En el Alto Maestrazgo, la localidad de Culla aparece entre montañas, barrancos, simas y cuevas. Pero, además, su cielo es privilegiado para realizar observaciones astronómicas y astrofotografía. Infórmate en www.culla.es.

Un pueblo con encanto medieval
Con esta riqueza y variedad, Culla es un destino rural en alza. A toda esta grandeza natural hay que unir la belleza del pueblo. Su casco antiguo está declarado Conjunto Histórico Artístico y conserva el encanto medieval. Quedan en pie las murallas y torreones del viejo castillo del siglo XIII, y La Presó, antiguo Granero del Comendador que terminó como la prisión tras las guerras carlistas. El antiguo Hospital, edificio del siglo XVII, rehabilitado en 1993, acoge exposiciones. La Iglesia Parroquial del Salvador data del siglo XVIII, aunque su campana es del año 1404.

Encina centenaria
Antes de dejar la ciudad, acércate a ver La Carrasca de Culla, una encina centenaria declarada árbol monumental. Sus medidas son increíbles: 20 m de alto, 7 m. de contorno de tronco y 35 m. de copa. Está en la misma orilla de la carretera, en el km. 12 que une la torre de Embesora con Culla. También tienes que visitar el Molí de l’Orde, un antiguo molino harinero en el río Molinell.

El cordero, protagonista
Si quieres probar platos típicos de esta región, vete al Mesón La Setena (Av. Mártires, 9. Tel. 964 44 63 88). Aquí, la especialidad es la ‘carne de novia’ –guiso de cordero–. En el restaurante La Carrasca (CV-166, Km. 12. Tel. 964 76 21 76), degusta su olla de garbanzos o el conejo con caracoles.