• Testimonios de superación
  • Empoderamiento
  • El poder de la positividad

Llega al estudio con muchas ganas y con un brillo en la cara que hace sombra a su silla de ruedas. Andrea Zuckermann (25), más conocida como Zucki en las redes sociales, se ha convertido en un referente activista en el mundo de la moda y la discapacidad. Con 22 años tuvo un accidente que le rompió las vértebras torácicas 10 y 11, dejándole paralítica de cintura para abajo. Ese mismo año comenzó su batalla.

Meses después creó una campaña para recaudar fondos en donadora.org con los que poder pagar una operación esperanzadora. Tal y como explicó en el portal de recaudaciones, dio con un doctor taiwanés que había conseguido ayudar a personas en su misma situación, logrando que pudieran recuperar la movilidad hasta en un 70%. El día de la entrevista, Andrea no nos habla de esa campaña. Quizás porque ha conseguido mucho más: darle la vuelta a su vida. Abrazar su nuevo yo con fuerza. Ayudar a quienes aún se esconden. Especialmente, en el mundo de la moda.

andrea zuckermann
Guillermo Jiménez
Andrea lleva conjunto de mohair en crudo y zapatillas doradas con tacón, todo de Adidas x Gucci.

Comenzó a hacerse fotos con la silla de ruedas y a crear un portfolio diferente a lo establecido. Y así fue cómo consiguió llegar a la agencia de modelos y a hacerse un buen hueco. Tanto, que hoy es un auténtico referente para las personas con discapacidad. “A raíz del accidente me di cuenta de la responsabilidad social que yo tenía y pensé en cómo hacer algo con ello, uniéndolo a algo que me encanta, la moda, para poder cambiar la percepción de la discapacidad y ayudar a la gente que está en mi situación a verse representados”, nos cuenta.

La silla es mi manera de moverme pero yo no soy la silla

Reconoce que lo más difícil no es la silla, sino las personas: “muchos le tienen miedo a la silla y no saben cómo tratarte, cómo pedirte que explores… y es justamente eso lo que más me divierte”. Ha conseguido convertir su silla en arte, ubicarla en su vida y darle la importancia justa, siempre con los límites bien establecidos.

andrea zuckermann
Guillermo Jiménez
Andrea lleva conjunto de bustier con cinturón, jeans y zuecos, todo de FENDI.

De hecho, habla de su presencia en el mundo de la moda como un acto político: “que yo sea la única en un evento de moda, tan estereotipado, con una silla de ruedas, no quiere decir que sea la última. Con mi presencia exijo accesibilidad, empatía, que las personas abran sus ojos. Por eso siento que mi presencia en la moda es algo político”. Y es fascinante escucharle hablar de su nueva relación con el mundo. Una inspiración y una auténtica enseñanza: “el hecho de que yo vaya a una fiesta no es simplemente que una persona con silla de ruedas esté yendo a una fiesta. Significa que una persona con discapacidad se está abriendo al mundo y el mundo, a su vez, se abre ante esa persona”.

Siento que mi presencia en el mundo de la moda es algo político

Pero no todo es tan fácil y reconoce que aún existe mucho camino por recorrer. Muchos prejuicios por fulminar. Para empezar, la connotación negativa que siente que su silla de ruedas arrastra. “Muchas personas no saben cómo hablarte. Aún existe la percepción de que las personas con discapacidad no somos suficientes. Como si ya no fuéramos bellos o no formaras parte del mundo”. Y reclama más educación, atención y más empatía. Pero sobre todo: dejar los prejuicios a un lado: “cuando entro a cualquier sitio, todo el mundo allí presente seguro que tiene algún problema. Pero automáticamente, todos asumen que el mío es la silla. Y en realidad no lo es”.

Afrontar la vida, sin miedo

Es el mensaje que da a todos aquellos, especialmente a los más jóvenes, que están en su situación. “No estamos solos en este mundo. El problema es que nos ponen bajo la luz incorrecta”. Y reconoce que su viaje hacia el amor propio no ha sido sencillo, pero sí enriquecedor. “Cuando te das cuenta de que no eres el único con una discapacidad, ni el único que quiere soluciones, ahí empieza”.

andrea zuckermann
Guillermo Jiménez

Anima a dejar de tener miedo al rechazo porque, efectivamente, el rechazo siempre estará ahí, tengas o no una silla de ruedas, así que recuerda lo más importante: llegar a encontrarse a uno mismo. “Si llegas a encontrarte y a entenderte, a dejar de compararte, ver qué puedes hacer para sentirte bien y lograr tu mejor versión sin escuchar el ruido de alrededor, el amor propio fluye solo”. Qué gran viaje.