Todo sobre tu salud íntima
¿Te da corte hablar sobre tu vagina? ¿Sabes realmente si todo está en orden? Por tu salud, por tu bienestar y por tu vida sexual, te contamos todo lo que deberías saber sobre tu pelvis para identificar y evitar problemas, y disfrutar mucho más en la cama.
Todo lo que ignoramos
Cualquier alteración o problema en tu zona íntima puede tener muchas repercusiones en tu salud: desde desequilibrio hormonales a problemas de peso o de fertilidad. Y, dependiendo del momento del ciclo en el que estemos, “todas las mujeres experimentan en mayor o menor grado esas alteraciones”, como dice el Dr. Miguel Ángel Rodríguez Zambrano, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario HM Puerta del Sur de Móstoles. Pero el mayor problema es que muchas de nosotras desconocemos la existencia de problemas ahí abajo, por desinformación o porque, sorprendentemente, no acudimos al ginecólogo todo lo que deberíamos. Psst. ¿Sabías que según un estudio hasta un 60% de la población femenina es portadora del virus del papiloma humano? Un pequeño número de ellas desarrollará displasias, el paso previo al cáncer de cérvix.
Tu fertilidad
Está directamente relacionada con nuestros órganos reproductores y, sin embargo, pocas mujeres saben cuál es su “edad reproductiva o hasta cuándo pueden ser fértiles”. ¿Quieres comprobar tus conocimientos? Como explica el doctor José Landeras, director médico y ginecólogo de IVI Murcia e IVI Cartagena, “Cada mujer nace con alrededor de 1 millón de óvulos que irá gastando a lo largo de su vida reproductiva; sólo llegarán a madurar de forma completa hasta la ovulación unas 500 de estas células”. Es decir, la capacidad reproductiva de la mujer se va perdiendo progresivamente a lo largo de la vida: el primer punto de inflexión se da a los 35 años, momento en el que sólo queda el 10% de la reserva ovárica inicial. De ahí que si quieres ser mamá pasada esta edad tengas que someterte a un tratamiento de fertilidad y, si la cosa puede alargarse, lo más inteligente sería congelar tus óvulos.
Higiene íntimahigiene
Es obvio que la higiene íntima es fundamental para evitar problemas, pero no debemos obsesionarnos con ella ni pasarnos con los lavados. Como dice el Dr. Pedro Rodríguez Abad, Jefe del Servicio de Ginecología del Hospital Nuestra Señora de Gracia, “la mejor manera de mantener la vagina bien es no exponerla”. Y es que no hay que tratar de medicalizar ni extremar la higiene, ya que, como dice este experto, “la vagina tiene sus propios sistemas de protección”. El agua limpia y los jabones de toda la vida, o agua con manzanilla de flor si hay algún pequeño problema, son lo mejor.
Consultas sorprendentes
La falta de desconocimiento de muchas mujeres sobre lo que es normal o no respecto a su vagina, hace que se produzcan consultas sorprendentes a los ginecólogos. ¿Una de las más típicas? La retención de un tampón. “La mayoría no sabe que la vagina es un fondo de saco que no tiene contacto directo con el abdomen y que el tampón podrían extraerlo ellas mismas”, dice la Dra. Rocío Cantarero García, especialista en ginecología, obstetricia, senología y patología mamaria de la Agrupación Ginecológica Española. Ojo porque este desconocimiento puede llevarte a cometer dos errores imperdonables: o descuidar completamente tu salud vaginal e incluso ignorar síntomas importantes, o alarmarte en exceso ante cualquier pequeño cambio o alteración. Otro problema grave es acudir al ginecólogo y ocultarle información. Nunca lo hagas, las enfermedades de transmisión sexual siguen estando a la orden del día y en los últimos años las enfermedades reproductivas han aumentado considerablemente, como el síndrome del ovario poliquístico (SOP).
Cuándo hacerte un chequeo
Desgraciadamente, la medicina no debería tener precio pero cuesta dinero, lo que ha llevado a retrasar la recomendable citología anual hasta los tres años, período en el cual podría aparecer una lesión premaligna. Por eso, si tienes un seguro privado, te recomendamos la citología y la revisión de mamas anual, además de las autoexploraciones y dejarte aconsejar por tu ginecólogo ante cualquier problema. Pero, para eso, ¡no olvides ni dejes para otro momento las visitas a este profesional! Acude si. Observas cambios en el flujo, manchados irregulares, prurito, secreción, dolor en las relaciones, aparición de lesiones cutáneas o sequedad. Ten en cuenta que muchas patología, sobre todo del cérvix uterino, suelen ser e asintomáticas al principio.
A partir de los 30
Es la década en la que muchas mujeres son madres. Durante el embarazo, el útero se agranda hasta el tamaño de una sandía y vuelve a reducirse unas seis semanas después del parto. Alrededor del 32% de las mujeres tiene ahora bebés por cesárea, lo que les ahorra un estiramiento similar del orificio vaginal (aunque la cicatriz puede doler o tirar durante años). Psst. Los cambios hormonales que conllevan el embarazo y la edad pueden ocasionar que los labios menores, los "más internos", se oscurezcan. A los 40. Aunque la cantidad de óvulos disminuye rápidamente durante esta década, todavía se ovula y se tiene la regla. Eso sí, los ciclos son más breves y suelen hacia los 51 años con la menopausia. Pero el cuerpo pone punto final a la fertilidad unos 10 años antes. La menopausia también puede aparecer de forma patológica y excepcional antes de los 40, caso en el que hablamos de menopausia precoz o fallo ovárico precoz (FOP).
Tu suelo pélvico
Tus órganos reproductores están sostenidos por tu suelo pélvico, una especie de colchoneta elástica que amortigua y responde contrayéndose ante los esfuerzos. La tela de esta colchoneta serían los músculos, y los muelles, los tendones que se fijan a los huesos pélvicos. Sus funciones. Sexual, sostén de las vísceras, continencia miccional, de gases y defecatoria. La edad, los partos, los deportes de impacto, la menopausia o el estreñimiento crónico pueden debilitarlo y provocar incontinencia, prolapsos y otras patologías. Psst. Para evitar estos problemas hay que evitar el ejercicio excesivo con impacto, hacer ejercicio específico como el método hipopresivo y, tras el parto, lo más recomendable es una valoración funcional del suelo pélvico a las 12 semanas con un fisioterapeuta experto.
Principales patologías
Aquí tienes un pequeño glosario patológiuco que te ayudará al estar al día respecto a la salud de tu pelvis. Síndrome del ovario poliquístico. Es la patología reproductiva más extendida y la principal causante de infertilidad femenina. Se debe a una cantidades elevada de hormonas masculinas y puede ocasionar quistes, faltas de regla o de ovulación. La diabetes y al obesidad multiplican el riesgo. Endometriosis. Esta enfermedad mina la fertilidad y afecta a 176 millones de mujeres en el mundo. Su presenta con calambres menstruales muy fuertes y sucede cuando el recubrimiento del útero, en lugar de salir, se desliza hacia los ovarios, el tracto gastrointestinal y hasta los pulmones. La cirugía puede ser la mejor solución. Enfermedades de transmisión sexual. Casi toda mujer sexualmente activa adquiere el virus el papiloma humano (VPH) durante su vida. Y se diagnostican 20 millones de nuevas infecciones de transmisión sexual cada año: Algunas, como la clamidia, se curan; otras, como el VIH, sólo pueden tratar si se detectan de forma temprana.
Tu anatomía íntima
¿De verdad conoces tus órganos sexuales y reproductores? Por si acaso, aquí tienes un repaso. Ovarios. Son del tamaño de una almendra. Al nacer, los ovarios tienen alrededor de un millón de óvulos y más de la mitad se reabsorben durante la pubertad, soltando hasta 400 óvulos a lo largo de toda tu vida. Puedes mantenerlos sanos con alimentos ricos en betacarotenos (zanahorias, uvas) y té verde. Cérvix o cuello de útero. Es la transición entre tu útero y tu vagina, una zona suave y mullida que se ablanda con las subidas de estrógenos. Cuando te quedas embarazada, la cérvix soporta el embarazo, así que es crucial mantenerlo fuerte. Sus alimentos aliados son la cúrcuma, las frambuesas, las nueces y nueces pecanas. ¡Fumar ataca a la cérvix! Útero. Es como un saco del tamaño de un puño, rodeado de músculo, y constituye un agradable hogar para tu bebé durante el embarazo. También es de donde surgen los calambres menstruales. El sobrepeso y los trastornos gastrointestinales son perjudiciales. Para mantenerlo en forma toma suficiente fibra y flavonoides (brécol, la col y los pimientos). Vagina. Es la guardiana de tu sistema reproductivo: su equilibrio ácido-base mantiene a las bacterias a raya. Como un tubo de 7-10 cm de largo, puede expandirse a lo largo (hasta los 15 cm) durante el coito o el parto. Evita las duchas internas y el abuso del azúcar, que pueden acabar con tus bacterias buenas y favorecer el desarrollo de hongos. Trompas de Falopio. Son como pasarelas de unos 12 cm que conectan tus ovarios con el útero y están recubiertas de pelillos parecidos a las pestañas. Es el lugar donde suele encontrarse el esperma con el óvulo. Algunas ETSs pueden provocar bloqueos o infertilidad.
Las malditas hormonas
Muchas mujeres sufren un verdadero infierno hormonal una vez al meso o en determinados momentos de su vida, como la menopausia o el post parto. Como explica el doctor Rodríguez Zambrano, “las hormonas sexuales femeninas están muy relacionadas con los opiáceos endógenos y el sistema adrenérgico, y esa fluctuación afecta al estado de ánimo”. Y aunque su funcionamiento sea cíclico, la cantidad de hormonas secretadas no siempre es la misma, por lo que la estabilidad no siempre es fácil. Psst. El estrés, la ansiedad, las enfermedades metabólicas o las alteraciones alimentarias pueden desestabilizar tus hormonas. Los rebotes de hormonas reproductoras (estrógeno, progesterona, testosterona…) también pueden alterar tu período, la fertilidad, y la libido, pero también tu estado mental, tus ciclos de sueño y tu apetito. Tener un peso saludable, hacer ejercicio frecuentemente, comer sano y dormir lo suficiente pueden ayudarte a mantener tus hormonas en equilibrio.
Sangrado después del sexo, ¿qué significa?
Mujeres que aman a hombres jóvenes
SOS: deja de ser la salvadora de tu pareja
5 temas que tratar en pareja