Siempre, en todo momento, lugar y ocasión. Una buena cerveza, bien fría, con su preciosa copa de espuma blanca inmaculada y su vibrante cuerpo dorado, es un tesoro. Pocas bebidas como la cerveza, con sus 4 elemantos básicos al frente (malta, el agua, el lúpulo y la levadura) nos dan tanta satisfacción. En esta ocasión, aprovechando que este 17 de marzo se celebra San Patricio, vamos a contarte una serie de curiosidades sobre la cerveza, que tantos beneficios tiene, que probablemente no sabías y necesitas de alguna manera conocer para ser considerada con todos los honores una persona "birra-adicta".

Antes de entrar en la cuestión del asunto, unas notas rápidas: El consumo de cerveza per cápita es España está en 58 litros; la cerveza es la opción favorita para acompañar las tapas por el 77% de los españoles y nuestro país es el segundo país productor de cerveza de Europa con 41,1 millones de hectolitros. Lo dice el último informe de Cerveceros de España.

Historia milenaria
La historia de la cerveza se remonta a miles de años atrás, tantos como entre los años 10.000 y 6.000 antes de Cristo. Se han encontrado evidencias de su elaboración en civilizaciones antiguas como los sumerios y los egipcios, donde se la considera una bebida divina y ritualística. Es cierto que no era tal y como la conocemos ahora, sino más bien muy diferente, pero es el embrión de esas ricas cañas que ahora disfrutas en tu barra favorita, con tu aperitivo favorito.

caña de cerveza
Witthaya Prasongsin

La palabra cerveza proviene de "celia" o "ceria", de la diosa romana Ceres, protectora de la agricultura y la fertilidad.

jarra de cerveza y botellas antiguas
wiratgasem

Las primeras cervezas tienen la misma composición que el pan
Cuando se creó, sus ingredientes eran solo harina de cereal fermentada con el mismo sistema que el pan. Solo cambiaba la proporción de agua. Con más agua se producía la masa del pan, con menos, la cerveza (que era muy densa y con un grado de alcohol más elevado)

Los Monasterios, las primeras cerveceras
El clero fue el encargado de 'fabricar' la cerveza hasta el siglo XIII. De hecho se cree que fue la abadía benedictina de Weihenstephan, en el año 725, quienes fueron pioneros en su fabricación.

¿Por qué los monasterios? Porque ellos eran quienes poseían los campos de cultivo, donde sembraban la cebada. En aquellos tiempos, a la 'cerveza' artesanal que hacían añadían el llamado "gruit", una mezcla de hierbas que le saba un sabor determinado, y algo de frescor. Luego ya llegó el lúpulo, que además de ejercer la labor de ser un conservante le otorgó su característico sabor amargo.

magen antigua santa maría de mount abbey, monje cervecero
ilbusca
Ilustradicón: Santa María de Mount Abbey, monje cervecero

El Valhalla de los vikingos
En la mitología de los guerreros nórdicos, creían que en el paraíso al que iban tras su muerte había una cabra que les daría cerveza por toda la eternidad.

Cerveza & Luna de miel
Sí, esta bebida y el famoso término están unidos. La historia nos lleva a Babilonia, donde era tradición en las bodas que el suegro agasajase al novio con cerveza con miel (la famosa hidromiel). Y como le calendario que entonces llevaban se basaba en las fases de la luna, de todo ello sale el concepto "luna de miel".

novia bebiendo cerveza en su boda
CasarsaGuru

Una y mil cervezas
No hay una sola cerveza, hay muchas de ellas, y cada dia más, práctiamente dependiendo de su instinto, curiosidad atrevimiento si eres de esas personas que hace su propia cerveza artesanal. En realidad podríamos decir que la cerveza es una experiencia de sabores, que van desde las clásicas y refrescantes Lager y Ale hasta las audaces y complejas cervezas artesanales y de autor con ingredientes innovadores.

La importancia de la espuma
Normalmente asociamos la espuma de la cerveza a esa caña bien tirada que tanto nos apetece. Sobre ella, hay muchos mitos sobre el grosor que tiene que tener, la consistencia, la cremosidad, el color... Lo que tienes que saber que su verdadera función es la de proteger el aroma y el sabor de la cerveza, ya que evita que entre en contacto con el aire y vaya perdiéndolos. Además tambiñen evita la rápida pérdida de gas. A esto se suma la estética.

Complemento gastronómico
A la hora de sentarte a la mesa el maridaje más habitual es el del vino. Pero vada día más las experiencias se completan con otro tipo de bebidas, que van de los espumosos -que no dejan de ser vino- a otras bebidas como los cócteles o el sake. Y, por supuesto, la cerveza, que es una excelente compañera de viaje para la gastronomía.

¿Engorda la cerveza?
La creencia popular de que la cerveza engorda, o que al menos hincha. Y mucho. En realidad, el contenido calórico de esta refrescante bebida varía según el tipo y el estilo de cerveza. Algunas de ellas, como las ligeras o las sin alcohol, pueden ser una opción más ligera que no te aportará demasiadas calorías.

cerveza corona en la playa con un gajo de limón
Syaiful nur saputra / 500px

La Ley de Pureza Alemana
Puede que no te suene, o sí, si eres una persona auténticamente fan de la cerveza. Eciste una ley, llamada 'Reinheitsgeot', que fue promulgada en 1516 en Baviera (Alemania) que estipula que la cerveza solo podía elaborarse con tres ingredientes: agua, malta de cebada y lúpulo. La levadura se agregó más tarde después de su descubrimiento.

Su relación con el sake japonés
La cerveza y el sake tienen una elaboración prácticamente idéntica. En ambos casos para hacerlos se utiliza un cereal malteado para fermentarlo y conseguir una bebida con grado alcohólico.

La importancia del vaso
Sí, es un básico que no siempre tenemos en cuenta. ¿Por qué? Porque puede afectar a la experiencia de su sabor. Lo cierto es que cada estilo de cerveza tiene su vaso ideal, diseñado para resaltar sus características y aromas específicos. Por ejemplo, la copa cáliz (con la del santo grial que imaginas, para que te hagas a la idea), de boca muy ancha y gruesa, es la mejor para las cervezas intensas y aromáticas... mientras que el vaso de tubo es el recomendado para las lager, las bock o la pilsener. Y así podríamos seguir...

La primera cerveza en lata
Se creó no hace mucho, concretamente en 1935. Fue la fábrica de cervezas Gottfried Krueger Brewing Company -que no es alemana, sino estadounidente, de Nueva Jersey), quien decidió 'enlatarla'. Y funcionó, como comprobamos hoy en día.

cerveza en lata con aperitivos
imagenavi

Beneficios para la salud
Consumir cerveza con moderación tiene algunos beneficios para la salud. Se ha demostrado que ciertos compuestos del lúpulo tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, y que la cerveza, con moderación, puede ayudar a mejorar la salud cardiovascular. También ayuda a mejorar la densidad ósea y es un pequeño aliado a la hora de prevenir la osteoporosis.

MARIDAJES CON CERVEZA

Cerveza con marisco

cerveza con langostinos a la plancha
Carlo A

Con langostinos a la parrilla, como te proponemos en la imagen, o para acompañar un plato de gambas o cualquier marisco, como cigalas, langosta, camarones, mejillones, percebes... No hay duda de que la caña de cerveza de barril tipo Pilsen, que es la que mejor marida con este plato porque realza el sabor de los productos del mar. Eso sí, siempre que la elaboración de los mariscos sea hervidos, al vapor o con una ligera salsa). En el caso de las ostras, lo reoimendado es una cerveza más potente como la Ale fuerte tipo stout o incluso la Guinness.

Cerveza con Sushi

cerveza maridada con sushi
Alexander Spatari

A la hora de combinar pescado crudo, tipo sushi, las cervezas que mejor maridan con este producto tan delicado son las ale de trigo (tipo weissbier o blanche). Son suaves y de sabor delicado, con baja graduación alcohólica y van perfectas para ese tipo de bocados.

Las Pilsner son una elección ya que logran que el umami del sushi explote en tu boca, ya que el lúpulo y la carbonatación eliminan la grasa del pescado.

Cerveza & barbacoa

cerveza maridad con alitas
wundervisuals

Si lo que estás preparando a la parrilla son alitas o hambuerguesas, la cerveza que va perfecta con estos productos son las lagers, de baja fermentación, muy refrescantes y con un sabor malteado y con poca presencia del lúpulo. Apuesta, por ejemplo por la clásica Alhambra 1925, la Mahou Clásica, la Estrella Galicia Especial, El Águila Ámbar Especial o la icónica Budweisser.

Si lo que vas a preparar sobre las brasas son verduras y pescados, tu cerveza deben ser las pale lagers, con su aroma ligero y equilibrado.