¿Ya no estás enamorada, pero te aterra estar sola de nuevo?¿Piensas que no volverás a encontrar a nadie que te quiera? ¿Lo que te aterra realmente es la soltería? ¿Le quieres o sólo tienes miedo a estar sola? Stop, no te conformes con la situación. Tampoco le temas al hecho de estar soltera, como dice Ainhoa Espejo, coach de Ai hop Coaching "ya no te catalogan de solterona si a los 30 no tienes marido, como pasaba antes". Pero, como añade, "aún tenemos ese miedo inconsciente a la soledad y nos siguen metiendo con calzador la idea de que vivir en pareja es lo más".

"Estar solo, para muchos, es sinónimo de infelicidad, de tristeza e incluso de falta de salud mental (recordemos a la loca de los gatos de Los Simpson)", dice Espejo. "Por eso muchas personas sienten ansiedad ante la idea de quedarse solos". Pero nada más lejos de la realidad. Soltería significa sencillamente que una persona no está en una relación romántica, no que esté aislada ni desconectada del mundo. Tener una relación satisfactoria con una misma y una red de relaciones significativas —amistades, familia, compañeros...— es algo totalmente independiente a nuestro estado civil. Por eso, si tienes dudas en tu relación de pareja, es momento de conocer cómo saber si le quieres o solo tienes miedo a estar sola y actuar en consecuencia.

Cómo saber si le quieres o solo tienes miedo a la soledad

Para empezar, la coach Ainhoa Espejo nos da las pistas para saber si es nuestro miedo a estar solas lo que nos impide dejar a nuestra pareja:

  1. Sabes perfectamente que estás en una relación que no es del todo satisfactoria (o que es incluso en una relación tóxica), pero aún así continúas estando ahí.
  2. Llevas tiempo planteándote terminar la relación. Sabes que es lo mejor para ti. Pero te asaltan tantas dudas, que al final te bloqueas y nunca das el paso. Te mueres de miedo pensando en cómo enfrentarte a una ruptura amorosa, qué vas a hacer después y qué hará tu pareja. Cómo os organizaréis la logística (los hijos, mascotas, casa, amigos,…). Piensas que te puedes equivocar si lo dejas.
  3. Tienes miedo a estar sola si te preguntas una y otra vez: ¿qué pasa si nunca vuelvo a encontrar a alguien que me quiera? Estos miedos son normales. Son incluso necesarios para tomar una decisión madura y sopesada. Pero si te están haciendo daño, son una clara señal de alarma.
  4. Te da miedo/pereza conocer a gente nueva. No ves el hecho de estar sola y empezar de cero como una opción, así que te aferras al dicho "mejor malo conocido que bueno por conocer". Si esto es lo que sientes, flaco favor te haces a ti misma y a la persona con la que estás.
  5. Te entra una pereza brutal sólo de pensar en el trajín de la mudanza, el papeleo, quizás despedirte de antiguas amistades y tener que hacer nuevos amigos. Verte en la tesitura de explicar a tu familia y amigos que lo habéis dejado. Buscar nuevas cosas que hacer en tu tiempo libre, etc. ¡Mucho lío! Es la justificación ideal para quedarte como estás y tapar otros miedos más profundos que te están bloqueando.
  6. Lo pasaste tan mal tras dejar una relación, que te aterroriza volver a pasar por ese sufrimiento. Así que prefieres acomodarte sin salir de tu zona de confort y conformarte con lo que tienes, antes que volver a enfrentarte al dolor.
  7. Crees que si lo dejas, sentirás que has fracasado. Y eso te da mucho miedo. Por eso no le quieres dar explicaciones a nadie, ni que se enteren de que estás mal. Ni siquiera tú misma te quieres dar cuenta de ello. Por eso te pones a pensar siempre en otras cosas más agradables.
  8. A veces dudas de si realmente te gusta esa persona. De hecho, si fuera el fin del mundo y tuvieras que elegir a cualquier persona para repoblar la Tierra, seguramente ni te fijarías en él/ella. Pero estás a gusto, y ni tan mal…
  9. Tienes miedo a estar sola si vas encadenando una relación tras otra. No te das el espacio necesario para estar a solas contigo misma durante una temporada y pensar en tus necesidades y en lo que quieres realmente.
  10. Has estado muy poco tiempo soltera en tu vida. Siempre da la casualidad de que aparece alguien cuando menos te lo esperas y claro, ¡no puedes dejar pasar la oportunidad! Aunque te hubieras prometido que esta vez sí ibas a estar un tiempo por tu cuenta…
  11. Tus mejores amigas te han aconsejado varias veces que trates de estar sin pareja un tiempo. O que reconsideres dejar la que tienes ahora, ya que es una persona que no te trata del todo bien. Pero tú te resistes y sigues en tus trece. Quizás comiences a ser una persona dependiente emocionalmente.
  12. Tus parejas no tienen nada que ver entre sí. Parece que te hubieran tocado los/as novios/as en una tómbola. De hecho, ni tú misma sabes bien qué fue lo que te hizo saber que eran los/las indicados/as para ser tu pareja.
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¿Qué hay detrás de tu miedo a estar sola?

Pero ¡ay amiga!, como dice Espejo, "el miedo a la soledad no sólo tiene que ver con la pareja". La coach nos revela todo lo que puede haber detrás para saber si le quieres o lo tuyo es miedo a la soledad:

  1. La idea de quedarte un par de días en casa te aterroriza. Lo tuyo no es precisamente el 'Niksen' o el arte holandés de no hacer nada si implica estar sola en casa. Eres capaz de ir con quien sea y de apuntarte a cualquier plan (aunque no te apetezca nada), con tal de no verte en soledad.
  2. Tienes a buscar aprobación externa en aquello que haces o emprendes porque no te sientes segura de ti misma. Necesitas que los demás validen que estás haciendo lo correcto.
  3. Eres incapaz de quedarte en silencio, a solas con tus pensamientos. Siempre tienes que tener puesta de fondo la tele, la radio, música… aunque no le estés prestando atención.
  4. Dependes emocionalmente de tus relaciones. Tienes una necesidad extrema y constante de afecto. Por miedo a la soledad que implica la ruptura, alargas las relaciones al máximo posible, al igual que te desvives por no perder a tu pareja.
  5. Demasiada autoexigencia y perfeccionismo. Sientes pánico al fracaso, a decepcionar a alguien o al qué dirán y crees que quedarte sin pareja es síntoma de que has hecho algo mal en la relación y que has fallado.
  6. Estás enganchada a las Redes Sociales. ¿Perteneces a la 'generación like? No paras de ver lo que hacen tus amigos. Subes publicaciones y fotos esperando que te lluevan los "likes". Tu whatsapp está que echa humo. Vives por y para estar conectada con "el mundo" (online).
  7. Tienes miedo a estar sola si todas tus aficiones implican a otras personas. No tienes casi ningún hobbie que se haga en soledad. Siempre necesitas a tu pareja o a tus amigos para disfrutar de tu tiempo libre.
  8. Crees que algo horrible puede pasar si te quedas sola. Como si esta situación conllevase algún peligro intrínseco que tú prevés de forma anticipada.
  9. Ves a algún anciano solo y te mueres de pena. Te empiezas a montar una película mental que ni Steven Spielberg, imaginándote lo desgraciada que es su existencia. Y te entra un agobio enorme al pensar que esa puedes ser tú el día de mañana.
  10. Y lo mismo cuando te enteras de alguien que ha cortado con su pareja y se ha quedado soltera. Te entra una mezcla de compasión, pena y miedo.
  11. Tienes miedo a la soledad si tienes la necesidad de contarle siempre a alguien lo que te pasa, lo que sientes, lo que piensas. Puede ser a una amiga, una pareja… o a tu feed de Instagram. ¡No puedes estar ni un día sin hablar con alguien!
  12. Tu ideal de vida es tener una casa abarrotada de gente, de amigos, de visitas. Sueñas con tener una familia numerosa y una ajetreada vida social.
  13. Tienes miedo a estar sola si cuando te imaginas tu posible futuro como soltera y sin familia, te entra un agobio enorme y enseguida te quieres poner a pensar o hacer otra cosa para distraerte.
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¿Cómo afrontar el miedo a estar sola?

Como dice Ainhoa Espejo, "todos necesitamos en mayor o menos medida a los demás". Como dijo Aristóteles "el hombre es un ser social por naturaleza".

"Pero si te das cuenta de que lo tuyo es una necesidad desesperada de estar con alguien (pareja, amigos, familia, incluso desconocidos), es importante que tomes cartas en el asunto", recomienda.

¡Deja de huir de ti misma! Intenta aprende a tomar decisiones sin miedo al futuro y la incertidumbre. "Date un espacio para conectar con lo que necesitas, con lo que te gusta y te hace disfrutar. Aprende cosas nuevas. Quédate en silencio y escúchate. Haz cosas por y para ti", dice la coach. "Aprende a quererte, a tratarte mejor a ti misma y a estar a gusto con tu propia compañía. Ya verás como así empiezas a estar con las personas de otra manera. Desde la libertad personal y no desde la necesidad", añade.

¿Nuestro consejo? Si después de leer este artículo tienes claro que no dejas a tu pareja por miedo, acude a un experto, ya sea un coach experto en relaciones personales como Ainhoa Espejo, o a un psicólogo.