Este es un claro ejemplo de villa marinera vasca. Su puerto viejo atrapa todas las miradas por su tipismo y aroma pesquero. En la Oficina de Turismo de Bermeo organizan visitas gratuitas para conocer su casco histórico y su brillante pasado, pues llegó a ser cabeza de partido de Vizcaya antes que Bilbao. Verás la única puerta de la muralla que sigue en pie, la de San Juan, conocerás por qué las iglesias están en extramuros, pasearás entre curiosos edificios y emotivas esculturas.

Museos de la pesca
Ya por tu cuenta, tienes que visitar el Museo del Pescador, en la Torre Ercilla (Monumento Nacional), donde se rinde homenaje a los arantxales o pescadores vascos. Otro museo muy recomendable es el barco ballenero Aita Guría, una réplica de uno de los veleros que navegaba hace cinco siglos hasta Terranova.

Parajes de ensueño
Cerca de Bermeo visita el cabo de Matxitxaco y la isla de Akatz y San Juan de Gaztelugatxe. Para llegar a su ermita se accede tras subir 231 escalones. Si estás en Bermeo el 12 de agosto, únete al homenaje que rinde la ciudad al mayor temporal sufrido en la costa vasca hace ya 100 años, donde murieron 116 marineros.

Gastronomía marinera
Sin duda, no puedes marcharte de Bermeo sin probar su famosa ensalada de arenques o los pescados a la brasa, aquí preparan el pescado como nadie. Pásate por Mañuco-Benta (Bº Mañuas, s/n Alto de Sollube, Tel: 946 88 12 12). También puedes pedir carnes, alubias y hojaldres. Menú fin de semana: 30 euros.