La hora del baño o de la ducha es uno de nuestros momentos favoritos del día. Después de una ajetreada jornada en el trabajo no hay nada que más nos guste que meternos en la bañera, relajarnos y olvidarnos de todas las preocupaciones. Sin embargo, cuando estamos en la ducha nos concentramos tanto en evadirnos de los problemas que muchas veces olvidamos las necesidades de hidratación que requiere nuestra piel y no utilizamos los productos adecuados. ¿Jabón corporal o gel de ducha? ¿Qué debo utilizar para lucir una piel limpia y sana? Sintiéndolo mucho por las amantes del jabón de mano, nosotras hacemos alegato a favor del gel. Y estas son nuestras razones:

1.Es el producto más higiénico

Si lo que quieres es salir de la ducha más limpia de lo que entraste, entonces no hay dudas: el gel es tu gran aliado. Aunque el jabón corporal contiene multitud de compuestos naturales y ecológicos, lo cierto es que está formado casi en su totalidad por agua, que es el medio ideal para la proliferación de hongos y bacterias, causantes de la aparición de molestos granitos y otro tipo de irritaciones en la piel. Por su parte, el gel siempre será inmune a los 'bichos' al estar en un envase cerrado. Además, también cuenta con principios activos que favorecen la eliminación de la suciedad en el cuerpo y que purifican y aromatizan la dermis. Eso sí, para garantizar una higiene completa, te aconsejamos que limpies a menudo tus esponjas o paños de ducha. ¡No te olvides!

El gel de ducha elimina la suciedad del cuerpo y aromatiza la piel.pinterest
El gel de ducha elimina la suciedad del cuerpo y aromatiza la piel.

2. Hay un gel para cada tipo de piel

Seca, sensible, mixta, grasa…Da igual el tipo de piel que tengas, siempre encontrarás un gel adaptado a tus necesidades 'beauty'. Y es que, además de la limpieza, nos interesa (y mucho) que los productos que utilizamos en la ducha aporten a nuestra piel nutrientes para que ésta luzca más sana que nunca. Los geles actuales son hidratantes y contienen aceites que son esenciales para las pieles más secas o tirantes. Mientras que, para las pieles más sensibles, lo mejor es optar por limpiadores específicos que no contengan detergentes demasiado agresivos. En el caso de tener la piel grasa, puedes utilizar cualquier tipo de gel siempre que contenga un ph 5,5, ya que así evitarás la aparición de granos.

3. Es más fácil de usar

Parece una tontería pero cuando llevas un ritmo de vida demasiado ajetreado y no tienes tiempo apenas para dedicarte a ti misma, lo más práctico es utilizar un producto que te permita estar lista en apenas unos minutos. Y, sí, como ya habrás averiguado, el gel de ducha es el rey en este aspecto. Con solo echar el contenido en una esponja y mezclarlo con agua conseguirás librarte de todos los contaminantes externos y lucir una piel completamente limpia en tan solo unos segundos. ¿Qué más se puede pedir?