Es salmantina y estudió Ciencias Geológicas, pero el gusanillo del vino comenzó a picarle durante el doctorado gracias a unos familiares vallisoletanos apasionados por las referencias de la región. El afán de aprendizaje de Marilena Bonilla le llevó a trabajar en diferentes denominaciones para adquirir experiencias enriquecedoras en la elaboración de vinos de calidad, pero fue en Protos donde decidió asentar su carrera profesional. Aterrizó en la mítica bodega de Ribera del Duero en 2005 y no volvió a marcharse.

Desde su llegada a Protos y gracias a sus conocimientos y a la perseverancia en el día a día, Marilena ha asegurando la continuidad en la elaboración de vinos de calidad en la denominación. Ha sido testigo de excepción de la construcción, puesta en marcha y consolidación de la actual bodega, una catedral del vino diseñada por el estudio de arquitectura de Richard Rogers. Y, dada su polivalencia y su amplio conocimiento del sector enológico, en 2009 fue la encargada de implementar el departamento de enoturismo de Bodegas Protos, sentando las bases que han posicionado a la bodega como la más visitada de Ribera del Duero.

bodega protos
Protos

En 2014, gracias a su compromiso con Protos y a la valía demostrada durante casi una década, Marilena Bonilla se convirtió en sucesora de Carlos Guzmán (director Técnico de Protos desde 1999) como enóloga titular de la bodega, adquiriendo la responsabilidad de coordinar la elaboración de las 6 bodegas que componen el grupo, tanto en Ribera del Duero como en Rueda y Cigales. Todo un reto, que ella disfruta con pasión y optimismo, dejando a un lado la eterna lucha de sexos. “Llevo la dirección técnica de un grupo de enólogos, pero no soy la única mujer, somos cinco mujeres dentro del equipo de producción, y fuera hay más”, afirma Bonilla.

“Me siento orgullosa de que cada vez tengamos más presencia en el mundo del vino, en todos los ámbitos. No sólo dentro del departamento técnico, laboratorio y elaboración, sino también en administración, compras, enoturismo y exportación. Incluso en el campo. En nuestro equipo hay una mujer que está día a día en el viñedo, podando, realizando las tareas y supervisando a los hombres, y lleva mucho tiempo haciéndolo. El hecho de que cada vez haya más mujeres dentro de este sector está promoviendo que lo que se evalúe realmente sea la valía, el entusiasmo, la capacidad de trabajo, el esfuerzo que uno pone, el compromiso, no si eres hombre o mujer”.

"El hecho de que cada vez haya más mujeres dentro de este sector está promoviendo que lo que se evalúe realmente sea la valía"

Porque su trabajo no se trata únicamente, de hacer un esfuerzo físico, sino de “pensar y tener capacidad organizativa, capacidad de liderar un equipo, de crear buen ambiente y promover la colaboración entre todos”, añade la enóloga. “Se trata de tener pasión, y ahí no hay diferencias entre hombres y mujeres”.

Marilena insiste en que, desde hace unos años, en el mundo del vino se ven más mujeres llevando el liderazgo en bodegas, viticultura y distintos ámbitos del sector enológico. “En muchas denominaciones hay incluso mayoría de mujeres, como en Rueda, por ejemplo, donde hay muchas enólogas al frente de los proyectos, también en Ribera del Duero”.

marilena bonilla, enóloga de protos
Protos
Marilena Bonilla, enóloga de Protos.

¿Se está normalizando o consideras que existe todavía un prejuicio? ¿Es un hándicap ser mujer en el sector?

“Yo no creo que sea un hándicap, salvo para ciertos trabajos físicos por una cuestión de fuerza y que, generalizando, pueden limitarnos de alguna manera. Pero en el resto de trabajos no. Cuando empecé con la dirección técnica, cuando me lo propusieron a mí, había más hombres trabajando en el departamento y podían haber decidido que fuese uno de ellos, pero no lo hicieron. Tengo a mi cargo muchos hombres y siempre ha habido respeto, en ningún momento he tenido problemas para llevar a cabo mi trabajo. Pienso que ya está normalizada la presencia de la mujer en la industria del vino, incluso como catadoras, donde se valora especialmente nuestra aptitud”.

¿Tenemos las mujeres una sensibilidad especial a la hora de catar?

“No quiero pasarme al otro extremo, las mujeres no somos peores, pero tampoco mejores en este tema, hay grandes enólogos y grandes enólogas, igual que hay grandes cocineros y grandes cocineras. La sensibilidad del gusto y del olfato influye mucho, pero son cualidades que tenemos tanto las mujeres como los hombres y por eso merecemos igualdad de oportunidades. Saber decidir una buena mezcla en base a lo que tienes, saber sacar lo máximo de una uva para hacer un vino de calidad, no es una cuestión de sexo”.

bodega protos
Protos
Bodega Protos

Desde su llegada a Bodegas Protos, Marilena Bonilla ha formado parte del departamento de Investigación y Desarrollo, gestionando los diferentes proyectos en los que se ha embarcado la bodega, con el fin de perfeccionar el proceso de elaboración en busca de alcanzar nuevos métodos y técnicas que sigan posicionando a los vinos de forma genuina y diferenciadora en el mercado.

“Se trata de tener pasión, y ahí no hay diferencias entre hombres y mujeres”

“Mi filosofía es seguir haciendo vinos de calidad cada año. Cuando empecé a trabajar aquí, mi objetivo era enfrentarme a los nuevos retos de cada vendimia y sacar lo mejor de la cosecha que teníamos en ese momento, porque cada año es diferente y hay que saber escuchar al consumidor sobre lo que demanda, adaptarse a esas peticiones. No podemos seguir haciendo siempre lo mismo sin tenerles en cuenta, porque los consumidores son quienes te van a decir qué es lo que quieren. Si la tendencia ahora son vinos más fáciles de beber, menos tánicos, con más fruta… hay que centrarse en eso, manteniendo la personalidad de tus vinos y el estilo de la bodega, pero adaptándose a las tendencias de consumo”, sentencia la enóloga.

marilena bonilla, enóloga de protos
Protos
Marilena Bonilla, enóloga de Protos, con su equipo de trabajo.

“Tenemos que mejorar cada año siguiendo nuestra propia personalidad, pero incrementando el interés, no sólo de nuestros consumidores más fieles, sino de los potenciales consumidores, de la gente joven que se adentra el mundo del vino. Y a ellos hay que ponerles las cosas fáciles”.

¿Qué metas te planteas a largo plazo en tu profesión como enóloga?

“Seguir creciendo como profesional y hacer que la bodega siga creciendo gracias a los vinos que saquemos al mercado. Somos una bodega ambiciosa en el sentido de que, si podemos, vamos a seguir presentando nuevos vinos. Tanto en Ribera como en Cigales y Rueda, ese ha sido siempre nuestro objetivo: diversificar y dar más opciones para todo tipo de públicos. Y seguir aprendiendo, hacer cada vez mejor las cosas, ser mejor profesional y hacer un gran equipo dentro de la bodega, porque al final las personas somos la parte más importante dentro de una empresa. En todos los ámbitos, desde el que lleva al campo hasta el que hace el vino, el que embotella, el que mueve barricas, el que enseña la bodega, los comerciales… El equipo humano es el que hace que Protos prospere realmente”.

¿Qué es lo que más te gusta de trabajar en el mundo del vino?

“El mundo del vino es apasionante, lleno de posibilidades de aprender y de disfrutar a la vez. Es un sector muy dinámico, porque existe una enorme diversidad. Cada año es diferente, las uvas con las que trabajamos, las condiciones, los suelos, las climatologías cambian dentro de las distintas denominaciones... Es un sector que te brinda la oportunidad de crear una gran variedad de vinos distintos y a la vez crear tu propio estilo, y esa es una de las cosas que me parece más interesante, poder expresarte, poder aportar parte de tus conocimientos y tu personalidad utilizando los recursos que tienes en cada zona y a la vez disfrutar de tu trabajo. Es un lujo tener una profesión en la que puedas ser feliz cada día”.

¿Cómo ves el futuro del vino para esas compañeras que vienen detrás y quieren ser enólogas? ¿Qué consejo les darías?

“Que luchen por ello, porque van a encontrar un espacio seguro. Se va incrementando el número de bodegas, prácticamente en todas las denominaciones, que necesitan buenos profesionales. Que no pierdan nunca la pasión y las ganas de aprender y de formarse. Porque hay que estar actualizado en este sector, hay que leer, hay que escuchar, hay que estar al día de las nuevas tecnologías. Y, después, que se dejen llevar por su intuición. Porque cuando trabajas en una bodega tienes que fiarte de tus sentidos. Al final, es tu gusto personal el que te va a llevar a hacer uno u otro vino. El secreto para elaborar cosas diferentes, interesantes y con personalidad está en mezclar el instinto con los conocimientos”.

Según Marilena, lo más importante en un entorno profesional es valorar, escuchar, saber ver el potencial de cada persona, el interés, la positividad. “Yo intento rodearme de gente positiva, no quiero gente que se rinda ante cualquier dificultad o que todo lo vea de forma negativa. En el día a día nos vamos a encontrar con cosas buenas y cosas malas, dificultades que hay que resolver. Por eso, estar con gente positiva, organizada y con capacidad de trabajo es lo más importante para mí. Espero que a las nuevas generaciones nadie las vea como mujeres, sino como profesionales, ya sea en bodega o en cualquier ámbito. Te tienen que ver como una persona profesional, preparada, en el sector que sea, darte las mismas oportunidades y, después, hacer el mejor trabajo posible”.

¿Qué es para ti un buen vino?

“Un buen vino te tiene que hacer disfrutar desde el primer momento, llevarte a una variedad, a una zona, contarte una historia. Debe mostrar la esencia del lugar en el que nace. Es importante que manifieste las características frutales de la variedad, pero a la vez hable de su crianza, esos toques especiados, tostadas, de caramelo, que ha adquirido durante el tiempo en barrica. Un buen vino tiene que mostrar un gran equilibrio en boca, una buena elaboración, una perfecta integración de la fruta con la madera, que esté pleno de sabores, que tenga unos taninos suaves, redondos, un final largo. Un vino con una nariz intensa, muy agradable y compleja, y una boca equilibrada y redonda; un vino armónico y persistente”.

¿Qué vino nos recomiendas para brindar este 8 de marzo?

“Voy a recomendaros dos. El primero es Aire de Protos, un vino delicado, muy afrutado, muy goloso en boca y muy fresquito, con una buena acidez. Este sería para empezar. Y después, para continuar, nuestro 9 Meses, que además es ecológico y ahora está de moda defender la viticultura sostenible y respetuosa con el medioambiente. Es un vino muy gastronómico y con un gran equilibrio entre la fruta y la crianza en barrica, muy redondo y muy fácil de beber”.