El estreno de la esperadísima serie ‘Pam and Tommy’ explora cómo el vídeo sexual privado entre Tommy Lee y Pamela Anderson abrió las puertas más oscuras y libidinosas de internet a las cintas porno caseras de las celebridades. Paris Hilton y Kim Kardashian lograron que los escándalos desatados por las filtraciones de sus escarceos sexuales fueran el punto de salida de una carrera a fondo, pero son cientos de miles las personas que no corren la misma suerte. Por si fuera poco, incluso en este ámbito hay desigualdades. Cuando Pamela pierde los nervios en la serie al descubrir la filtración, Tommy Lee le recuerda a su esposa que él también aparece en el vídeo. Inmediatamente, su esposa le explica que como mujer, las consecuencias de semejante brecha de su intimidad serán completamente diferentes a las que él sufrirá. Desafortunadamente, Pam estaba en lo cierto...

Del 'sexting' a la 'sextorsión'

Desde el escarnio público hasta el chantaje a las víctimas fruto de una sociedad machista, las mujeres se ven especialmente afectadas por las filtraciones de índole sexual. Como señala PantallasAmigas, cuyo objetivo es la promoción del uso seguro y saludable de Internet y otras TIC, así como el fomento de la ciudadanía digital responsable en la infancia y la adolescencia, existen diferentes variantes de 'sextorsión'. “La que se lleva a cabo contra una pareja o ex pareja, que constituye un delito de violencia de género, que pretende que ella siga con la relación o manteniendo relaciones sexuales. Se da también la sextorsión como una estrategia de 'Child Grooming', es decir, como parte de las acciones llevadas a cabo por el depredador sexual o groomer con el fin de condicionar la voluntad de la adolescente a la que exigirá más imágenes y, en el peor de los casos, un encuentro físico. También se da, aunque es menos común con las mujeres, la 'sextorsión' con fines económicos”.

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Hulu
Imagen de ’Pam and Tommy’

Según una encuesta realizada por SexPlace.es, el 79% de los menores de 20 años consultados asegura haber practicado durante el confinamiento cibersexo. Por su parte, la marca de juguetes eróticos Lelo realizó una encuesta con la que determinó que dos de cada diez practicaban sexting, sexo telefónico o relaciones a través de las cámaras de sus dispositivos durante la cuarentena. Para muchos de ellos, era la primera vez que lo hacían.

Teniendo en cuenta que el aislamiento no ha hecho más que desatar la práctica del 'sexting', le preguntamos a Jorge Flores, Director de Pantallas Amigas, cómo actuar en el instante en el que somos víctimas del chantaje sexual. “Si se observa que hay una imagen nuestra íntima que está en algún lugar sin que lo hayamos autorizado expresamente, lo primero es activar los mecanismos para evitar su permanencia ahí y su difusión. Para ello hay tres vías complementarias y compatibles. Si conocemos quién lo subió, pedirle que lo retire, indicando que es un delito muy grave. El siguiente paso es pedir a la plataforma digital que lo alberga que lo retire y denunciar el contenido en la misma. Solicita al Canal Prioritario de la AEPD que actúe y solicite la retirada de la imagen. También puede ser útil para una posterior denuncia guardar las pruebas que sean posibles sobre el suceso: qué, cómo, cuándo y dónde se ha publicado. Luego, dependiendo del caso (y por supuesto en particular si se da la minoría de edad) puede haber varias alternativas, pero lo que procede suele ser formular una denuncia”, explica.

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T-Mobile
Descubre el decálogo del ’sexting’ seguro

Afortunadamente, las redes sociales cada vez están más concienciadas a la hora de frenar la difusión de imágenes y vídeos de este tipo. Así nos lo hace saber Camino Rojo, Directora de Políticas Públicas y Filantropía de Twitter España. “En Twitter las reglas son muy claras. Está prohibido compartir imágenes o videos sexualmente explícitos de una persona en Internet sin su consentimiento, es una violación grave de su privacidad y un incumplimiento de las políticas de Twitter. Este contenido, a veces llamado "pornografía de venganza", supone graves riesgos de seguridad y protección para las personas afectadas y puede provocar dificultades físicas, emocionales y financieras. Si alguien ha distribuido una foto o vídeo íntimo sin autorización de esa persona, puedes denunciarlo directamente desde el Tweet, o a través del formulario de denuncias sobre información privada”, explica.

El decálogo del 'sexting' seguro

Como hemos señalado anteriormente, la mal llamada “porno venganza”, pues ni es porno, ni es venganza, sino un delito contra las mujeres, es especialmente voraz con nosotras, porque al penalizar el machismo el libre ejercicio de la sexualidad de las mujeres, quienes sufren sus efectos suman a la exposición de su vulnerabilidad el sentimiento de juicio público donde la víctima es señalada como culpable. Por eso preguntamos a Jorge Flores si existe una forma de compartir contenido sexual con parejas o amantes de forma segura. Hay que tener presente que ese tipo de material puede ser usado para hacernos daño y que, en ocasiones, esto no depende siquiera de la voluntad de la personas a la que se le envía voluntariamente. Un error, una pérdida, un descuido… y esas imágenes ya no están únicamente en manos de quien queríamos”, explica. Por eso, Jorge recomienda el decálogo para el 'sexting' seguro:

  1. Asegúrate de que conoces los riesgos asociados al 'sexting', que tu decisión ha sido tomada sin presiones o amenazas y que lo haces sin precipitación.
  2. Valora hasta qué punto la persona destinataria merece tu confianza y está preparada para proteger tu privacidad e intimidad.
  3. Confirma que quien recibiría tu mensaje desea tenerlo y cuenta con aviso previo para que no resulte incómodo o problemático.
  4. Revisa que tu teléfono carezca de virus y pide a la persona destinataria que también lo haga.
  5. Decide con calma qué tipo de imagen o vídeo quieres enviar.
  6. Excluye de la imagen o vídeo partes que puedan ayudar a conocer tu identidad (rostro, marcas corporales, objetos o entorno) y metadatos como la geolocalización.
  7. Selecciona el medio o aplicación que mejor se adapte a tu propósito con las mayores garantías. Existen aplicaciones específicas para ello y también sistemas de encriptación.
  8. Evita el uso de redes Wi-Fi públicas durante el envío y solicita a quien se la envías que haga lo mismo.
  9. Centra tu atención en lo que haces. Verifica bien qué y a quién envías antes de pulsar. No hay opción a arreglar un error.
  10. Elimina del móvil (y de la nube si es el caso) las imágenes íntimas, las usadas o las pruebas. Solicita a quien se las envías que haga lo mismo.