Si hay algo que a todas nos preocupa en verano y, sobre todo, cuando estamos de vacaciones, es protegernos del sol. Ya sabemos que los rayos UV son uno de los mayores peligros en cuanto al cuidado de la piel y el envejecimiento prematuro, pero hay muchos otros factores que nos afectan día tras día. La contaminación, el estrés o incluso los cambios en la dieta provocan líneas de expresión, manchas, arrugas y falta de elasticidad en la piel. Pero, no te preocupes, sabemos cuáles son los hábitos que debes seguir, o cambiar, en tu estilo de vida para frenar el paso del tiempo en tu rostro.

- Protección solar todo el año

No basta solo en la playa o en la piscina. Ya te hemos contado en otra ocasión por qué es necesario usar protector solar los 365 días del año, pero si te sientes incómoda aplicártelo más allá del verano, sabes que puedes usar cremas hidratantes con SPF que te servirán de igual forma para protegerte de los rayos solares.

- Cuida tu alimentación

Y pasa de dietas milagro que pueden empeorar gravemente tu salud. Lo mejor es mantener una dieta equilibrada rica en grasas saludables, vitaminas y antioxidantes. Porque no se trata tanto de la cantidad, sino de la calidad de lo que comes. Pescado azul, frutos secos, aguacate, huevos... son alimentos que no pueden faltar en tu dieta. También puedes aumentar el consumo de vitamina C, que encontrarás en frutas como el kiwi, las fresas o las naranjas, ya que ayuda a la formación de colágeno. Y no te olvides de beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día para mantener hidratado el organismo.

- Olvídate del tabaco

Si te habías planteado dejarlo en algún momento, ya tienes una excusa más para hacerlo. El humo de los cigarrillos reduce los niveles de colágeno y elastina y fomenta la deshidratación de la piel, de ahí que los fumadores tengan más arrugas. Es hora de dejar por fin este vicio tan insano.

- Y también del alcohol

Tranquila, puedes tomarte alguna copa cuando salgas con tus amigos, pero convertirlo en una costumbre puede afectar a tu piel. Y es que el alcohol empeora la dilatación de los vasos capilares y genera más radicales libres, aliados del envejecimiento prematuro.

- Hidrata tu piel

No nos cansaremos nunca de decirlo. Una buena hidratación es la base para cuidar nuestra piel. Además de beber agua constantemente y limpiar correctamente el rostro todos los días (mañana y noche), es igual de importante seguir un régimen hidratante para el rostro, cuello y escote, zonas donde más se notan los signos de la edad. Utiliza cosméticos con un extra de hidratación y nutrientes antioxidantes, como la vitamina E, que aumenta las defensas naturales de la piel, neutralizando los radicales libres.

- No te tomes las cosas tan en serio

No permitas que el trabajo o los pequeños problemas diarios ocupen gran parte de tu tiempo y te sigan allá donde vayas. Muchos de los problemas cutáneos que padecemos –sequedad, arrugas, irritaciones, acné– se deben, en gran medida, al estrés. Y seguramente lo hayas notado en momento de tensión. Aprende técnicas de relajación y ponlas en práctica cuando llegues a casa. Tu piel te lo agradecerá.

- Haz deporte

Es otra forma útil de liberar las tensiones del día a día, por si la relajación no te quita todo el estrés acumulado. Durante la práctica deportiva, aumenta la circulación sanguínea que lleva más oxígeno a los capilares cutáneos. ¿Resultado? Más nutrientes para la piel que tendrá un aspecto más joven y sano. Eso sí, apúntate a una disciplina que te motive, sino acabarás dejándolo a la primera de cambio.

- Duerme las horas suficientes

Aunque lo recomendable es dormir entre 7 y 8 horas diarias, cada persona es un mundo y, posiblemente, haya quien esté totalmente descansado con 6 horas de sueño, y otros que necesiten más tiempo para recuperarse por completo. Pero la cuestión ya no es tanto las horas sino el sueño reparador. La noche es muy importante para el cuidado de la piel porque, además de la renovación celular, descansar provoca que no te levantes con un aspecto cansado, con ojeras marcadas y con más de una arruga en el rostro.