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Pues sí, estar en una situación laboral en la que tu responsable es muy inseguro o demuestra abiertamente que no confía en ti para determinadas tareas es muy desmotivador. Por ejemplo, hay jefes de lo más 'sensibles' que pueden pensar que, si te postulas para un trabajo concreto, eres un 'trepa', 'socavas su autoridad' o le vas a quitar el puesto.
También están aquellos jefes que tienen la mala costumbre de interrumpirte cuando estás exponiendo con argumentos por qué has tomado tal o cual decisión. Cuando no se te permite llevar una iniciativa, por equivocada que sea, lo que esperas es que te escuchan y que te rebatan educadamente en qué no están de acuerdo, sin hacerte sentir que todo lo haces mal siempre. Un comportamiento que, por otra parte, acaba llevando al trabajador a querer mantener un perfil siempre lineal, bajo y gris.
Tener un responsable que no confía en ti provoca una fuerte preocupación y frustración. Si todo el rato se cuestiona tu trabajo, no te deja hablar, no comparte información y a veces obstaculiza tu tarea, puedes pensar con razón que se trata de algo personal. Hablar con él es fundamental para aclarar este malentendido, pero hay tres cosas concretas que deberías hacer ante un jefe que, aparentemente, ha perdido su confianza en ti.
Déjale claro que no eres una amenaza
Esto es lo más complicado de entender: ¿cómo puede ser que una persona que está más alta en el organigrama se sienta amenazado por ti? Se han hecho estudios al respecto, como los de los profesores Nathanael Fast y Serena Chen, que han dado evidencias de que cuando el jefe se siente incompetente, tiende a ser más agresivo con los empleados a modo de mecanismo de defensa.
Pero no se trata solo de incompetencia, hay una parte de ego. Si tu jefe está ahí porque se supone que tiene más habilidad de liderazgo o conocimientos, él puede sentir que tus movimientos están cuestionando todo lo que sabe, por lo que acaba cambiando su comportamiento hacia el trabajador para potenciar su autoestima.
Tú debes dejarle claro a tu jefe que no eres un rival, sino un aliado; que admiras y comprendes su trabajo e incluso el estrés que padece, y dejarle claro que has aprendido muchas cosas a su lado. No me entiendas mal; no quiero que te conviertas en el pelota del equipo.
Se trata solo de ser agradecido: cuando haya hecho algo por ti, no te cuesta nada decirle "muchas gracias". ¿Qué tipo de cosas? Hazlo cuando te presente nuevos contactos, cuando te dé la oportunidad de hacer una formación, cuando te invite a hacer algo que no estabas haciendo hasta ahora, etc.
En esto de alinearte con él, no te queda otra que sentir cierta empatía con el jefe. Piensa por qué situación está pasando o ha pasado, a qué presiones le deben estar sometiendo desde arriba... teniendo siempre en cuenta que no debe pagar contigo lo que esté pasando por otro lado.
Cómo generar confianza ante tu jefe
¿Qué es lo que la gente valora en un líder? Hay muchos estudios al respecto, pero los factores que siempre están ahí son tres: relaciones positivas, buen juicio/experiencia y coherencia. Más que preguntarte si tu jefe las cumple, toca hacer examen de conciencia de cuáles de estos rasgos exhibes bien en tu trabajo. Quizás un amigo de la oficina pueda ayudarte en esta revisión.
Por otro lado, y siguiendo con lo dicho anteriormente, tu jefe debe considerar que estás alineado con él, no 'a tu bola' o contra él. Para eso, hay dos acciones concretas que debes probar:
Pregúntale cuáles son sus prioridades. La falta de confianza y comunicación muchas veces impide al subordinado saber cuáles son los objetivos reales del trabajo. Pregúntale en qué está focalizado y de qué manera puedes apoyar mejor esas metas.
Averigua si podéis hacer algo juntos. Paso dos, ahora que sabes qué es lo que hay que hacer, mira a ver si puedes colaborar con él a lograr algo concreto, bien porque tus conocimientos sean más indicados, porque se te da bien hacerlo... E intenta no usar la primera persona del singular, sino del plural: "Nosotros podríamos apostar por...", "Nosotros deberíamos trabajar más en esto", etc.
Fomenta la conversación en persona
Es cierto que la digitalización en la que nos hemos visto envueltos en los últimos años ha llenado nuestra conversación en el entorno laboral de correos electrónicos, WhatsApp y videollamadas, pero para conseguir mejorar la confianza del jefe plantéate charlar con él en persona más a menudo.
Tienes que plantearte mantener con tu jefe una conversación en la que le digas que para ti es importante trabajar bien con él pero que no siempre notas que es así. Pregúntale qué puedes hacer diferente para mejorar vuestra relación laboral y escucha atentamente todo lo que va a decirte. Agradécele su opinión, también aunque no estés de acuerdo. Si demuestras voluntad de mejora, seguro que él hace lo mismo.
Intenta ponerle algún ejemplo de las cosas que te han sentado mal por su parte. Esa vez que no te tuvo en cuenta o que te interrumpió, o que sentiste que estaba menospreciando tu trabajo. Saca fuerzas para ser sincero y decirle algo así como: "Imagino que no era tu intención pero me sentí completamente frustrado".
En esa conversación, recuerda llevar anotado mentalmente tus éxitos, las horas que dedicas a tu trabajo, todo lo que estás haciendo en este momento y qué propuestas de mejora ofreces. La mejor manera de fomentar la confianza de tu jefe es que vea en ti una actitud proactiva.
