No imaginamos un buen 'brunch' sin unos huevos benedict regados con salsa holandesa. Son la receta estrella de los desayunos tardíos. Prepararlos en casa siempre es complicado por dos motivos: conseguir el huevo escalfado perfecto y elaborar a la primera la complicada salsa holandesa.

La salsa holandesa es una de las salsas madre de la cocina. En la teoría es una emulsión de mantequilla, vinagre o vino blanco, zumo de limón y yemas. Su preparación no conlleva muchos pasos, pero sí precisión porque se corta con mucha facilidad. Somos muchos los que ni siquiera intentamos prepararla en casa... ¡hasta ahora! Verónica Gómez de Liaño, finalista de Masterchef 10, nos enseña su receta exprés de salsa holandesa sin necesidad de baño maría. Es sin duda la más cómoda y fácil que hemos encontrado hasta la fecha. Ideal para perderle el miedo a esta elaboración tan adictiva. Además, le da un toque diferente con una cucharadita de mostaza en grano. El único momento complicado del paso a paso es verter en hilo la mantequilla. Debe ser muy poco a poco para evitar que se corte. Lo demás es pan comido.

El truco definitivo de Verónica Gómez, que omite la cocción al baño maría, está en la batidora de cocina. Para mantener la estabilidad de la salsa holandesa, lo mejor es trabajar con un robot y concentrarse en el volcado lento de la mantequilla. Después, no olvides servirla en el plato de forma inmediata para conservar la buena textura mientras la disfrutas. Con esta receta tan fácil de salsa holandesa, vas a querer organizar un brunch en tu casa cada fin de semana.

El plato clásico para disfrutar de la salsa holandesa son los huevos benedict clásicos, pero también puedes darle sabor y cremosidad a cualquier pescado, carne o verdura. Nada más ver su vídeo, nos morimos por preparar la salsa holandesa con unos puerros.

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Ingredientes

250 g de mantequilla, 4 yemas de huevo, vinagre, zumo de limón, mostaza en grano, gotas de salsa picante, sal y pimienta.

salsa holandesa
Image Professionals GmbH//Getty Images

Elaboración

  • Clarifica la mantequilla calentándola a fuego lento y retirando el suero.
  • Bate con una batidora eléctrica las 4 yemas de huevo -es importante que no quede ningún rastro de clara-, un chorrito de vinagre, zumo de limón, una cucharadita de mostaza, unas gotas de salsa picante, sal y pimienta.
  • Cuando las yemas hayan doblado su tamaño, sin dejar de batir añade poco a poco en hilo la mantequilla.