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¿Sabes qué son los patrones lunares? ¿Y que estos patrones pueden sanarse para abrir las puertas al buen amor y disfrutar de relaciones sanas? Elva Abril, periodista, escritora y divulgadora sobre astrología y liderazgo personal, nos lo cuenta en 'Los 12 códigos del amor’ a través de ejemplos prácticos y casos de famosos.
Pero antes de hablar del libro, teníamos curiosidad por saber qué lleva a una periodista como Elva Abril a convierte en astróloga. Como nos cuenta Elva, trabajó en magazines informativos durante casi diez años, no salía en pantalla sino que estaba detrás de las cámaras, en realización. “Me gustaba mucho mi trabajo hasta que poco a poco me fui apagando y perdiendo las ganas de que llegara el lunes. Además, se acercaban los treinta y no tenía pareja así que entre una cosa y la otra empecé a entrar en crisis personal”, dice.
“Como mi padre era psicólogo busqué respuestas en su biblioteca y en esas lecturas me fue picando el gusanillo para seguir formándome al respecto. Hasta que por casualidad di con la astrología y el entusiasmo que perdía en mi trabajo crecía a medida que iba aprendiendo más sobre emociones asociadas a planetas, casas y signos”, continúa Elva, que empezó haciendo sesiones gratuitas a sus amigas y un año después monté su consulta particular haciendo cartas natales. “Estuve dos años compaginándolo hasta que el programa en el que trabajaba terminó. Y así, sin planificarlo, una cosa dio paso a la otra”, cuenta.
¿Se puede vivir de la astrología? “Por supuesto que sí, como en todo, no es un tema de qué hagas sino de cómo lo hagas. Ahora gano el triple que antes pero también he tenido que formarme el triple y trabajo el triple de horas”, dice. Como añade Elva, “el resultado depende del rigor y el compromiso que le pongas. En mi equipo no solo estoy yo, sino que tengo a dos astrólogos que hacen las consultas, una psicóloga para los casos que requieren un seguimiento, una assistant y una informática”.
Astrología para la vida personal y empresarial
¿Qué hace un astrólogo? “Me dedico a interpretar y traducir la información de los planetas y trasladarla a patrones psicológicos”, explica. Como añade Elva, “cada vez hay más gente que sabe que no es feliz haciendo lo que hace o en la relación en la que está pero no logra identificar el camino correcto. Analizando el cielo podemos aclarar la situación viendo dónde hay talentos innatos y dónde dificultades para focalizarnos en los primeros y no perder tiempo en los segundos”.
Por eso, como nos cuenta Elva, “la astrología cada vez más está llegando a las empresas y a las salas de conferencias, para saber cuándo estamos ante un líder nato o ante alguien que, podrá aprender a llevar un equipo, pero nunca estará en su salsa. Quien sabrá asumir responsabilidad o quién lo pasará mal si se lo pedimos, cuándo alguien es creativo o solo ha usado el arte para llamar la atención”. Como subraya Elva, “cuando uno está su lugar, el entusiasmo aparece solo y, aunque tenga que esforzarse, no lo vivirá como un sacrificio. Eso es clave si queremos gente comprometida y feliz con lo que hace ya sea en su trabajo, en sus relaciones o en las metas que se proponga”.
Por qué nos cuesta tanto encontrar pareja
¿Nos cuesta más a las mujeres? “No creo que a las mujeres nos cueste más, simplemente creo que la mayoría de nosotras verbalizamos más nuestras preocupaciones”, puntualiza Elva. Como dice la astróloga, “todos nosotros llegamos a la edad adulta llenos de heridas sin sanar que luego salen a la luz en nuestras relaciones, por eso, las buenas parejas se conocen tarde y después de unos cuantos fracasos que nos hayan obligado a mirar hacia adentro”.
En su libro, Elva habla de doce posibles patrones lunares, doce miedos inconscientes que definen cómo nos relacionamos. Como explica la astróloga, “los patrones Lunares son esas heridas que se generan en edades tempranas y que nos condicionan a la hora de mirar el mundo. Por ejemplo, si tu madre no estaba demasiado por ti, tu mente ha entendido que donde hay amor hay ausencia, por tanto, cuando seas mayor, buscarás inconscientemente parejas que estén ausentes de alguna forma. Ya sea porque trabajen mucho, porque no se quieran comprometer o porque no estén disponibles. Porque esas personas revalidan tu patrón inicial y eso te hace sentir segura. Pero no significa que te convenga ni que te haga feliz, simplemente estás repitiendo lo que conoces”.
Según Elva, este es el motivo por el cual repetimos patrón tan a menudo. “Hasta que lo vemos y lo modificamos. A veces basta con hacer el click, a veces necesitamos horas de diván”.
Cómo puede ayudarnos la astrología a mejorar nuestras relaciones
Según Elva, todos tenemos una carta natal que es la “fotografía” de cómo estaba el cielo en el momento en el que nacimos. “Aunque parezca una locura, de esas posiciones podemos sacar paralelismos psicológicos. En concreto, mirando cómo estaba la Luna en ese instante (su signo, su casa, y sobre todo los otros planetas que interactuaban con ella) podemos ver de forma exacta y precisa qué heridas emocionales hay y cuáles no”.
Según la astróloga “esto último es importantísimo porque hay mucha gente trabajando heridas que creen que tienen pero que en realidad no es así”. “Muchas mujeres creen que tienen una herida de abandono cuando lo que les faltó fue reconocimiento o visibilidad. No es lo mismo ni se trabaja igual. Mirando la carta tenemos la radiografía de nuestra alma y ahí veremos lo que hay”. En el libro se explica cómo mirarlo de forma muy sencilla.
Los 12 códigos del amor
A riesgo de hacer spoiler, Elva Abril nos desvela cuáles son los doce miedos que nos impiden tener buenas relaciones:
- “El primero es el miedo a no poder hacer, a que las cosas no dependan de nosotros.
- El segundo es el miedo a no poder disfrutar y que la pareja nos obligue a conectar con la parte dolorosa de la vida.
- El tercero es el miedo a no entender, a no ser capaces de racionalizar las emociones y que estas nos abrumen.
- El cuarto es el miedo a crecer, a asumir responsabilidades.
- Luego está el miedo a no ser visto, a no sentirnos importantes para el otro.
- El sexto es el miedo a no ser perfectos, a que nos analicen y vean nuestros fallos.
- Después está el miedo a no poder compartir, que nos rechacen y tengamos que afrontar las cosas solos.
- También existe el miedo a confiar, a que nos haga daño la persona que queremos.
- El noveno es el miedo a no poder ser fieles a nuestros principios, que se nos intenten manipular.
- Después está el gran miedo a no ser suficiente, a que nos cuestionen y nos demuestren que no somos válidos.
- También está el miedo a lo imprevisto, a no poder controlar las emociones que el otro vaya teniendo.
- Y por último, el famoso miedo al abandono, a sentirnos desamparados y sin la ayuda de nadie".
