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Perder peso sin modificar radicalmente tu vida es posible. A veces nos encontramos sin fuerzas suficientes como para ponernos a régimen -aunque se traten de dietas efectivas para bajar kilos sin perecer en el intento-, y estamos en todo nuestro derecho. Pero es verdad que, cambiando ciertos hábitos alimenticios, es más que factible perder peso sin hacer dieta y sin que sea ningún desafío físico ni psicológico. Tampoco sufrir ansiedad ni notar que te estás privando de demasiados alimentos. A veces, no podemos abarcar más cosas. No deberíamos hacer de esto un problema.
Quizás no necesites tampoco un cambio radical, solamente llevar una rutina similar pero adaptada a esa pérdida de peso moderada y sostenida en el tiempo. Lo que te sobre se irá yendo poco a poco, sólo es cuestión de ponerlo en práctica cuanto antes.
Por supuesto, si crees que para ti lo conveniente es hacer un estudio de hábitos, aprender a llevar una alimentación más consciente o tus kilos de más sí son un problema porque afectan a tu salud: ve al médico o nutricionista. Esto está indicado para aquellos que se encuentran con un IMC saludable y en un normopeso. Y puedes llegar a bajar hasta 5 kilos con sólo cambiar pequeños gestos rutinarios.
Cinco cambios para perder peso sin hacer dieta
1- Consume infusiones frías (que no té)
Aunque pueden ser también calientes en invierno, normalmente nos suelen apetecer aquellas infusiones depurativas que son más cítricas y frescas para consumir a lo largo del día. Esto evitará que abuses de café por la mañana, te saciará porque te mantendrá hidratada y también evitarás que tomes leche (la que acompaña el café). Lo que se traduce en no tener sensación de hambre entre horas, no recurrir a las bebidas energéticas, a los refrescos, ni tampoco a las alcohólicas.
El té no es la mejor opción para infusionarlo en un litro de agua y beberlo durante el día, porque es excitante y estimulante, y podrías obtener un estado contrario al que pretendemos. Aumentar esa agitación y por ende, la ansiedad de comer. Te costaría dormir y no sería productivo porque entraríamos en un círculo vicioso nada recomendable. Pero tranquila, porque hay vida más allá del té y hemos recopilado hasta 16 infusiones para adelgazar efectivas y ricas.
Las aguas saborizadas también pueden servirte, aunque es mejor que las hagas tú misma, por ejemplo, agua con limón y jengibre, pepino o cualquier tipo de fruta natural. Mejor eso a añadir extractos de sobre.
2- Ayuno intermitente
“El ayuno intermitente o 'fasting' en inglés consiste en dejar una ventana de tiempo durante el día en el que no se consume ningún alimento sólido o que aporte calorías en general, y otra ventana de tiempo en la cual se ingieren todas las calorías necesarias”, nos explica Daniel Mantas, director de NutriNour (expertos en nutrición clínica, deportiva ypersonalizada) y miembro de Doctoralia. “Existen varios tipos de ayuno, 12-12, 16-8, 20/4, 24h o 48h”, añade.
“El mínimo para que se considere que se está dando una autofagia (un mecanismo asociado al ayuno) es de 12h de ayuno”, como dice Mantas. Estos son los diferentes tipos de ayuno: 8, 16 o 24 horas. También existe el ayuno terapéutico o prolongado, pero en ese caso hablaríamos de un período superior a los 5 días en el que se practica una restricción calórica de no más de 250 kcal diarias.
Como nos confirma el director de NutriNour, el ayuno intermitente puede tener efectos positivos para el organismo, “pero es importante saber que no es para el todo tipo de personas”, subraya. “Es importante valorar con un nutricionista nuestra situación personal para evaluar si puede tener contraindicaciones. También es importante decir que el ayuno per se no nos va a aportar salud; también es importante qué alimentos escogemos en el tiempo en el que sí vamos a ingerir alimentos.”, añade.
Es otro de los métodos para perder peso sin darte cuenta, quizás, el más cómodo sea el de suprimir las cenas. Pero has de ir primero a tu médico para que valore cuál es el mejor ayuno intermitente para ti y si estás en condiciones de hacerlo.
3- Suprimir extras
Hay pequeños gestos que hacen que no bajes de peso aunque comas de manera saludable, estos son comer con pan, las bebidas de acompañamiento en las comidas, las salsas, la sal en los platos, el aperitivo con fritos o frutos secos, etc.
Al final, sin darnos cuenta estamos metiendo un montón de calorías en nuestro cuerpo que no nos aportan absolutamente nada. Si comes normal, sin hacer especial hincapié a si comes arroz, pasta o lo que te toque comer pero te limitas a ceñirte a un único plato con agua como acompañamiento -beber agua y mantenerte hidratada es otro de los puntos más importantes-, notarás que poco a poco te irás deshinchando.
Lo primordial es estar bien nutrida, no tener carencias alimentarias y quitarte todo aquello que no te esté aportando nada (y no nos referimos solo a la nutrición).
4- Fuera la culpa
Si tienes la sensación de estar renunciando a muchas cosas, cambiando de hábitos radicalmente o sientes una presión autoimpuesta, esto no va a salir bien. No es cuestión de que te metas caña, que te juzgues y que esto sea una añadido más de presión.
El sentimiento de culpa tiene que quedarse en la puerta. Si la intención no es hacer una dieta, sino modificar ciertos hábitos para perder peso de manera sigilosa y mantenida en el tiempo, no podemos abordar más de lo que queremos. Y esto no tienes que seguirlo a rajatabla. No puede ser así, tienes que tomártelo como un "juego" en el que te sientas cómoda y pensar que lo haces meramente por ti, y que si fallas o no lo haces bien un día, tampoco pasa nada. Las reglas las pones tú, no lo olvides. La belleza jamás debe ir por separado de la salud, siempre unidas.
A veces somos nuestro peor enemigo y psicológicamente más aún tras una larga época de pandemia, no podemos además permitirnos la presión de hacer una dieta. No pasa nada por ello, si quieres ir sintiéndote mejor, incluye estos cambios, pero no te juzgues ni te machaques. Recuerda que haces esto para sentirte mejor, no culpable.
5- Mantén una vida activa
Aquí vamos a darle la vuelta a la tortilla. Quizás el motivo estético no te es lo suficientemente potente para ir a hacer un deporte. Pero el de sentirte mejor psicológicamente y también en el ámbito físico, sí que lo sea. Ahora buscamos nuestro bienestar, ésta que parte de la aceptación de lo que somos y en el momento que estamos. Hemos sufrido mucho y tenido que sacar energía para resolver otros motivos. Perder peso, cuando se parte de una situación que no corre prisa ni es urgente resolver, no es un problema. No pasa nada si durante la Navidad te has comido muchos dulces caseros o sientes que te has excedido entre cenas, fiestas y citas señaladas.
Si no te has quitado esos kilos porque no te encuentras de ánimo o, incluso, porque sabes que este verano tampoco va a quedarte como esperas ese bikini. No pasa nada, el ámbito físico y mental es el primero que abordar para ya llegar a un resultado que estéticamente te guste más.
Proponte ser activa este 2023, porque te va a sentar mejor, por tu salud y por tu cabeza, por respeto y cuidado a tu propio cuerpo. No hace falta que hagas un deporte de élite, tampoco que vayas al gimnasio ni que entrenes en casa o que te pongas a correr como si no hubiese un mañana si no te apetece. Basta con ponerte unos cascos, una sudadera, el modo avión en el móvil y salir a recorrer tu ciudad, por algo se empieza. Despejar la cabeza, concentrarte en la música y estar contigo. Matarás dos pájaros de un tiro: sentirte bien por dentro y por fuera.
Si tienes la fuerza de hacer deporte, mejor que mejor, pero que tampoco sea una obligación.
Hemos aprendido a que lo más importante es disfrutar del día a día, que el autocuidado es una práctica que deberíamos incluir en nuestra rutina diaria y que la libertad sólo está en ti. Así que sé feliz, cuídate, date lo que necesites cuando lo necesites y no te sientas culpable por existir ni ser lo que los demás esperan de ti.
Permítete caer, engordar cinco kilos o diez, y asume que la vida son etapas y eso no define tu esencia. Ésta, siempre, se mantiene en su lugar.
