Corazón universitario
Aulas con varios siglos de historia, una animada vida social y fuente de creatividad. Los lugares con tradición estudiantil transmiten espíritu juvenil y alegría de vivir.
Reino Unido. El orgullo de una larga tradición
No se puede hablar de Cambridge sin pensar en su universidad, sinónimo de tradición, privilegio e historia –es la segunda más antigua de habla inglesa, después de Oxford–. Tendrás que decidirte por cuál de sus 31 colleges te gustaría empezar, aunque no fallan los archifamosos Trinity –uno de los más exclusivos–, donde estudió Isaac Newton; el Corpus Christi o el King's College, con su impresionante capilla gótica. Se pueden visitar casi todo el año, aunque a veces es necesario reservar o pagar una entrada. Serás afortunado si coincides con alguno de los eventos deportivos –rugby, remo…– que los estudiantes juegan contra su eterna rival, Oxford.
Granada. Todos la quieren
Su animada vida nocturna, la riqueza cultural y ser una de las ciudades estudiantiles más baratas de Europa han colocado a Granada entre las favoritas para estudiar. Sin contar su buen nivel académico –está entre las mejores en materias como Traducción e Interpretación–, lo que ha hecho que sea el primer destino Erasmus (cada año llegan más de dos mil estudiantes de intercambio).
Pero, además, la universidad granadina guarda el encanto de una historia de más de 500 años. Entre sus edificios más antiguos están el Hospital Real (actual Rectorado), o las facultades de Derecho y Medicina, pero sobre todo La Madraza, la originaria de esta Universidad, creada por el último rey nazarí, en 1349 –hoy se usa para actividades culturales–.
Italia. Esencia medieval al norte de la bota
Se cree que la de Bolonia es la más antigua del mundo occidental –de 1088–. Aquí estudiaron Dante Alighieri, Erasmo y Copérnico, entre otros. Toda la ciudad respira espíritu estudiantil: sus calles porticadas, bicicletas, bares que se animan por la tarde para el aperitivo…
Visita el Archigimnasio, antigua sede de la universidad, que aún conserva su teatro anatómico, y la histórica vía Zamboni, donde está el Museo Universitario (3 euros, en el Palacio Poggi).
Francia. Vive la buena vida
Posee la universidad de más peso en Francia –después de la de París– y es líder en numerosos campos de investigación. Además, la bella Lyon, es perfecta para estudiar y vivir: pasear en vélo –hay bicis públicas– por la orilla del Ródano, o disfrutar de su intensa vida cultural –no te pierdas su Festival de las Luces, en diciembre–.
Harvard, cuna de grandes
La villa de Newtowne (Massachusetts, Estados Unidos) tan sólo era una colonia cuando, en 1636, fundó el Harvard College para formar a futuros dirigentes de la nación. Poco después, el nombre de la ciudad se cambió a Cambridge para reflejar su carácter educativo.
Hoy, esta universidad es una de las más prestigiosas del mundo, en una ciudad que respira multiculturalidad y aperturismo. Una visita a su campus te llevará de la mano de alguno de sus estudiantes por ilustres edificios y monumentos (gratis), aunque también puedes hacerte con una audioguía y pasear a tu aire. Si te interesa la tecnología y las ciencias, no puedes perderte el Instituto Tecnológico de Massachusetts, otro de los referentes mundiales en educación. Verás desde exposiciones de inventos de los estudiantes a arte contemporáneo. Disfruta también de la ciudad. En la animada Harvard Square, encontrarás librerías, teatros, restaurantes, tiendas, música en la calle… Y no te pierdas las históricas mansiones de Tory Row, o las vistas de Boston desde Mount Auburn.
Alemania. Ciudad de románticos y poetas
Dicen que ya sólo estar aquí incita a la charla filosófica y a la poesía. El halo romántico de Heidelberg, un enclave de cuento, con su castillo en ruinas y cafés donde se reúnen estudiantes y artistas a debatir sobre temas de interés, aún se respira en el ambiente. Siéntelo recorriendo el Paseo de los Filósofos, famoso camino que llega hasta los miradores con las mejores vistas de la ciudad.
En la Plaza de la Universidad verás enfrentados los edificios de la nueva y la antigua universidad –con más de seis siglos, fue la primera de Alemania y aún es puntera en investigación–. En este último, podrás visitar la impresionante sala donde los estudiantes defendían sus tesis doctorales, hoy usada para conciertos y otros eventos.
También aquí se encuentra un museo de la universidad que rememora la historia de esta institución.
Pero quizás, la visita más sorprendente es a la Cárcel de Estudiantes (Studentenkarzer), en un edificio contiguo. En ella se encerraba a los unviersitarios que inflijían faltas menores, casi siempre por alterar el orden en estado de embriaguez. Hoy se pueden ver las paredes decoradas con pinturas y grafitis realizados por los jóvenes durante su estancia (entrada combinada con el museo y la Sala de la Asamblea, 3 euros).
Termina en alguno de los pubs o tabernas históricas, como el Red Ox Inn o el café Burkardt, en los que autores como Mark Twain o Goethe vivieron sus años de juventud y estudios, y, entre cerveza y absenta –bebida de moda por entonces– dejaron obras literarias que marcaron la vida estudiantil de la época.
Salamanca. Con alma estudiantil
Es la ciudad universitaria española por excelencia, en parte por su larga historia –es de 1130, aunque no tuvo edificios propios hasta el siglo XV–. Pero también porque está ligada a personajes tan importantes como Unamuno, Fray Luis de León o Cervantes.
Si no lo has hecho aún, tendrás que buscar la famosa rana en la fachada de las Escuelas Mayores –según la tradición, es imprescindible para aprobar–, curiosear en las antiguas librerías del centro en busca de algún tesoro encuadernado, y admirar otros edificios, como el de la Universidad Pontificia o la Casa de las Conchas.
Y consulta su vida cultural, este año marcada por el V Centenario de la Catedral.
Portugal. Costumbres que perduran en el tiempo
En lo alto de la ciudad, el conjunto monumental que forma la Universidad histórica de Coimbra es por sí mismo una joya –fundada en 1290, en 1537 se instaló junto al Palacio Real–.
La deslumbrante decoración barroca de la Biblioteca Joanina, que guarda 60.000 volúmenes, la majestuosa sala de las Capuchas, donde tienen lugar las ceremonias académicas de mayor relevancia o la prisión académica, son algunas de las visitas que incluye el circuito por este conjunto –Patrimonio de la Humanidad desde 2013–.
Sube también a la torre de la Universidad, con vistas sobre toda la ciudad (12,50 euros, la visita completa). Si vienes en mayo, podrás disfrutar de la Queima das Fitas, fiesta con una tradición de más de un siglo que celebra el fin de curso con la quema de las cintas y 8 días de actos culturales, con fados estudiantiles, bailes...
Dinamarca. Copenhague, todo diseño
Estudiar en la capital danesa puede ser una gran oportunidad para los amantes de la arquitectura. El edificio de la IT University, en Amager, es una obra maestra del diseño. Aquí también se halla el centro Ørestad Nord, lugar de experimentación, media y tecnología, o innovadoras construcciones como la residencia de Estudiantes, inspiradas en las casas comunitarias de China.
Canadá. Entre naturaleza y cultura
En el centro de Montréal (provincia de Québec) se encuentra una de las mejores universidades del mundo –con 9 premios Nobel en sus filas– y una de las dos de habla inglesa con las que cuenta la ciudad. McGill, fundada en 1821 con fondos del empresario que le dio nombre, se encuentra junto al parque de Mont Royal, un inmenso espacio verde que también es lugar de recreo de los montrealeses.
En su campus se encuentra el interesante museo Redpath, de Ciencias Naturales. Otro de los puntos fuertes de la ciudad es su intensa vida cultural, con más de 40 festivales al año.
Australia. Algo más que estudiar
Pasea por el campus central de la Universidad de Sidney. Verás sus edificios, algunos inspirados en los de Oxbridge (Cambridge y Oxford), atravesarás el Túnel de los Grafitis –entre los edificios Holme y la avenida Manning–, en cuyas paredes es legal imprimir tu creación, y también podrás asistir a un concierto en el Manning bar, un mítico en la escena australiana.
Brasil. El secreto de un gigante
Dentro de esta enorme ciudad brasileña, el campus principal de la Universidad de São Paulo (USP), al oeste, es un pulmón verde donde atletas y paulistas se acercan a disfrutar del aire libre. Es tan extenso que es mejor moverse en bus –hay dos circulares gratuítos–. También concentra algunos museos interesantes, especialmente el MAC, de arte contemporáneo y gratis. Y para conocer un edificio con mucha historia, visita la Facultad de Derecho, en el centro de la metrópoli.
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