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Una de las cosas que tiene la primavera es que entran ganas de comerse la naturaleza. Dicho y hecho. Sumergirse en la floral y luminosa carta del restaurante del hotel gastronómico Mas Generós es lo más parecido a escaparse al campo para hacer un picnic con un mantel a cuadros sobre el césped húmedo. Todo alrededor de esta preciosa masía a las afueras de Fonteta, un pequeño pueblo en el corazón de L´Empordà, respira verde. Porque aquí las flores y las plantas no sólo son ornamentales. En este lugar se comen prácticamente todas.
Cuando hace cuatro años, un mes antes del inicio de la pandemia, Eugenia decidió abrir las puertas de su pequeño hotel rural, no tenía ni idea de que después contaría con Iolanda Bustos, conocida como la chef de las flores, como directora gastronómica. Hoy, el talento en los fogones de una y la hospitalidad de la otra son la base de este proyecto que tiene la sostenibilidad como principal argumento.
Mas Generós es un espacio lleno de vida. Un pequeño hotel rural sostenible, abierto a experiencias sensoriales y gastronómicas que pasan por las grandes pasiones de Eugenia: la jardinería, la literatura, la música, el yoga… y por supuesto la cocina. Por eso, ha creado un pequeño pero cálido comedor donde ofrece una cocina honesta que mantiene un dialogo constante con su inmenso jardín comestible. De aquí salen muchas de las flores y plantas que acaban en los platos que luego cocina Iolanda: lirios, margaritas, saúcos, caléndulas, amapolas, rosas….
La carta es tan cambiante como las flores que la integran. A cada flor, su estación. Y ahora, con la primavera, la gran explosión floral. Por eso, te damos un consejo: si quieres vivir una experiencia gastronómica auténtica, ahora es el momento. Además, una vez al mes (tienes toda la información un poco más abajo), organizan las Garden Experience, en las que además del servicio de restaurante, la propia Iolanda realiza un paseo por el jardín para conocer a fondo cada especie.
Iolanda Bustos, la chef que susurraba a las flores
La carta que propone Iolanda arranca con un champagne casero de flor de sauco, de baja graduación que elabora ella misma (y que también puedes comprar allí mismo). Es un fresco y maravilloso punto de partida para un menú primaveral que incluye un ligero pan casero con aceite de oliva y hierbas aromáticas que no querrás que se acabe nunca.
Junta a ese pan, su homenaje al brócoli con un huevo de las gallinas de la propia masía tratado a baja temperatura. Otro de sus platos más exitosos es el bacalao confitado acompañado de una fina crema de guisantes y habitas. Y, por supuesto, con varias plantas aromáticas recién recolectadas del jardín como la flor de la malva o la flor de violeta, que le da un color maravilloso al conjunto.
Indispensable es el canelón de hierbas y flores, con pétalos de rosa. Parece, a simple vista, un canelón de espinacas, pero lo cierto es que está lleno de hierbas del huerto. E incluso de ortigas. Y, por supuesto, sus ya famosas croquetas de caléndula o el tartar de remolacha y rosa. Imprescindible.
Todos sus platos tienen las flores como protagonistas. En algunos casos, con más presencia en el plato. Por ejemplo, las carnosas, como el tulipán, que parecen endivias, o el lirio de un día, que como su nombre indica hay que comer prácticamente nada más recolectar. En otros casos, en cambio, de manera más efímera por ser muy ligeras, como las verónicas.
Un jardín comestible de más de una hectárea…
Metros y metros y más metros de jardín. Eso es con lo que hay cuando accedes a la parte de atrás de Mas Generós. Un inmenso espacio verde integrado en este pequeño hotel rural de once habitaciones. Además, todos los terrenos colindantes, pertenecen a la masía para asegurarse que nadie podrá construir viviendas alrededor. Un remanso de paz a escasa distancia del pueblo.
Cuando Eugenia compró la masía se dio cuenta de que jamás se había usado ni un producto químico en ese jardín anexo. Llevaba yermo más de 30 años y tuvo muy claro desde el primer día que la sostenibilidad y la ecología tenían que ser la punta de lanza de su proyecto hostelero y gastronómico. Todo tenía que estar integrado de forma natural. Su objetivo: “Que las plantas estén a gusto en su medio”. Dicho y hecho, hoy conviven de forma totalmente natural.
El jardín rebosa hoy plantas y flores, incluyendo algarrobos, olivos y árboles frutales. Además, hay cuatro parterres concebidos como una dinámica circular alrededor de la propia masía. Un gran cosmos en el que las flores crecen libremente: tanto las que se cultivan como las que, de forma natural, encuentran ahí su espacio. Estos parterres nutren la casa de flores ornamentales y comestibles y de verduras. Lo que el hotel rural no necesita, lo devuelve al compost y produce alimento para esta misma tierra. Un círculo de aprovechamiento total de la energía.
… Y el jardín secreto de la masía
Dentro del jardín hay otro jardín. Es el jardín secreto, una idea de Eugenia para que aquellos artistas, poetas, pintores, fotógrafos que lo deseen, encuentren un espacio gratuito donde relajarse. Un pequeño rincón que alberga una casa de madera escondida. A cambio de esta estancia sin coste, han de “devolver” algo a la masía o a sus huéspedes de la forma que consideren. ¿Cómo? Pues mediante clases, tutoriales, exposiciones, charlas, encuentros. Una forma de aportar un granito de arena que revierte en Mas Generós en forma de creatividad.
De hecho, la sensibilidad artística se respira en cada rincón, no sólo en el jardín secreto. La masía tiene once habitaciones, cada una de ella dedicada a un personaje que tiene vínculo con este territorio. Desde Dalí o Gala a Josep Plà. Hay músicos, escritoras, pintores… y, por supuesto, una jardinera, que tiene la habitación número 1 y que es el germen de todo: Elisabeth Von Arnim. “Gente a la que me hubiera gustado sentar a la mesa”, cuenta Eugenia.
Cocinar con flores, el último libro de la chef catalana
La niña que acompañaba a su padre a pastorear y a conocer las plores y plantas, se convirtió tiempo después en un referente de la cocina floral en España. Su último libro, “Cocinar con flores” (Lectio Ediciones), es un compendio de todos sus conocimientos para preparar platos con flores. Y con un objetivo muy simple: cambiar la mirada que tenemos hacia las plantas.
“Cocinar con flores es mucho más que simplemente ponerlas de forma bonita en un plato”, nos cuenta. “Es darle sentido al conjunto, que todo adquiera una armonía, conocerlas e interpretarlas correctamente”, añade. Y su consejo: Primero piensa siempre en las flores y luego en el resto de los ingredientes. “Lo que no se puede comprar es lo que más valor tiene. Y sin coste económico, basta agacharse y recogerlas”.
Iolanda, que si fuera una planta, confiesa, sería una caléndula, cuenta en este libro que las flores contienen nutrientes que alimentan el alma, proporcionan bienestar, mejoran el sentido del humor y convierten cualquier receta en un festín para los sentidos.
"Cocinar con flores es mucho más que simplemente ponerlas de forma bonita en un plato"
En total, 50 elaboraciones y recetas para cocinar verduras, arroces, carnes, pastas, pescados y postres con las distintas flores de temporada. E incluye historias y curiosidades de flores además de aspectos científicos de las plantas, trucos de cultivo, cosecha y conservación.
Garden Experiences todo el año
Los Garden Experience generan experiencias alrededor del jardín comestible de Mas Generós a lo largo del año. También hay charlas y talleres de cocina muy diversos vinculados a las flores. Cada mes se celebra un evento gastronómico. Los próximos hasta el inicio del verano:
- - 21 de abril
- - 19 de mayo
- - 28 de junio
Precios: 75 euros paseo y la comida
25 euros solo el paseo sin la comida.
C/ Sant Generós, 21. Fonteta, Girona
Tel. 97 219 55 93.
Web: www.masgeneros.com
IG: @masgenerosfonteta
