitado con salsa de ajos que te podemos prometerte que está riquísima o la icónica que arrasa en los restaurantes chinos de moda, como es la del Pato lacado que nosotros acompañamos con semillas de sésamo. Vamos, que tienes para elegir, y te va a resultar difícil porque todas son sublimes.

Del pato como alimento tenemos que contarte que no suele ser muy utilizada en nuestra gastronomía, y que solemos degustarla fuera de casa. Es curioso, porque en países como Francia, tan cercano a nosotros y cuyas influencias mutuas compartimos en nuestra cocina, es un producto estrella desde hace más de medio siglo. Más tradición tiene en el lejano oriente, donde es un básico de su cocina.

Sobre las propiedades nutricionales del pato, lo primero es situarlo en el grupo de la carne de aves y de las carnes blancas magras, y a partir de aquí tienes que saber que contiene 19 g por cada 100 g de proteínas de alto valor biológico, que aporta vitaminas esenciales destacando las del grupo B -relacionadas con el metabolismo celular- como la tiamina (B1), el ácido fólico (B9) y la cobalamina (B12), entre otras; y minerales como hierro, calcio, zinc, potasio, magnesio, fósforo, cobre, hioluro y selenio que ayudan a un buen funcionamiento del cuerpo y garantizar la formación de los huesos y la regulación del ritmo cardiaco.

En cuanto a los cortes más consumidos, son las pechugas o Magret y los muslos, que son más grasos y solemos prepararlos en confit.