Que cada experiencia cuenta, que cada relación te aporta y te enseña aunque fracase, es cierto. Pero, ¿no sería genial poder viajar al pasado para tomarte un café contigo misma y tener una charla sobre las relaciones de pareja, hablarte de las cosas que pueden ocurrir, de los errores que no debes cometer o los hombres de los que debes huir antes de perder la cabeza? La idea de poder hablar con nuestro yo pasado sobre todo esto nos parecía tan sugerente, que se la hemos planteado a un maravilloso grupo de mujeres, únicas y especiales, expertas en el don de la palabra y la comunicación. Y esto es lo que nos han contado. Gracias por tanta generosidad.

Enamórate de ti misma

La conversación que Jana Fernández, emprendedora y podcaster, hubiera tenido consigo misma, nos encanta. Cuánta sabiduría en sus palabras, porque, efectivamente, ¿cómo se puede amar si una no se ama a sí misma?, ¿y si encontrarse con algún sapo no fuera tan, tan malo? “A mi yo del pasado le diría dos cosas: que estuviese tranquila, que esos sapos y esas lágrimas son parte del proceso de madurez; y que se ocupase de enamorarse de ella mismas antes que preocuparse por enamorarse del chico perfecto. El amor propio es la base de todo tipo de amor". Por suerte, Jana sí puede decir que tiene una relación que funciona, porque está basada en un secreto que no falla: “El amor de mi vida, soy yo. Respetarme a mi misma, y pensar en mí antes que en el otro es la clave. Durante muchos años he estado más pendiente de agradar a los demás, también en las relaciones de pareja, en lugar de pensar en lo que yo quería en cada momento. Con los años he aprendido que hay que hacer más caso a las señales que te manda el cuerpo que a lo que te dice tu cabeza que es lo racional, también en las cosas del querer. Para mí la clave de mi relación es que tenemos un proyecto común, basado en los mismos valores, y seguimos lo que a los dos nos pide el cuerpo en cada momento, no vamos quemando etapas porque toca (boda, hijos, etc.)". Ojalá nos hubiéramos conocido en el pasado Jana, ojalá hubiésemos sido amigas entonces y hubiéramos hablado menos sobre chicos y más sobre nosotras mismas…

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No te preocupes tanto por gustar

Esto es lo que le hubiera dicho a su yo de pasado Pilar Magro, escritora, modelo y PR & Communications Manager de Komvida. “Que no hiciera por cambiar para agradar a su chico. Que no se comportara, que solo fuese ella, con todo lo que conlleva, porque si alguien no te deja ser, es que quiere hacer de ti algo que tú no eres y enamorarse de eso que ha creado”, continúa.

Como Pilar nos cuenta, haciéndonos sonreír, sí ha conseguido tener una relación bonita y estable. ¿Su secreto? “Es muy fácil: solo tienes que dar con la persona adecuada, que te deje ser y que, además, haga por que seas más tú que nunca todo el rato. Para mí la clave del éxito en las relaciones es que ambas personas no cambien por querer agradarse mutuamente, que se quieran mucho y muy bien, que se mimen, que hagan por sorprenderse siempre y no solo en los principios (nunca nos dejamos de conocer), que se hagan sonreír mutuamente, que se respeten, que confíen el uno en el otro... Querer a alguien es muy sencillo, pero quererse en una pareja, lo es aún más cuando te lo ponen tan fácil y el único requisito es ser tú". Otra mujer cuyo yo del pasado se nos escapó pero que sí hemos tenido la fortuna de conocer en el presente.

Ni él es mío, ni yo soy suya

“Mi yo del pasado se emparejó con tan solo 19 años, así que desde mi perspectiva actual de los 45 (llevo separada dos años del mismo) podría escribirle todo un decálogo...”. Así comenzó esta charla, frente a un café, con Sandra Hernández, fundadora de la agencia Bucket Comunicación y creadora del magazine Charlie & CO. “Resumiendo, le diría un par de cosas que considero imprescindibles para que una relación, no solo sentimental, también profesional, de amistad e incluso de familia, sea saludable y duradera: no propiedad, no dependencia… ni él es mío, ni yo soy suya; nadie es propiedad de nadie”.

Como Sandra recalca durante nuestra conversación, “este es un concepto que parece obvio -el libre albedrío es uno de nuestros derechos fundamentales-, pero que en una relación sentimental se diluye e incluso desaparece, seguramente por interés o inseguridad propias. Las personas debemos crecer individualmente, en lo profesional y lo personal -#misamigossonlomas!!!-, y el contacto con el resto, incluso la pareja, debe ser propulsivo, jamás un obstáculo ni una cadena. De esa forma jamás muere la admiración, que para mí es una de las claves de la unión sentimental. Además, cada miembro de la pareja debe hacerse responsable de sus actos y decisiones, incluso de las que acepta a tomar en común, con lo que se evitan los temidos reproches y culpas, verdaderos venenos para el amor”.

¿ Te hubieras hablado a ti misma, Sandra, en esa conversación sobre la tan loada necesidad de comunicación en pareja? “Comunicación sí, pero la necesaria…”, dice Sandra. “Con la madurez también me he dado cuenta de que esa individualidad, realmente atractiva para el otro, es imprescindible para mantener viva la llama, las mariposas en el estómago, o cualquier otra metáfora que defina al enamoramiento en su momento más original y apasionado. Y, para ello, nada mejor que dosificar la información de uno mismo con la pareja; lo de ‘yo siempre te cuento cómo me siento’, o juzgar cada una de sus acciones, está sobrevalorado y es muy contraproducente. Hay pensamientos y sentimientos que es mejor compartir con una amiga, con tu padre o, mejor aún, en tu sesión de coaching. Y debemos esperar a que nos pidan opinión antes de valorar de forma gratuita. La incontinencia verbal mata tanto a la pareja como la escasez de sexo, siendo directamente proporcionales el uno y el otro. No se trata de mentir; es mantener el misterio omitiendo aquello que, lejos de sumar, va a generar en el otro quebraderos de cabeza, inseguridades o, lo que es peor, aburrimiento”.

¿Has conseguido por fin tener una relación que funcione? "Sí ¡Con mi ex, precisamente!”, nos suelta Sandra a bocajarro y entre risas, desarmándonos… “Hemos logrado convertir una relación sentimental en ruinas en una constructiva unión de confianza y afecto que durará el resto de nuestra vida. ¿Cómo? Gran respeto mutuo a la individualidad del otro, opiniones muy medidas, y paciencia, mucha paciencia….”. Grande Sandra, grande.

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Ya estás completa

“Si pudiera encontrarme cara a cara con mi versión del pasado, me miraría a los ojos, me abrazaría fuerte y me diría: "Ainoa, ya estás completa. Quiérete tal como eres. Sigue trabajando cada día por ser mejor persona, ¡pero deja ya la lucha contigo misma! Primero quiérete, estate a gusto contigo, y ya después estarás preparada para recibir el amor ajeno (como un extra a tu felicidad, no como el motivo principal de ésta)”. Cómo nos hubiera gustado asistir a esa conversación de Ainoa Espejo, grafóloga y coach de relaciones de Ai hop Coaching y creadora de un revelador curso de coaching online, consigo misma, en el pasado. Por suerte, podemos escucharla ahora y aprender de esta mujer tanto personal como profesionalmente.

Porque lo que más nos ha gustado de la charla con Ainoa, es su reflexión posterior… “Y ahora leyéndolo, aunque me parece muy bonito, no sé si me hubiera ahorrado ningún disgusto decirme todo esto cara a cara... porque creo que he necesitado vivir lo que he vivido, para aprender e ir transformándome en la mujer que soy hoy. Y seguro que seguiré equivocándome y aprendiendo; porque es un proceso que nunca acaba. Las mayores lecciones en la vida son las vivencias y equivocaciones, ¡así que bien vivido está!”.

Como nos cuenta esta coach, afortunadamente desde hace ocho años está en una relación sana, estable y que la hace muy feliz. ¡Así que es posible! Para ella, las claves de una relación que funciona son: El equilibrio: dar y recibir en la misma medida, cuidaros y trataros igual de bien mutuamente. ¡Te mereces lo mejor!; estar bien con una misma (y cuando pases por momentos en los que te descentres y no estés bien, ser madura y responsabilizarte de tus emociones, no usar a tu pareja como vertedero emocional); ser asertiva y tener una buena comunicación: hablar las cosas tranquilamente, en el momento adecuado, respetuosamente, enfocándoos en buscar una solución como equipo, sin reprochar ni exigir; ser flexible, pero también pedir lo que necesites (sin esperar a que el otro te lea la mente); cuidar la relación, la pasión y la convivencia diaria; tener paciencia: todo en la vida son etapas y no siempre estaréis a tope, pero si la base es buena, merece la pena seguir cultivando lo vuestro; y, sobre todo, encargarte de tu vida, de tus asuntos, de tus necesidades, de tu felicidad… sin depender de nadie (y para eso es importante trabajarse el desapego emocional, que tu felicidad no sea proporcional a lo enamorada que estés)".

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No te conformes

Esto es lo que el yo presente de Ana María Ferrer, fundadora de la agencia de comunicación y eventos Estilo 125, le diría a su yo del pasado si pudieran mantener una conversación sobre relaciones de pareja. Y lo recalca: No te conformes, si estás con alguien es porque te hace ‘vibrar el piso’ en todos los sentidos. Muchas veces queremos que nos quieran, que nos mimen, pero se nos olvida que nosotras somos también las que tenemos que querer… Y dejar de lado las relaciones tóxicas, porque si le interesas él estará ahí de forma incondicional, siempre te buscará. Si no hace lo imposible por conquistarte al principio, ¿cuándo lo hará?".

Para Ana María, una relación que funciona es una carrera de fondo. “Las mariposas se pasan, la atracción se debilita y la rutina nos mata. Pero si hay algo que las mantiene vivas es fijarse en los pequeños detalles, son los que nos enamoran”.

Las claves de mi relación

El comienzo de nuestra conversación con Marta Corredoira, directora de la agencia de Casi Arte Comunicación, fue seguramente el más sorprendente. Porque esta periodista nos contó no sentir la necesidad de prevenir a su yo del pasado sobre los hombres o las relaciones de pareja, porque siempre le fueron bien… Porque Marta es una de las personas tocadas con una sabiduría y una inteligencia emocional innatas. Casada y feliz con la misma persona desde hace muchos años, la pregunta obligada fue: ¿¿cuál es el secreto Marta?? “La comunicación es uno de ellos: es muy importante hablar sobre los problemas y diferencias que van surgiendo, tener una comunicación fluida y afectiva q impida que las cosas se estanquen y agraven, es básico". ¿Otra clave? “En mi opinión, cuando surgen diferencias lo mejor es intentar solucionarlas lo antes posible, llegando a un consenso común; de esta forma impedimos ese ‘runrún’ en la cabeza que nos hace convertir un grano de arena, en una montaña”. Pero hay más: “La constancia es una de las claves del éxito de cualquier acción que emprendamos, ya sea deportiva, empresarial o emocional y afectiva. Y el respeto: tu libertad empieza donde termina la del otro; uno de los pilares básicos de una relación sólida es el respeto mutuo, sin él no se puede construir, nuestro castillo se derrumbará a la primera de cambio. Y, sobre todo, la empatía: esa capacidad de ponernos en los zapatos del otro muchas veces nos salva de situaciones sin retorno; nos empeñamos en tener razón y en creer que nuestra verdad es la única opción, cuando muchas veces una misma situación se puede ver de diferentes formas, siendo todas igual de veraces y reales; saber parar e intentar ver a través de los ojos de tu pareja te hará darte cuenta de muchas cosas. Y por supuesto me parece muy importante tener unos valores y aficiones comunes y saber disfrutar del tiempo de pareja, aparte de las relaciones sociales que tengamos”. Tanto que aprender de Marta…

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Me iría a la adolescencia

“Si tuviera la oportunidad de decirle algo a mi ‘yo’ del pasado sobre las relaciones de pareja… me tendría que ir a mi ‘yo adolescente’, que es cuando empecé mi relación con la persona que a día de hoy es mi marido”. Así comienza Marta de la Peña, psicóloga de Grupo Laberinto, que además de hablarnos en este artículo sobre las relaciones de pareja desde el punto de vista profesional, también ha tenido la generosidad de contarnos cómo habría sido esa hipotética conversación con la adolescente que fue.

“Lo primero, sería agradecerle tomar la decisión de apostar por algo que fue difícil al principio… agradecerle haber arriesgado, por confiar en ella misma, en él y en su relación de pareja. Pero también le haría saber que la relación pasa por diferentes etapas y momentos, y que en consecuencia, las personas también cambian… Pero que a pesar de ello, se puede aprender a convivir con las diferencias del otro aceptándolas desde el respeto, sin pretensión de juicio, ni intención de cambio. Pero ante todo, le diría que lo más importante es que siga siendo coherente y honesta consigo misma, teniendo presente que una relación sana empieza por cuidarse y mirarse hacia uno mismo”.

Las claves del éxito de una relación

“Es probable que alguna vez te hayas preguntado cuáles son las claves de una relación de pareja para que funcione”, dice Marta de la Peña. Llevar una relación de pareja no siempre es fácil y pretender que sea la relación de pareja ideal puede llegar a generar mucha frustración… sin embargo, para que aumenten las probabilidades de éxito es necesario que al menos se den una serie de elementos clave”, añade. Estas son, para la psicóloga de Grupo Laberinto, esas claves:

Si bien es cierto que el amor es el factor el principal, no es el único que se necesita para que la relación funcione. Siguiendo la teoría triangular del amor de Robert Sternberg, para construir y fomentar una saludable relación de pareja es conveniente que además aparezcan los siguientes tres elementos: pasión, intimidad y compromiso. Una premisa básica para desarrollar estos tres elementos es que ambos tengáis una buena dosis de interés y motivación para que vuestra relación funcione, pero una vez que os encontréis en ese punto, es imprescindible además que desarrolléis algunas actitudes que permitirán fomentar esos tres elementos clave:

- En primer lugar, es necesario potenciar la pasión, la misma que se siente al iniciar una relación en la fase de enamoramiento. Para ello te sugerimos que le expreses a tu pareja tus deseos y necesidades, y que al mismo tiempo, cultives los espacios y momentos románticos que permitan hacer sentir deseada a la otra persona.

- Además de la pasión, es necesario desarrollar una intimidad. Esto se consigue generando sentimientos de cercanía y afecto hacia el otro, promoviendo en tu pareja su bienestar, mostrándole el respeto e interés que tienes por entenderle cuando se produzca la comunicación, y expresándole tu apoyo emocional en los momentos que nuestra pareja lo necesite.

- Del mismo modo, no podemos olvidar el importante papel que juega el compromiso en una relación de pareja para que tenga éxito. Para que esto sea posible es imprescindible mostrar lealtad y fidelidad a la pareja, y que ambos tengáis la percepción de ser un equipo que pone la mirada en la misma dirección planteando proyectos y planes de futuro en común".