Un destino para cada tipo de viajero

Los castillos del Loira en Francia es un destino ideal para aquellos que disfrutan con la cultura y los monumentos. Se trata de un viaje de gran valor cultural y paisajístico por el Valle del Loira, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco, con espléndidos castillos y jardines diseñados al milímetro y un entorno de gran belleza, sin olvidar degustar la gastronomía francesa y deleitarse de un ambiente relajado. 

Viajar por Andalucía incita a descubrir el encanto de las tres ciudades más florecientes del periodo árabe de la península. Córdoba, Sevilla y Granada, hitos monumentales de la humanidad, custodian tesoros dignos de un califa. Toda una invitación para descubrir su historia y una riqueza cultural que le transportará a la más temprana antigüedad. El aroma a azahar, jazmín y rosa te acompañará durante todo el viaje

De la Toscana se puede decir que es todo un museo al aire libre. Entre Pisa y Siena, emergen algunas de las más afamadas localidades entre maravillosos escenarios naturales de colinas adornadas por viñedos y cipreses. El paisaje de la Toscana es la simbiosis perfecta entre naturaleza y arte. Los deliciosos campos del Chianti producen, además, algunos de los mejores vinos del país. 

Monumentos únicos y magníficos. Calles que trasladan a otras épocas. Historia, arte y arquitectura se mezclan de manera singular formando lugares irrepetibles: Segovia, Ávila y Salamanca, las Ciudades Patrimonio de la Humanidad. Descubre el placer de la historia en estos lugares de importancia universal. Un sabroso asado y un buen tinto esperan al final del camino. No te arrepentirás.

Los castillos de Baviera en Alemania es otra ruta fascinante. Enclavados en la grandiosa y montañosa escenografía de los Alpes bávaros, los castillos del Rey Loco, de fama mundial y los hermosos pueblos que serpentean sus idílicos paisajes, son pura leyenda. 

En esta ruta, que atraviesa las provincias de Córdoba, Granada y Almería, te proponemos un recorrido por algunos de los rincones menos conocidos de Andalucía, pero no por ellos menos bellos ni significativos. Bajo las montañas más altas de España y cerca de Granada, se esconde La Alpujarra, un paisaje de inspiración, que invita al paseo, a respirar sosiego y tranquilidad. Magníficos espacios naturales como la sierra Subbética o Sierra Nevada, pueblos blancos cuyas lindas casas encaladas hablan de su rico pasado árabe, carreteras serpenteantes, preciosos valles, torrentes y desfiladeros y una gastronomía excepcional te esperan.

Las Tierras Altas reúnen algunos de los paisajes más sorprendentes y mejor preservados de Europa. Y es que Escocia lo tiene todo: una historia rica en tradiciones, una naturaleza espectacular, magníficos castillos situados en parajes privilegiados y ciudades donde empaparse de una cultura secular. 

Cataluña es una tierra de geografía diversa, desde playas de arena dorada acariciadas por el Mediterráneo hasta montañas que bordean los tres mil metros de altura. Más del 30% del territorio dispone de algún tipo de protección con un parque nacional y una docena de parques naturales. Precisamente, los Pirineos concentran buena parte de esta naturaleza virgen con valles surcados por ríos de aguas transparentes y pueblos que conservan todo el encanto rural. Puedes practicar el rafting o pasear por los senderos del Valle de Arán y el Parque Nacional de Aigüestortes y el Lago de Sant Maurici.

Sicilia es sinónimo de Mediterráneo, de tierra caliente, en la que culturas de los cuatro vientos se fusionan. Sicilia posee el único volcán en activo del continente europeo, el Etna, joyas arqueológicas y paisajes naturales de una intensa belleza y especialidades gastronómicas para disfrute del paladar. 

A los pies de los más de 3.300 metros de altura del Monte Perdido se extiende uno de los Parques Nacionales más antiguos de España. Altas montañas, cascadas, bosques, valles y pueblos de arquitectura pirenaica … El soberbio Parque Nacional de Ordesa es un auténtico espectáculo de la naturaleza. La belleza y singularidad de su paisaje, así como su riqueza en flora y fauna, le han valido ser reconocido como Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

Los profundos fiordos de Noruega, con sus paredes abismales salpicadas por cataratas que caen al mar con estruendo, son uno de los rincones del planeta en el que los elementos naturales se conjugan de tal manera que ofrecen una belleza superior. 

Pocos parajes resultan tan románticos y fantasmagóricos como el nacimiento del Río Cuervo, uno de los monumentos naturales más bellos de la Península. Las bravas aguas caen en una cascada que rompe sobre las rocas creando mágicas tonalidades esmeraldas. Pero la misma Cuenca, la Ciudad Encantada y el Parque Natural de la Serranía de Cuenca esconden tesoros menos conocidos que te invitamos a descubrir.

Otra opción para los más “lovers” es la costa Amalfitana, un refugio de artistas y famosos. Una de las mejores maneras de conocerla es recorrerla con calma e ir parando en sus encantadores pueblecitos para disfrutar de placeres tan sencillos como admirar una puesta de sol en incomparables miradores con vistas al Mediterráneo mientras se degusta un limoncello o se disfruta de una romántica cena en algunos de sus coquetos restaurantes. 

Acantilados volcánicos, faros que indican que el Viejo Continente llega a su fin, desiertos de cactus y lomas áridas, salinas, playas de aguas transparentes y bahías cuajadas de amapolas conforman las más de 30.000 hectáreas de este parque natural, antaño refugio de piratas, catalogado como Reserva de la Biosfera.El Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar es uno de los rincones mágicos de España.

Si hay un destino romántico por excelencia, es la ruta que lleva de Milán a Venecia. Escondidos al otro lado de las altas cumbres de los Alpes se descubre uno de los tesoros mejor custodiados de Italia, sus lagos. Un viaje inolvidable desde Milán a Venecia, lleno de romanticismo, junto a los espejos inimitables de los lagos Maggiore, Como y Garda.