- Cómo saber si estás enamorada: las señales inconfundibles
- Darte un tiempo con tu pareja: 20 consejos para llevarlo
- Qué es el ghosting: cómo afrontarlo y por qué lo hacen
¿Por qué nos enamoramos y por qué no? ¿Cómo aceptar que él no se ha enamorado de mí? En tal caso, ¿debo dejarlo? Si estas son sólo algunas de las dudas que te asaltan, tranquila, no eres a la única. Por eso, de la mano de una experta, te contamos en qué consiste el proceso de enamoramiento y cómo superar un desengaño amoroso en el caso de no ser correspondida.
Por qué nos enamoramos (y por qué no)
Antes de responder a la pregunta 'Cómo aceptar que él no se ha enamorado', es fundamental saber qué implica exactamente el enamoramiento. “Aunque sea en alguna medida privarle del componente ‘mágico’ con el que lo dotamos, el enamoramiento es, también y significativamente, una fase química cerebral”, dice Claudia Kösler, sexóloga y terapeuta de pareja de mediQuo. De hecho, el cerebro trata de forma similar al dinero y al amor según la ciencia.
Como nos cuenta esta experta, investigadores de la University College de Londres captaron imágenes de cerebros enamorados en las cuáles se podían ver, no solo descargas neuronales y activación de ciertas partes del cerebro, como el córtex anterior cingulado -las drogas sintéticas también activan esta área produciendo la euforia, ¿amor como droga?- sino la inactivación de ciertas áreas del lóbulo frontal responsables de los juicios y la valoración sobre las personas.
¿Cuánto dura la fase de enamoramiento?
Este, como dice Kösler, es el fundamento científico de la cita, tan asumida, “el amor es ciego”. “Sin embargo esta ceguera oscila entre los seis meses y los dos años aproximadamente, dependiendo de la persona y, por supuesto, de los acontecimientos transcurridos durante ese periodo de tiempo”, dice la terapeuta.
Además, según esta experta, “hay que sumar la activación hormonal que se provoca: la feniletilamina, relacionada directamente con la fase de enamoramiento; la dopamina, causante de las sensaciones de deseo que impulsa a repetir lo que nos ha producido placer; la oxitocina y norepinefrina, que activan el deseo sexual; sumariamente, podemos decir que en conjunto activan los neurotransmisores que intervienen en la primera etapa del amor, el enamoramiento”.
¿Sabes cómo se produce el aumento de segregación de oxitocina? “Con abrazos, besos, caricias y los orgasmos, claro”, aclara Kösler. “De ahí que se diga que los enamorados y enamoradas están continuamente “pegados”, que es un elemento central de su vida. El baile de feromonas influye en la atracción de los amantes”.
¿Cómo se enamoran hombres y mujeres?
¿A veces te preguntas por qué él no se ha enamorado de ti? ¿O cuál es la razón por la que no encuentras pareja? ¿De qué forma nos enamoramos entonces?
“Se dice que los hombres comienzan un idilio por una atracción visual, las mujeres por la vía auditiva y ambos coinciden en el olfato”, explica la terapeuta de mediQuo. Evidentemente no son los únicos elementos que influyen a la hora de enamorarse, no sólo es "química" (a pesar de la frase que hemos oído tantas veces de "había (o no) química", “también cabe mencionar la compatibilidad de valores y filosofía de vida, o no, el encaje con una manera propia de concebir la existencia”, apunta Kösler.
“A lo largo de los tiempos se ha visto como personas de ‘polos opuestos’ se atraen. En la fase del enamoramiento ‘todo vale’, aunque una vez se haya transitado hacia el amor maduro habrá otras variables que influyan para consolidar de manera estable la relación afectiva. Y es en ese momento dónde se comprobará si son relaciones afectivas conscientes, estables y fructíferas o no: si las dos partes ganan, matiza la experta.
Kösler destaca que el amor surge en nuestras vidas y no siempre aparece cuando lo buscamos, “aunque una actitud receptiva desde luego colabora”. “No podemos constreñir la química de nuestro organismo pero sí ayudarle”, añade. Como dijo Carl G. Jung : “ El encuentro de dos personas es como el contacto de dos sustancias químicas: si hay alguna reacción, ambas se transforman”.
¿Por qué él no se ha enamorado de mí?
“Si no hay química, no hay enamoramiento (aunque no basta la química)”, dice tajante la terapeuta de mediQuo. “En primera instancia se trata de un proceso biológico, acompañado de cuestiones culturales”, añade. “No podemos forzar la ‘máquina’ en trabajos que no puede afrontar. No olvidemos tampoco que hay momentos vitales en los cuales hay tanto desapego de nuestro propio cuerpo -emociones y sentimientos- como del entorno”. En esa tesitura de atonía vital, como dice Kösler, es poco probable que salte la “chispa del amor” y quizás esa sea la razón por la que él no se ha enamorado de ti.
Cómo aceptar que él no está enamorado de ti
¿No te corresponde? No te obsesiones con él, como dice la experta, “tendemos a obcecarnos con una sola persona obviando otras oportunidades que nos ofrece la vida”. ¿Por qué perder el tiempo en alguien que no muestra interés en nosotras? “En el amor hay que estar y salir mejor de lo que entramos”, afirma Kösler, quien cita en este punto a Joan Garriga: “La vida es una danza de ganancias y pérdidas. Fracaso o éxito depende de la medida con la que evaluemos las cosas”.
Si él no se ha enamorado de mí, ¿es una cuestión de tiempo?
En una relación, a veces uno tarda más que otro en enamorarse. Pero ¿cuánto sería razonable esperar? ¿Podemos hacer algo para que el otro se enamore? “No se trata de tiempos sino de procesos de reconocimiento afectivos”, apunta Kösler. “En ocasiones las personas dudan de sus propios sentimientos, o les cuesta identificar, a la hora de consolidar una relación afectiva, si es amor o simplemente atracción desde el deseo sexual (es decir, meramente amantes de sábanas)”, explica.
“Respecto a la segunda pregunta y retomando parte de la respuesta de la anterior, si no hay química (en el complejo sentido que le hemos dado a este término, que por supuesto no se reduce a ‘lo físico’) no hay enamoramiento, por lo tanto no podemos obligar a las personas a que se enamoren de nosotras”, dice Kösler. “Se podría decir que surge o no”.
“Consecuentemente -dice Kösler- no hay que esperar si no hay indicios afectivos en este sentido de la otra persona en un plazo razonable”. “Debemos dejar atrás los falsos mitos de ‘se está haciendo el fuerte’ o ‘se hace la estrecha’. Además de tener sesgos negativos y constituir estereotipos de género, no son nada eficientes a la hora de crear una relación afectiva sana y estable”.
La difícil decisión: estar o no con alguien que no se ha enamorado de mí
¿Deberíamos estar con alguien que no está enamorado de nosotros? Aunque sólo sea un rollo, si no está enamorado de mí, ¿debo dejarlo? ¿Corremos el riesgo de crearnos falsas expectativas y sufrir? ¿Cómo sé si una relación tendrá futuro?
“Las expectativas irreales creadas en nuestras mentes, en esta etapa del enamoramiento, nos hacen caer en la ilusión de creer en un cambio radical de opinión; el amor romántico tal como hoy lo concebimos es una construcción también de la literatura romántica y el cine; no siempre, en otras épocas, fue así, ni mucho menos”, dice Kösler. “A menudo en estas creaciones literarias o cinematográficas -y en las nuevas ofertas tecnológicas- asistimos a un vuelco, normalmente al final de la obra, que emite el mensaje de que todo es posible, aún en medio del mayor drama, y la realidad es otra cosa”, añade. Según esta terapeuta, “la ficción supera la realidad pero en el amor no sucede que vuelcos inimaginables sean lo más habitual en la vida diaria; de hecho es lo menos frecuente, por no decir que es casi inexistente”.
“El dolor es inevitable ante noticias que no son de nuestro agrado, sin embargo, el sufrimiento es opcional”, subraya la experta, para quien empeñarse en una relación donde una persona te expresa claramente que no está enamorada a través de señales inconfundibles es lo más parecido a conducir con los ojos vendados. “Sabes que la historia acabará con trágico final -o al menos nada agradable- pero no cómo”.
“Aunque veamos parejas en la que identificamos que una persona no está enamorada, posiblemente se trate de una relación por otros intereses -no necesariamente criticables, claro, e incluso perfectamente dignos- o se haya creado un vínculo desde la dependencia emocional”, dice Kösler. Pero según esta terapeuta, si existe este elemento de dependencia no hay amor, “hay una obsesión subida a un vagón descarrilado de carencias afectivas-emocionales, baja autoestima, falta de confianza, miedos, conformismo o patrones tóxicos relacionales”.
Poca autoestima y desengaños amorosos
¿Por qué nos afecta tanto que nos digan que no se han enamorado de nosotros? Cuánto tiene esto que ver con la autoestima? Como explica Kösler, “a las personas a las que les traumatiza un hecho de esta índole, en su mayoría denotan una autoestima baja, un desajuste en su amor propio, poca capacidad de gestionar malas noticias y una baja tolerancia a fracasos afectivos”. ¡No podemos gustarle a todo el mundo!
Según esta experta vivimos en una sociedad con poca resistencia frente a pérdidas afectivas, con pocas estrategias de resiliencia y difuminadas líneas de comprensión sobre los sentimientos ajenos. “El tema primordial en mi consulta privada y en el chat médico de Mediquo son los desamores, cómo recuperar a mi ex pareja, cómo puedo gustar más, el ‘no me siento deseada’, las relaciones tóxicas... todo en un marco de talleres para fomentar el deseo, el buen amor, técnicas de seducción... que culminan en 1001 –millones- de libros de autoayuda sobre el amor y las relaciones de pareja”. “Es el ‘temazo’ de las relaciones humanas, capaz de quitarnos el sueño, las ganas de comer y la motivación por trabajar”, añade Kösler. Como dijo Alain: "Coloca las cosas a la distancia que merecen".
¿Cómo aceptar que él no se ha enamorado?
Tranquila, que no esté enamorado no quiere decir que nadie más vaya a enamorarse de ti o que sea el único hombre del que vuelvas a enamorarte. Según Kösler, “si nos valoramos, amamos y cuidamos a nosotras mismas como las primeras protagonistas de nuestra historia desde un principio, es decir, no esperando a que nos rompan el corazón para darnos cuenta de que somos suficientemente merecedoras de amor, aunque a veces no sea correspondido, nos ahorraríamos muchos dramas y disgustos”.
“¡Aún así el dolor y tristeza son necesarios! No podemos eludir las emociones”, subraya la terapeuta. “Aceptemos que somos seres navegando en mares de emociones, sentimientos y pensamientos. Aprendamos a gestionar y tolerar los fracasos y las situaciones vividas como desagradables. Casi toda experiencia finalmente es un éxito a nivel vivencial y experiencial si se maneja adecuadamente”, recalca.
¿El consejo de la terapeuta para aceptar que él no se ha enamorado? “Practiquemos la empatía, la escucha activa, la comprensión, la aceptación de diferentes puntos de vista. Dejemos un egoísmo sordo y ciego de lado y seamos tolerantes con aquello que no concuerde con nuestras pretensiones, aunque nos duela”. Y sí, la empatía es una cualidad que se puede aprender y desarrollar.
Como recalca, “si no tenemos una buena y sólida base de autoestima, amor propio y confianza, da igual que te den las mejores pautas para sobrellevar las malas noticias”. “La alternativa empieza por la aceptación de que no a todo el mundo le vamos a gustar ni vamos a enamorar eternamente en todos los casos. La vida puede ser a veces una comedia, pero eso no impide vivirla con seriedad (y alegría)”.
