«Nicola Tesla me parece un genio. Pero también Valentina Tereshkova, Winnie Harlow, Rosalía, Laia Palau, Elisenda Bou, Serena Williams... y miles de mujeres invisibilizadas en la historia, como Hedy Lamarr». Si cualquier de nosotros reflexionara sobre esta enumeración –Tesla aparte– de algunas de las personas que inspiran a Meritxell Bautista, CEO y cofundadora de Fibracat, estaríamos con ella en que, a la mayoría nos costaría determinar cuáles han estado relacionadas con la tecnología. Pero ahí están, y sólo daremos la pista de aquella gran diva de Hollywood que además, fue una gran inventora y científica.

Por eso, tampoco extraña que esta catalana impulsora y presidenta de Fibracat TV, canal de la TDT en Cataluña con una programación centrada en mujer y tecnología– cuente, entre sus objetivos, con el de «visibilizar el talento femenino y no obviar la importancia de los referentes reales en los que niñas y adolescentes puedan verse reflejadas». Y ella, sin duda, es una de tantas.

La tecnología ha conquistado silenciosamente cada uno de los rincones de nuestro día a día. Lo ha hecho cambiando la forma en la que nos relacionamos, en la que consumimos y por supuesto en la que trabajamos. Pero parece que hay un rincón en el que le está costando un poco más instalarse: el emprendimiento femenino.

Para Lupina Iturriaga, fundadora y coCEO de Fintonic –una app cuya misión es «mejorar nuestro bienestar financiero»– enumera algunos elementos clave para futuras emprendedoras: «Además de contar con un proyecto bien definido y con un plan de negocio realista, es importante tener unos buenos socios, con los que estés totalmente alineado tanto en objetivos como en la misión del proyecto y, por supuesto, ¡ponerle mucha pasión!», anima. Y reconoce, más allá del género, que «el emprendimiento es una carrera de obstáculos: obtener financiación, atraer talento y retenerlo, afianzar tu modelo, priorizar bien para llegar a cumplir tus objetivos en plazo, el momento de mercado… son desafíos que están presentes en todo proyecto de emprendimiento. Por eso, enfocarse en solventar esos escollos que están en tu mano es clave».

Pero Bautista añade algún obstáculo más: «Las mujeres nos topamos, en ocasiones, con la falta de confianza de inversores». Aunque afortunadamente y cada vez más, añade, «surgen nuevas iniciativas que empujan a la inversión con enfoque de género». Porque no se debe olvidar un aspecto esencial: la conciliación familiar que, según ella «sigue recayendo sobre mujeres, y eso puede bloquearnos cuando hablamos de emprendimiento. Por ello es importante seguir fomentando políticas volcadas a incentivar el emprendimiento femenino y reducir las brechas entre vida personal, familiar y laboral de las mujeres para que sea una elección realista y no un mito inalcanzable. Invertir en mujeres es rentable».

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Foto: Anna Kliewer

Emprendimiento y diversidad

La escasez de referentes femeninos en el ecosistema emprendedor global es una realidad que se pone especialmente de manifiesto en el caso de las startups, empresas emergentes de base tecnológica, creadas y dirigidas en su mayor parte por hombres. Y este es, probablemente, unos de los grandes desafíos del tejido empresarial, sobre todo en el ámbito tecnológico.

Elena Betés, vicepresidenta de Education at Red Ventures y fundadora de Rastreator, contempla ese escalón entre mujeres y tecnología como un problema de base: «Me gustaría desmontar ese mito, pero lo cierto es que en la actualidad el acceso de las mujeres a carreras STEM y nuestro emprendimiento en el sector tecnológico es limitado. Tenemos que seguir tratando de formarnos desde la cuna o durante nuestras carreras para reducir ese gap».

Pero no todo son desventajas. Para Iturriga «en un entorno en el que cada vez es más difícil innovar desde el punto de vista puramente tecnológico, la innovación llega de la mano de la diferenciación. Y las mujeres tenemos la capacidad de pensar diferente», defiende.

Y las tres emprendedoras coinciden en varios puntos: que, a la hora de emprender, la pasión y el esfuerzo son clave, pero también hay otros, como desde que «el fracaso forma parte del proceso», que apunta Betés; que «a la hora de emprender la idea no es la clave, sino cómo la ejecutas», que señala Iturriaga; o el sonoro y optimista mensaje de Bautista: «Innovar, crear algo nuevo, apostar por una misma y emprender nos obliga a todas a salir de nuestra zona de confort. Y perder el miedo. Porque ¡no estamos solas!».

Innovar en minoría

Las mujeres conforman el 51% de la población europea total, y el empleo femenino se sitúa en el 67,3% en el continente. Sin embargo, según el último informe Mapping Spain’s Tech Sector solo el 34,4% de las personas autónomas son mujeres, de las cuales el 31% trabaja en startups. Otro dato que arroja el estudio es que solo el 14% de las empresas tecnológicas analizadas cuenta con al menos una mujer entre sus fundadores y, en los últimos 4 años, este porcentaje se ha reducido 4 puntos, pasando del 17% al 13%.