Vivimos tan obsesionados con la productividad que incluso hemos convertido las oficinas en centros en los que no sólo hay que trabajar, sino que parte del trabajo consiste en hacer ver que se trabaja. Lo paradójico es que como asegura David Robson, autor de ‘Supera tus expectativas’, los jefes que monitorean constantemente a sus trabajadores evitan que puedan exprimir los beneficios para el bienestar, la creatividad y la memoria que tienen esos espacios vacíos en los que en realidad, no se hace gran cosa. “Los ritmos de trabajo óptimos de cada persona van a ser diferentes. Algunas personas pueden trabajar durante períodos más largos sin descanso, mientras que otras pueden necesitar hacer pausas de una forma más regular para recargar sus baterías mentales. Los jefes deberían reconocer este hecho y permitir que sus empleados administren sus horarios”, explica.

"La multitarea produce una disminución de la productividad del 40 %"

La pandemia no hizo más que empeorar la estampa. Ante la habitual y extendida desconfianza de los superiores de que el equipo trabaja cuando se encuentra ajeno al escenario laboral (porque al parecer, somos adolescentes que se sueltan la melena cuando el profesor sale de clase unos instantes), las reuniones aumentaron su asiduidad y trabajar dejó de consistir únicamente en trabajar, sino que exige también demostrar lo mucho que se trabaja. “Un exceso de reuniones puede afectar significativamente a la productividad y la salud en general, tanto física como mental. Tener muchos 'meetings' puede generar estrés al aumentar la carga de trabajo y disminuir el tiempo para completar tareas, así como la concentración. De hecho, la Asociación Estadounidense de Psicología muestra que la multitarea produce una disminución de la productividad del 40 %, entre otros efectos adversos”, comenta a ‘Elle’ María Sánchez, eHealth Manager de Cigna Healthcare España.

“Los cambios repentinos y repetitivos de actividades pueden favorecer la aparición de cansancio y del agotamiento mental, estrés, ansiedad o frustración al finalizar la jornada laboral, así como incrementar la sensación de pérdida o mal uso del tiempo. Y, si además, estas reuniones son prolongadas, pueden agotar mentalmente a los empleados y provocar tensión física debido al tiempo sedentario y la postura estática, lo que contribuye a dolores musculares y malestar general”, añade.

Para mantener el bienestar de la plantilla y no afectar a la eficacia laboral, es fundamental, por l tanto, encontrar un equilibrio entre las reuniones necesarias y el tiempo dedicado al trabajo enfocado y al descanso.

Los espacios en blanco

Anne Helen Petersen habla del 'blank time' (espacio en blanco), un término general que le sirve como paraguas para recoger diversas actividades de la jornada laboral: “Es un tiempo de concentración, tiempo creativo, tiempo para caminar por la calle un rato, tiempo para hacer ejercicio, tiempo para mirar a la pared, tiempo programado no programado… Todo esto, en última instancia, ayuda a que el cerebro trabaje mejor”, asegura.

"Quien desconecta al salir del trabajo es un 20 % más productivo que el que sigue trabajando"

Un estudio de Slack señala que los empleados que apagan el ordenador, cierran sesión y desconectan al final de la jornada laboral registran puntuaciones de productividad un 20% más altas que aquellos que se sienten obligados a trabajar fuera de horario. El análisis indica también que dedicar tiempo a los descansos durante la jornada laboral mejora la productividad y el bienestar de los empleados. Sin embargo, la mitad de todos los trabajadores confiesan que rara vez toman descansos.

parar de trabajar
Willie B. Thomas//Getty Images
Por qué hay que parar de trabajar

¿Por qué pueden esos momentos en los que no hacemos gran cosa ayudarnos a ser más productivos? Responde David Robson, que señala que diversos experimentos demuestran que los descansos cortos de 10 a 15 minutos reducen la sensación de fatiga y aumentan nuestra sensación de vitalidad. “Esto es esencial si queremos mantenernos motivados y concentrados durante todo el día. También hay abundantes investigaciones que demuestran que pasar tiempo fuera del trabajo puede mejorar nuestra intuición y creatividad. Cuando la mente está en reposo, activa la “red de modo predeterminado”, un grupo de regiones del cerebro que procesan información y establecen conexiones novedosas entre diferentes conceptos para generar nuevas ideas. Es por esta razón que, de repente, cuando estamos dando un paseo o preparándonos una taza de café, surge una solución a un problema difícil: mientras nuestra atención ha estado divagando, nuestra mente no consciente ha estado ocupada trabajando”, explica.

"Tras aprender algo nuevo, debes asegurarte de pasar unos minutos sin hacer literalmente nada"

También destaca que los beneficios más notables son los que repercuten en nuestra memoria, pues los estudios demuestran que períodos cortos de descanso pueden mejorar enormemente nuestro aprendizaje. “Después de estudiar algo nuevo o de practicar una nueva habilidad, debes asegurarte de pasar unos minutos sin hacer literalmente nada. Esto permite que el cerebro procese la nueva información de forma inconsciente, a un nivel mucho más profundo, consolidando los nuevos hechos o habilidades en nuestros recuerdos para que nos resulte más fácil recordarlos más adelante”, dice.

Olvidar la productividad para ser productivo

En realidad, ¿por qué es bueno para la productividad dejar de obsesionarnos con ella? Esta fijación con producir puede generar una presión excesiva sobre los trabajadores para cumplir constantemente con altos estándares, lo que puede resultar en estrés crónico. “Al dejar de un lado esta obsesión, se abre la puerta a un mayor equilibrio entre el trabajo y la vida personal, donde los trabajadores pueden dedicar tiempo a actividades que fomentan el bienestar, como el ejercicio, la relajación y la conexión social, mejorando así su salud emocional y física”, aclara Sánchez. “En vez de poner el foco en la cantidad o la productividad, es importante centrarse más en la calidad del trabajo realizado. Cuando los trabajadores tienen tiempo para reflexionar, descansar y concentrarse, en lugar de simplemente cumplir con objetivos de productividad, es más probable que entreguen un trabajo de mayor calidad y se sientan mucho más motivados. Además, esta forma de ver el trabajo ayuda a crear ambientes laborales mucho mas saludables”, dice.

El denominado 'blank space' es esencial para permitirnos ordenar nuestros pensamientos a medida que pasamos de una actividad a otra, pues sin esos momentos de descanso relativo, nuestros pensamientos permanecen en la actividad anterior, lo cual reduce nuestra capacidad para concentrarnos en los próximos desafíos a los que enfrentarnos.

"El tiempo de inactividad es clave para rendir"

Tenemos que aprender la importancia de frenar y recordar que el tiempo de inactividad es clave para rendir. Del mismo modo que los deportistas de élite saben que la recuperación es parte del máximo rendimiento, esos 'blank times' pueden multiplicar la productividad”. No está de más comenzar el año con buenas noticias, pues si hace poco descubrimos que el sexo fomenta la productividad… ¿Cómo no vamos a celebrar también el hecho de que no hacer nada (un ratito, of course) puede hacernos mejores trabajadoras?