El embarazo es una experiencia única. Traer un bebé a este mundo es algo mágico, aunque los cambios hormonales que se producen durante la gestación pueden traer más de un dolor de cabeza. Las más afortunadas disfrutarán de la famosa “luminosidad natural del embarazo” pero, para la gran mayoría, este periodo será sinónimo de piel pigmentada y apagada. Si no quieres que estos problemas te impidan disfrutar del embarazo, te contamos unos consejos para que consigas mantener la piel sana y sin imperfecciones y que tu rostro brille con luz propia.

Combate la piel grasa con una mascarilla

Durante los nueve meses de gestación, los cambios a los que se ve sometido el cuerpo se hacen cada vez más imprevisibles. Los elevados niveles de andrógenos pueden hacer que las glándulas sebáceas incrementen su actividad, lo que se traduce en un exceso de sebo y obstrucción de poros.

Y como lo normal es que durante el embarazo aparezcan manchas, erupciones o acné, para ponerles freno lo mejor es utilizar una mascarilla de arcilla que depure y reequilibre el pH de la piel.

Equilibra la pigmentación de tu piel

Aunque habrá alguna afortunada que no sufra ningún problema durante el embarazo, lo normal es que la piel adquiera un tono desigual como resultado de todos los cambios a los que se ve sometido el cuerpo. Los estrógenos, la progesterona y las MSH (hormonas estimulantes de melanocitos) se disparan durante estos meses y provocan su hiperpigmentación. A esto, además, hay que añadirle una mayor sensibilidad al sol, que provoca la aparición de manchas en la piel.

Para frenar estos síntomas, utiliza una crema hidratante específica para proteger la piel contra las agresiones externas y que tenga también protección solar. Y no olvides incluir en tu dieta todos los alimentos ricos en ácido fólico que puedas, como verduras de hoja verde, espárragos, brócoli, aguacate o semillas. Todos ellos contribuirán a que el tono de tu piel recupere su uniformidad.

Mejora la hipersensibilidad de la piel

Como hemos comentado en el punto anterior, durante el embarazo la piel está más sensible que nunca debido a los altos niveles de hormonas, pero también, al aumento en el volumen de sangre que le llega y al hecho de que se encuentra más reseca y, por tanto, más frágil. Es posible que muchos de los productos que llevas utilizando desde hace años ahora irriten tu piel, así que resulta imprescindible cambiar tu rutina de belleza.

Cambia tu crema hidratante habitual por una para pieles sensibles que proteja la barrera natural de la piel, como Life Plankton™ Sensitive Balm. Se trata de un bálsamo rico y envolvente formulado específicamente para pieles sensibles que reduce la hipersensibilidad de la piel y la fortalece.