¿Cantar duetos es un acto de valentía o un ejercicio de humildad?
Ni lo uno ni lo otro. Es un placer, un divertimento, una excusa para que la gente descubra la química y la complicidad entre dos artistas, y nosotros poder regalársela.
De Panamá, ¿solo tiene el nacimiento?
Conozco bien el país, y puedo asegurar que es una verdadera joya, mucho más grande que su geografía.
Viajar es parte de tu vida ¿hay alguna cultura que te haya influido?
Aquellas con las que tomas contacto, que son muchas y muy distintas, y en mayor o menor grado te dejan huella. Todas ellas son de gran alimento.
¿Cuál es tu ciudad favorita en Europa?
No tengo solo una. Londres por su información y exquisitez. París por su audacia y cultura. Lisboa por su luz ultramarina, especiada con aires de antiguas colonias. Madrid por su pulso vibrante y su creatividad. Barcelona por su magia y arquitectura. Viena, Praga, Berlín, Zúrich... Tengo una para cada estado de ánimo.
Este año has acudido al Life Ball vienés, ¿nos pones los dientes largos?
Es un evento sorprendente y poderoso. No podría describirlo en unas líneas. Recomiendo, definitivamente, vivir esta experiencia. Es ejemplar y aleccionador ver a una ciudad volcarse entera, con tanto entusiasmo y solidaridad, para recaudar por una causa. Espero poder llegar a hacer lo mismo en Barcelona con mi gala anual a favor de la Fundación Lucha contra el Sida.
Eres buzo y has nadado entre tiburones, ¿cómo fue la experiencia?
De una gran belleza. Son seres de una ingeniería tan perfecta, que hace ya miles de años que no necesitan casi evolucionar, solo adaptarse a las agresiones constantes del ser humano. Deberíamos aprender a respetarlos y entender que son parte del patrimonio sagrado de la naturaleza, de nosotros y de nuestra riqueza espiritual.
Si salimos de cena en la capital, ¿nos vamos a un japonés o de tapeo?
En Madrid, sé madrileño y haz lo que los madrileños hacen: ¡tapea!
Tú que sabes mucho de jamón ibérico, ¿cuál es el secreto para saborearlo?
A justa temperatura sudado, a mano sabia y a fino cuchillo cortado, despacio deshecho en boca, bien salivado y, tras conversado y en buena compañía regado y degustado, por su aroma y su perfume consagrado hasta la próxima de menos echado. Siempre recordado...
Te gusta aprender, ¿tu último hallazgo?
La paternidad. Me quedo sin palabras. Deja atrás todo lo anteriormente conocido.
¿Hacer siempre lo que uno desea es cuestión de coherencia o de azar?
Realizar lo que quieres es gozar de una gran suerte, y cuando pasa el tiempo esto te permite ser coherente. Todo depende siempre de que la gente apueste por ti, y el público no se equivoca, tiene un olfato increíble.
