Me pasan cosas muy raras últimamente con las noticias (y eso que soy periodista). Todas las mañanas les echo un vistazo a los periódicos y he conseguido armar en torno a mí un caparazón cual tortuga para que nada me afecte. Año y pico de datos de pandemia, una actualidad política que es para echarse las manos a la cabeza, la economía en bucle... Miro 'El país', 'El diario', 'Público', 'El mundo'... y a empezar a trabajar. La vida sigue.

Pero hay noticias que nunca deberían llegar. Noticias de esas que las lees y que no te las puedes creer. De esas que te hacen detenerte, respirar muy hondo porque te has dado cuenta de que tu corazón ha empezado a latir con fuerza y de que están a punto de brotarte las lágrimas. De esas que no deberían existir; o, al menos, no tan pronto. De las que te dan el ataque de nostalgia brutal.

El nombre de Nick Kamen puede ser que no te suene si eres jovencito/a, pero si estás en torno a los 40-50, puedo poner la mano en el fuego de tres cosas: a) que estabas enamorado/a de él cuando eras adolescente, b) que llevabas una foto en la carpeta junto a la de Tom Cruise, Ralph Macchio, Luke Perry o David Summers y c) que has bailado como tres millones de veces (sin exagerar) su canción 'I promised myself'. Sí, estamos hablando de 1990, cuando tu máxima preocupación en la vida era ponerte bien el 'pote' (como se llamaba entonces a la base de maquillaje) y volver a casa a una hora en la que tus padres no te echaran la bronca.

nick kamen 1987
Dave Hogan//Getty Images

Esta mañana he sabido, echándole un vistazo al New York Post, que murió el pasado martes. Que no pudo terminar su particular batalla contra el cáncer de médula ósea que padecía desde hace tiempo. Que tan solo tenía 59 años. Que la noticia la había dado otro grande de los 80, Boy George, definiéndole como "el hombre más hermoso y dulce". Probablemente lo fuera.

No soy yo sola. He corrido a contárselo a mi compañera Paula Llanos, jefa de moda en Elle.es. Nos llevamos tan solo cuatro meses y compartimos muchos ídolos de la época. También, por lo que dice, compartimos sentimientos: "Imagino que le pasa a todo el mundo con sus cantantes favoritos", dice. "Es oír o leer su nombre y -como a modo de musical- de repente en tu mente suena una canción que puedes oír, que puedes casi bailar. Nick Kamen ha cantado esta mañana en mi mente 'I promise myself' y no por los motivos que me hubiese gustado. Me he quedado en shock al saber por mi compañera Begoña que había muerto.

nick kamen, con parte de las bananarama
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Nick Kamen, con parte de las Bananarama.
nick kamen y boy george, en 1987
Dave Hogan//Getty Images
Nick Kamen y Boy George, en 1987.

Yo estaba enamorada de él, y mira que era pequeña cuando salió el anuncio de Levi's. Pero mi madre estaba epatada con eso. Mi padre indignado. Y entonces yo me quedé fascinada por él. Que ni siquiera sabía que no se llamaba Nick Kamen, pero a quién le importaba. Sí, él cantaba y canta en mi cabeza y me lleva a modo de 'flashback' a mis veranos en Inglaterra, a cuando pensaba que me lo iba a encontrar por las calles de Londres y él me cantaría la canción a mí, en directo, en la calle.

Me aprendí la canción de memoria por si me pedía que la cantásemos juntos. Estaba loquísima, lo sé, pero el amor me nublaba la razón. Y ahora siento una enorme pena, pero lo bueno es que su canción seguirá siempre sonando (de memoria) en mi cabeza cada vez que pronuncie o lea su nombre", concluye Paula Llanos.

In the midnight hour I will wait for you...

Historia de un ídolo

El anuncio de Levi's del que habla la jefa de moda de Elle.es es un spot icónico que pudimos ver en 1984 protagonizado por Kamen, en el que llegaba a una lavandería y se iba quitando poco a poco la ropa para sorpresa del resto de clientes: primero la camiseta, luego el cinturón; después, como no, los vaqueros... hasta sentarse en calzoncillos a leer una revista junto a un hombre que le miraba de lo más asombrado. Fue un anuncio que representaba la fuerza disruptiva de la juventud frente a valores más conservadores; y Kamen se encargó de dar vida a ese mensaje.

Había nacido en Harlow (Inglaterra) como Ivor Neville Kamen el 15 de abril de 1962. tenía 22 años cuando comenzó a llamar la atención como modelo al aparecer en la portada de 'The Face'. Poco después, Levi's le contrató para su famoso anuncio 'Laudrette' ['Lavandería'], que llamó la atención de Madonna.

Fue 'la ambición rubia' la que impulsó la carrera como músico de Kamen, que llegó al número 5 del mercado británico con su primer single 'Each Time You Break My Heart', en la que la propia Madonna participó en los coros. Su segundo single 'Loving You Is Sweeter Than Ever' ya consiguió traerle a España, donde actuó en 'Tocata', el principal programa de música del momento.

Madonna volvió a ser corista en 'Tell Me', su siguiente single de éxito, presentado en 1988 y en 1989 fue el intérprete de 'Turn It Up', la canción principal de la película 'Cariño, he encogido a los niños'. Pero fue 'I Promised Myself' (1990) la canción con la que se le recordará siempre, que llegó al número 1 en ocho países de Europa. Su último disco, 'Whatever, Whenever', fue publicado en 1992.

La despedida de sus colegas

Muchos cantantes de los años 80 y 90 han aprovechado las redes sociales para despedirse de su amigo y compañero.

Madonna: "Se me rompe el corazón al saber que te has ido. Siempre fuiste un humano tan amable y dulce y sufriste demasiado. Espero que seas más feliz donde sea que estés Nick Kamen".
Boy George: DEP el hombre más bello y dulce Nick Kamen!
John Taylor, batería de Duran Duran: "Estoy muy triste de enterarme de la muerte de Nick Kamen. Es uno de los hombres más adorables y amables que he conocido. Era un amigo querido de mi hija y de su madre. Le echaremos de menos. DEP Nick".

Aunque quien quizás recoja mejor nuestros sentimientos es Matt Lucas, actor y cómico, quien escribió esto en Twitter:

"Si no estabas enamorado de Nick Kamen en los 80, probablemente no estabas allí. DEP".