• Las mejores pizzerías de España.
  • Recetas riquísimas para hacer pizza para cenar.

Error si eres de las que siempre pensaste que la pizza entraba dentro de la dieta mediterránea por aquello de que Italia, cuna de las pizzas, está en plena cuenca. Hay malas noticias y lo cierto es que nada podía estar más lejos de la dieta mediterránea que la pizza mas deliciosa. Nos gustan las pizzas y sufrimos si leemos la letra pequeña. Otra cosa son las pizzas que te hagas en casa pero, ¿la estás haciendo bien?

A pesar de lo mucho que resuelven, de lo prácticas que son y de lo -no nos vamos a engañar- INCREÍBLEMENTE deliciosas que están (y adictivas que resultan), hemos creído conveniente tener que trasladarte esta información útil si estás en pleno proceso de mejora en tu salud. Y si no, quizás deberías replantearte tu consumo habitual de pizza.

Son todas las recomendaciones e informaciones del Dr. Martínez-González dentro de su libro ‘¿Qué comes?’ (editado por Planeta), escrito en colaboración con Marisol Guisasola. En la obra, se dedican a leer la letra pequeña no sólo de la pizza, sino de muchas cosas mas de las que habitualmente somos consumidores.

Como buenas tortugas ninja que somos, toda información negativa sobre la pizza, duele. Pero no está de más conocer todo lo que hay tras ellas. En el libro, el doctor especifica y habla de las pizzas preparadas congeladas y las pizzas de los locales de comida rápida. Y es que tras ellas se esconde una gran cantidad de sal (mucho más de las recomendaciones de consumo saludable diario de sodio ) y grasa saturada en forma de queso. ¿O acaso pensabas que esa textura tan grata era inofensiva en la báscula? Y lo que es peor, ¿inofensiva para tu salud?

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“Sobre todo, la pizza aporta carbohidratos refinados en forma de harina blanca, típicos de la comida rápida o comida basura, que nuestro cuerpo convierte rápidamente en glucosa o azúcar”, explica el doctor.

Hay numerosos estudios científicos que han comprobado cuánto favorece el consumo de comida basura al incremento de calorías de más de las que te convienen. Y no sólo afectará a que esos pantalones tan bonitos no te van a sentar igual, sino que es una flecha directa contra la salud: ese exceso de calorías afecta promueve directamente la obesidad abdominal, la más peligrosa para la salud. Entre esos estudios está el proyecto SUN, el cual ha corroborado que el consumo de alimentos ultraprocesados aumenta notablemente el riesgo de mortalidad por todas las causas a largo plazo.

Las peores pizzas

Las marca directamente con una cruz: las congeladas y las que venden en las cadenas de comida rápida, según el doctor Martínez. Las razones: contienen abundante grasa saturada por el queso y casi en el 100% de los casos se elaboran con harina refinada blanca, es decir, sin fibra.

Un dato: apenas 100 gramos de pizza de un local de comida rápida tiene ya unas 250 calorías.

Y más allá de con qué se han elaborado, el experto da un paso más y señala también directamente a los procesos químicos a los que este tipo de alimentos se ven sometidos además de su carga de aditivos, especialmente atractivos desde el punto de vista comercial y muy dañinos desde el sanitario.

Su categoría

El doctor es rotundo, en la clasificación de alimentos según su grado de procesamiento industrial, ¿adivinas en qué categoría están situadas? Sí, lo sentimos, en la peor: la de los ULTRAPROCESADOS.

pizza casera saludable
Cris Cantón


La solución: pizza casera

Por supuesto que hay buenas noticias y es que, no todas las pizzas son malas. Las opciones caseras pueden llegar a ser alternativas muy saludables, eso sí, si cumplen determinados requisitos. Y seamos honestos, ¿cuántas veces hemos tirado en exceso de la sal en la cocina casera?

La mala cocina lo arregla todo con sal

Ese es uno de los grandes errores cuando pretendemos hacernos nuestras versiones saludables de la comida rápida. Los expertos lo describen así: “la mala cocina lo arregla todo con sal”. Preparar una pizza casera saludable pasa por evitar, en primer lugar, esto.

La alternativa a la hora de evitar el exceso de sal a la hora de hacer la masa apunta directamente a las mezclas de especias adecuadas para reducir el consumo de la primera.

Y en la masa, otra de las claves, está en la harina. Elige harina integral para no caer en la trampa.

Otro gran error: el exceso de queso. Grandes cantidades de queso, ¿saludable? ¿Estás seguro? Volvemos a la trampa: aquí se esconde la grasa saturada.

La realidad es que pocas personas están dispuestas a elaborar sus propias (y auténticas) pizzas caseras saludables. No van a ser ni parecidas a las que pides con un click en la app de turno. Además, suponen trabajo. Mucho trabajo. Así que en la mayoría de ocasiones tiramos de todo lo que nos facilita la vida.

Está bien, pero recuerda esto de vez en cuándo.

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