10 razones por las que Filipinas es el nuevo destino 'cool'

A diferencia de otros lugares de Asia, Filipinas todavía no recibe a demasiados turistas, de manera que es un destino muy exclusivo. Apúntate a una excursión a Snake Island o a Entalula Island, en Palawan, y te sentirás como un auténtico Robison Crusoe. Te enamorarás de sus paisajes, como Blanca Suárez.

Tortugas marinas, jardines de coral, tiburones ballena... El espectáculo que descubrirás bajo las aguas es realmente apabullante. Si no practicas buceo con botella, no te preocupes: simplemente haciendo snorkeling podrás contemplar muchísima riqueza marina.

En Makati, el centro financiero de Manila, hay hoteles que no tienen nada que envidiar a los más lujosos de París. Por ejemplo, el Fairmont Makati cuenta con una espectacular piscina, situada en la terraza de la cuarta planta, en la que puedes darte un baño al anochecer mientras contemplas las luces de los rascacielos. El bufé del desayuno (con platos asiáticos, americanos y europeos) te dejará sin palabras.

Filipinas está formada por más de 7.000 islas, así que las posibilidades son infinitas. Si quieres fiesta, vete a Boracay. Para sentirte como en 'El libro de la selva', elige Bohol y no te pierdas sus Montañas de Chocolate ni sus monos enanos. Si eres una loca del buceo, desplázate a Malapascua. Y si buscas el paraíso, no puedes perderte El Nido.

Tú eliges: alojarte en Miniloc Island, donde puedes practicar un montón de actividades en grupo (recorridos en kayak; picnic en el Big Lagoon, un lugar que te recordará a la película El Lago Azul...) o reservar una alucinante 'beach villa' para dos en Pangulasian Island. (Ambos complejos pertenecen a El Nido Resorts, la única cadena de lujo de la zona).

Al aterrizar en el pequeño aeropuerto de El Nido verás un cartel con las normas para respetar su biodiversidad. Su lema: "No tomes nada salvo fotos, no dejes nada salvo huellas, no te lleves nada salvo recuerdos, no mates nada salvo el tiempo". El respeto de los filipinos por su entorno es tal que en El Nido Resorts hay un responsable de Medio Ambiente en cada hotel para controlar las especies animales y vegetales y enseñar a los turistas a cuidarlas. Al llegar te entregarán una botella de metal para que la sustituyas por las de plástico en tus excursiones.

Los filipinos han tuneado los jeeps que dejaron los americanos tras la Segunda Guerra Mundial y los han reconvertido en coloridos vehículos de transporte público a los que llaman jeepneys. En las ciudades también puedes moverte en bicicleta de bambú o en triciclo (moto con sidecar). Para trasladarte de isla a isla elige las bangas, que son los catamaranes tradicionales filipinos.

En Filipinas tienes el calor asegurado durante todo el año. Eso sí, para evitar que te toque un tifón, lo mejor es que visites las islas entre noviembre y mayo.

Filipinas fue colonia española hasta 1898 y aún quedan huellas de ese pasado. En Intramuros, el casco histórico de Manila, no te pierdas el Fuerte de Santiago, el antiguo cuartel del poder militar español, que actualmente está dedicado a la memoria del escritor filipino José Rizal, considerado un héroe en su país. Por cierto: te sorprenderá descubrir cuántas palabras de origen español utilizan los filipinos.

El hilot es el masaje tradicional filipino. Trabaja los tejidos en profundidad y consigue relajar todo el cuerpo, de la cabeza a los pies. Por menos de 30 euros podrás disfrutar de esta experiencia sensorial. Te volverás adicta...