Son fáciles de conseguir, muy económicos, los tenemos en todas las temporadas y además de ricos son súper versátiles. Los champiñones son una de las clases de hongos más habituales en nuestra cocina, y en la de gran parte del mundo, y los podemos comer de mil maneras: guisados, al vapor, crudos, fritos, rebozados, rellenos, al horno... La receta que hoy te traemos es una variante de la tradicional, utilizando el 'gadget' de cocina que arrasa en los últimos años: la Airfryer, donde además ahorrarás tiempo y conseguirás un platazo casi sin manchar y en tan solo 20 minutos.

En cuanto a las propiedades de los champiñones, es un producto que no puede ser más sano: Tienen solo unas 20 calorías por cada 100 g ya que la mayor parte de su contenido es agua; contienen mucha fibra, que contribuye a saciar el hambre; y son fuente de vitaminas B6, C, D; minerales como selenio, potasio; y también aporta una buena cantidad de antioxidantes.

Para amantes de la comida sana
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