Desde el lanzaminto de su biografía 'En la sombra', el príncipe Harry se encuentra de promoción en diferentes plataformas, la última de ellas se ha dado en una sesión en directo, aunque para acceder al contenido sus seguidores debían pagar previamente, junto al doctor Gabor Maté, un experto dedicado al tratamiento de adicciones. Durante esta charla, en la que el duque de Sussex ha tratado su pasado con las drogas sin reparo y sin evitar cuestiones en todo lo relacionado con el consumo de cocaína, marihuana, ayahuasca y el alcohol.

Poco a poco han ido analizado el consumo de cada sustancia, repecto a la marihuana, Harry ha confesado que este psicotrópico le ayudó a liberar su mente, cosa que no sucedió con el consumo de cocaína, sustancia de la cual asegura que solo le sirvió para establecer relaciones sociales, nada más: "Me ayudó a tener un sentido de pertenencia", cuenta frente al doctor Gabor Maté que analizaba todas sus palabras.

El príncipe Harry y su relación con la cocaína, marihuana, ayahuasca y alcohol

Otro de los puntos que han tratado con todo lujo de detalles ha sido el consumo de ayahuasca, una bebida indígena con gran componente alucinógeno. El duque de Sussex explica que esta droga le llevó a un estado diferente a nivel anímico y mental: "Fue como si limpiaran el parabrisas, como si eliminaran los filtros de Instagram". Y que esto le esto le ayudó a "lidiar con los traumas y dolores del pasado". "Me lo quitó todo y me aportó una sensación de relajación, liberación, comodidad y una ligereza a la que conseguí aferrarme. Lo hice, en un primer momento, como ocio, pero después vi que era bueno para mí", sentenciaba Harry.

Por último, la charla se ha centrado en sus experiencias con el alcohol. Aunque con anterioridad el príncipe ya había comentado que en otras épocas bebía de forma abundante. Tras terminar con todo este relato, el especialista en adicciones, el doctor Gabor Maté, ha determinado que Harry podría tener TDA (Trastorno de Déficit de Atención) y también ha puntualizado que esto puede deberse a que el duque de Sussex, entre otros factores, ha crecido en un entorno que ha calificado como "anormal''.