El sonido de las olas de fondo, la agradable brisa marina, los paseos en la orilla... qué mejor manera de desconectar de la estresante rutina que escaparse unos días a la playa, ¿verdad? Aunque agosto está a punto de terminar, todavía quedan días de sol y buen tiempo antes de que termine el verano para disfrutar de un chapuzón en aguas marinas. Si eres de las afortunadas que aún cuenta con días de vacaciones, te encantará leer esto: el agua del mar será la mejor aliada para tu salud y para tu piel de cara al próximo otoño.
Piel más suave, protegida y firme
Sí, has leído bien. El magnesio del agua favorece la eliminación de las rojeces y las inflamaciones y ayuda a mantener la piel hidratada y en buen estado para afrontar el invierno. Por si no fuera suficiente, también contribuye a retrasar los signos del envejecimiento. ¡Ah, y ayuda mejorar varices y celulitis!
Exfoliante natural
La gran cantidad de sal que contiene el mar lo convierte en el exfoliante natural perfecto, ya que los minerales presentes en la sal ayudan a abrir poros, mejoran el flujo sanguíneo y purifican la piel. ¡Eliminar toxinas nunca había sido tan fácil!
Di adiós al acné
Ya podrás despedirte de los trucos caseros imposibles o de los mitos que hayas leído por Internet. Si eres de las que 'sufren' de granitos en la cara y en otras partes del cuerpo, el mar será tu solución más rápida, económica y efectiva. La sal que contiene mata a las bacterias causantes del acné y hace que las impurezas se resequen al entrar en contacto con el aire. Si aún te quedan días para disfrutar del mar y la playa, aprovecha para darte un baño diario. ¡Los resultados te sorprenderán!
Cura las heridas
El mismo magnesio que embellece nuestra piel también puede ayudarnos a sanar las heridas. El agua del mar cuenta con elementos esenciales como el zinc, el potasio o el yodo, así como vitaminas y microorganismos, que liberan sustancias antibacterianas que pueden proporcionarnos un efecto antibiótico. Ideal para cicatrizar heridas, rozaduras o arañazos y para solucionar afecciones de la piel como la psoriasis.
Efecto relajante
Da igual que sea en verano, en otoño o en primavera. Escaparse unos días a la playa es el mejor remedio para hacer frente al estrés ocasionado por el trabajo o por problemas personales. Gracias a los paseos por la orilla o a los baños en el mar volvemos a casa con las pilas recargadas y con mucha más energía. Además, debido al vaivén de las olas y al esfuerzo que hay que hacer para mantenerse en pie dentro del agua cansan al cuerpo, por lo que es el remedio perfecto para favorecer la conciliación del sueño y combatir problemas como el insomnio.
Entrena tu corazón
Vale que el agua fría no es plato de buen gusto para todas pero darse un buen chapuzón en el mar (y cuanto más fría esté el agua, mejor) es muy beneficioso para la circulación ya que provoca cierta resistencia en el organismo al mismo tiempo que acelera el ritmo cardiaco.
