Cuando se emprende una relación a distancia, se sabe que no es la situación más ideal. Es posible que los familiares y los amigos, además, nos desanimen diciéndonos que es inalcanzable, que no hay que tomárselo muy en serio –por si acaban rompiéndonos el corazón– o que es normal sentirse triste y solo.

Pero esto no es cierto. "Gracias a la tecnología, cada vez es más fácil y llevadero tener una relación a distancia. Podéis chatear, estar horas y horas de conversación gratuita, veros, mandaros fotos, comunicaros en cualquier momento... ¡cosas que hasta hace poco eran impensables!", dice Ainhoa Espejo, experta en grafología y coach personal y de relaciones de Aihop Coaching.

Como dice esta coach, "en las relaciones a distancia hay varios factores que influyen mucho, como el tiempo que vais a estar separados y los motivos o causas por los que lo estáis. "Tendréis sentimientos muy diferentes si esa lejanía es elegida, si ha sido impuesta o si os conocisteis estando ya lejos el uno del otro. También influye el tiempo que hayáis pasado antes juntos en persona o conviviendo, así como la calidad y profundidad de vuestra unión", añade.

Sin embargo, una ventaja de las relaciones a distancia es que, cuando podéis veros, todos y cada uno de los detalles se convierten en un momento único: besarse, cogerse de la mano, pasear, compartir tiempo junto, tener sexo... Cada relación es un mundo y no hay reglas universales que sirvan para todos, pero aquí tienes los consejos de Espejo para sobrellevar mejor la distancia:

Evalúa el vínculo

Esta separación puede ser una prueba para la unión de la pareja. Así que deberías plantearte una serie de preguntas desde el principio, para no llevarte sorpresas: ¿cómo es vuestra relación? ¿Te sientes feliz y cómoda "a su lado"? ¿Sois capaces de comunicaros de forma constructiva y respetuosa? ¿Os apoyáis y crecéis mutuamente? ¿Te sientes a gusto, querida, respetada, tenida en cuenta y valorada por tu pareja?

¿Y tú, le haces sentir así a él/ella? ¿Qué esperáis cada uno de la relación a corto, medio y largo plazo? No es lo mismo separarse unas semanas de vacaciones que unos meses (o años) por temas de trabajo y con pocas perspectivas de poder volver a juntaros en la misma ciudad… Pero lo importante realmente es la actitud y la motivación de cada uno para continuar en pareja.

Aceptad los cambios y sentad nuevas bases

Todas las relaciones son un ente "vivo", se van transformando según las circunstancias, los momentos vitales y con vuestro propio crecimiento personal. Así que es importante trabajar para generar los cambios que queréis ver en vuestra relación. No tratéis de hacer las cosas como antes, tenéis que buscar un nuevo sistema que os funcione. Y para eso debéis sentar bien las bases de vuestra "nueva" relación y adaptaros a la situación. Hablad de forma totalmente abierta, libre y clara sobre qué queréis cada uno en esta nueva fase, qué cosas están permitidas y qué cosas no.

Cread nuevas "reglas", así sabréis como actuar, qué cosas evitar, a qué cosas hay que darle más importancia, etc. Es muy beneficioso recordar los valores que os unen y os mantienen fuertes: la comprensión, la conexión, la empatía, la confianza, la fidelidad… Los valores son la base sobre las que se asienta vuestra relación.

una pareja joven dándose la mano
Elizabeth Fernandez//Getty Images

Acepta los cambios en la otra persona

Vais a vivir cambios fuertes, que afectarán a cada uno individualmente y a cómo os relacionáis entre vosotros. En general, la persona que se marcha lejos es la que más cambios experimenta. Conocerá gente y lugares nuevos. Se enfrentará a experiencias inéditas y tendrá que adquirir habilidades y capacidades que antes no tenía para hacer frente a todas esas novedades. Por eso viajar es algo que hace crecer mucho a las personas. Te transforma profundamente.

Y es algo maravilloso, pero hay que tener en cuenta el peligro que puede entrañar: que el otro no acepte que su pareja haya cambiado, que se lo tome como una traición, que se frustre por creer que es una persona distinta y que ya poco queda de quien se enamoró. Además es posible que, durante un tiempo, tu pareja hable mucho de su viaje, sus experiencias, sus anécdotas... y tú te sientas cada vez más y más lejos de él/ella.

En lugar de enfadarte, te animo a que le des un enfoque más maduro. Contágiate de su entusiasmo, alégrate por él/ella. Agradece y aprovecha su crecimiento, también te beneficiará a ti. Disfruta de esa persona renovada, con anécdotas y aprendizajes interesantes que descubrir. Deja de ver el cambio como una amenaza. Tu pareja quiere compartir contigo lo que ha experimentado. ¡Quiere hacerte partícipe de su vida!

Date cuenta de que tú también has evolucionado y vivido cosas nuevas aunque te hayas quedado aquí. Haberle dado un poco de aire fresco a vuestra relación es una buena oportunidad para salir de la rutina y miraros con nuevos ojos, redescubriros y volveros a enamorar.

Confía y relájate

"Confiar no es saberlo todo de la otra persona, es no necesitar saberlo". Date cuenta de que, a cada segundo, tu pareja está decidiendo seguir contigo y no estar con ninguna otra persona ¡a pesar de la complicación de la distancia! Si mientras estabais juntos te demostró que es fiel, te respetaba y te trataba bien, no hay motivo para preocuparse ahora. Confía. Dale libertad. No trates de tenerle atado. No puedes (ni debes) controlarlo todo. Sólo te hará sufrir y estar tensa todo el día. Si tu pareja se siente inspeccionada como si estuviera saliendo con Hacienda, sentirá que no confías en él/ella y cada vez se irá apartando más.

mujer usando una tablet en un alféizar
Justin Paget//Getty Images

Agradece y disfruta

No hay un modelo único o perfecto de relación. Hay gente a la que la distancia se le hace insoportable mientras para otras es la solución ideal, ya que obtienen "compañía" y apoyo sin más agobios. Normalmente estar una temporadita lejos el uno del otro ayuda a airear la relación y a volver con más ganas aún. Te das cuenta de cuánto le quieres y le echas de menos. Incluso puede que vuestra relación mejore, ya que se reducen las tensiones de la convivencia, habláis más a menudo y prestando más atención. ¡Así que también tiene su lado positivo!

Sea como sea tu caso, te animo a que aproveches las ventajas que te proporciona esta distancia. Por ejemplo: tener más tiempo para ti, para desarrollar tu carrera profesional, pasar más tiempo con tus amigos, conocer gente y sitios nuevos, vivir sola, tener tiempo para disfrutar de tus hobbies, para conocerte mejor a ti misma, para desarrollarte personalmente y sobre todo, trabajar la tolerancia a la frustración y el desapego emocional.

En ocasiones, esta separación física hace que afloren tus peores miedos e inseguridades… ¡así que es una excelente oportunidad para hacerles frente y superarlos! Eso te hará mejor persona y mejor pareja, porque confiarás más en ti misma y en los demás.

Regula tus emociones

Lo ideal sería que ambos hayáis acordado esa distancia, de mutuo acuerdo y con libertad. Pero incluso en ese caso, es bastante fácil que te llegues a sentir enfadada con la situación, por no poder disfrutar libremente de tu pareja como antes. Además, es fácil que durante este periodo te notes triste, preocupada, frustrada, temerosa, sola… No te tomes la distancia como un abandono, como algo personal. Piensa en los motivos reales por los que tu pareja se ha tenido que marchar. Seguramente no tengan nada que ver contigo. Debes responsabilizarte de tus emociones y de tus reacciones. Es un momento perfecto para aprender sobre Gestión Emocional o incluso ponerte en manos de un profesional especializado que te ayude a comprenderte y a sacar lo mejor de este periodo complicado. Así evitarás que el enfado y frustración que sientes se vuelva en tu contra y termines saboteando la relación sin querer. Si quieres seguir leyendo más consejos para mantener viva tu relación a distancia, no te pierdas la segunda parte de este artículo en el blog de Ainoa.