1 El peso es fundamental para decidir cómo colocas los objetos en la mochila. Sitúa los más pesados en el centro y rodéalos con otros más livianos para evitar que se desplacen. 

2 Deja a mano lo más útil: bebidas, mapas, protector solar, barritas energéticas… Colócalo todo en los bolsillos exteriores de la mochila o en los del pantalón. No cuelgues objetos con ganchos: es incómodo y podrían perderse.

3 La mochila debe ir pegada a la espalda y sujeta con el cinturón lumbar. Si piensas practicar senderismo a menudo, ten en cuenta que hay modelos específicos para hombres y mujeres, que se adaptan a las diferentes anatomías. 

4 No olvides ser previsor y llevar un botiquín básico, la batería del móvil cargada y prendas de abrigo o chubasqueros ligeros de repuesto que puedan plegarse con facilidad. Además, una gorra con parasol, un gorro impermeable y unos bastones de marcha.  

5 Lleva un bolso de mano con ropa, calcetines y calzado de repuesto –usados, no los estrenes ese día– y déjalo en el maletero. Te será muy útil para cambiarte antes de entrar al autocar y poder disfrutar el viaje de regreso.